Precio
de la gasolina con base en su costo internacional
Sí,
el gobierno de Enrique Peña Nieto pretende
para el año 2016 fijar el precio de la gasolina en territorio nacional,
considerando, directamente, el costo internacional que se presente en los
mercados del mundo, para eliminar así, de tajo, cualquier tipo de subsidio
oficial. A partir del primero de enero del 2016, la gasolina, el gas y
cualquier otro derivado del petróleo, costaría lo mismo que en cualquier ciudad
de un país de primer mundo. Así ya lo ha propuesto la Secretaría de
Hacienda al Congreso de la Unión. Ese es el trato que el gobierno de la
República considera que debe dar al pueblo de México.
Seguramente, los
asesores del presidente Enrique Peña Nieto ya lo han convencido de que
los millones de mexicanos que él gobierna, poseen una extraordinaria capacidad
adquisitiva, que ya tienen enormes similitudes económicas, políticas y de
bienestar social en general, con los habitantes de países como los Estados
Unidos de Norteamérica, Inglaterra, Francia, Suiza y otros semejantes o muy
parecidos a éstos. Solamente hizo falta que propusieran cambiar el peso por el
dólar, como moneda oficial de los mexicanos, a lo mejor se la están reservando para
la próxima.
Está bien que homologuen los precios de la gasolina y el resto de los
derivados del petróleo, siempre y cuando antes: HOMOLOGUEN el salario mínimo y
los salarios en general de los trabajadores mexicanos, al nivel de los salarios
vigentes en los Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra, Francia, Suiza,
etc.
Está bien que los precios de la gasolina se fijen con base en su costo
internacional, pero mucho antes que eso, que se eche andar en México un sistema
de salud igual o mejor que los existentes en países como los Estados Unidos de
Norteamérica, Inglaterra, Francia, Suiza, etc.
Está bien que los precios de la gasolina, el gas y los otros derivados
del petróleo, se fijen con base en su
costo internacional, pero bastante antes que ese golpe institucional, que esa
insensibilidad social y estupidez de gobierno, que se les proporcionen y
garanticen a los mexicanos, iguales o mejores condiciones en EDUCACIÓN, EMPLEO,
VIVIENDA, ALIMENTACIÓN, APOYO A LOS CAMPESINOS, INCENTIVOS A LA INVESTIGACIÓN,
PROTECCIÓN A LA MUJER, CASTIGO EJEMPLAR A LOS DELINCUENTES, SEGURIDAD EN TODAS
SUS FORMAS... iguales o mejores, a las que existen en los países que tomarán
como referencia internacional para fijar los costos de las gasolinas. Ah, y los
estándares de calidad del producto, que también sean iguales o mejores. BRUTOS.
Está bien claro,
mucho antes de que el gobierno de la República piense en homologar los precios
de la gasolina, el gas y algunos precios de otros insumos determinantes en la
vida diaria del pueblo mexicano, tendría que empezar por conocer y reconocer
las limitaciones y grandes miserias de los mexicanos, POBREZAS E
INSATISFACCIONES de las que ellos son los culpables. PARA NADA la capacidad
adquisitiva del salario de un trabajador mexicano puede ser algo parecida a
la de un trabajador inglés, francés, suizo o americano; PARA NADA el
poder adquisitivo del salario de un profesionista mexicano, es semejante al
poder adquisitivo de un profesionista de un país de los que el gobierno
mexicano tomará como base para fijar los precios de las gasolinas.
Para
nada la REALIDAD SOCIAL del pueblo de México guarda alguna similitud con los
países de los cuales ellos viven enamorados y hasta enloquecidos. ESTE ES UN
PAÍS EMPOBRECIDO, EXPLOTADO, SUFRIDO, ATROPELLADO EN SUS DERECHOS MÁS
ELEMENTALES, SAQUEADO EN SU PATRIMONIO MATERIAL Y CADA VEZ MÁS EN REMATE SUS
RIQUEZAS NATURALES. Este es un país que en las áreas rurales y en las zonas
urbanas, a diario viene dando muestras sobradas de que ya NO AGUANTAN MÁS. Este
es México y estas son las condiciones reales que las autoridades están
obligadas a observar y obedecer, si en verdad desean hacer BUEN GOBIERNO Y
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. Hacer lo contrario,
como hoy lo dispone y ejecuta, en todas sus acciones el presidente Enrique
Peña Nieto, es empobrecer más al pobre, hacer más rico al rico; subir más carga
a los desprotegidos, facilitarle la vida al poderoso: a los ricos y poderosos
de México y el mundo.