Los gobiernos de este país –municipales, estatales y federal- con frecuencia promueven actividades circenses, entretenimientos y distracciones, casi siempre para ocultar ineptitudes, encubrir corrupciones, disimular fracasos; en general, recrear a los ciudadanos, mientras ellos se aprovechan abusivamente del poder y de los recursos públicos. Es una práctica común que muchas veces “confunden” su función social, emprendiendo caras actividades que sólo sirven para aturdir los sentidos de las personas, embobar y conducir a enajenaciones sociales adictivas, que ningún provecho verdadero traen a la sociedad.
El 15 de abril del 2011, el Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, invitó de manera personal y por la radio, al acto de “Presentación del Plan de Desarrollo Municipal e informe de actividades de los 100 primeros días del Ayuntamiento Constitucional 2011-2012”, y sobre esta actividad, existen cuestiones que deben comentarse y reflexionar, pues bien pueden resultar de utilidad para las mismas autoridades y algún beneficio o cuando menos, dar elementos para la risa sana que puedan acercar al ciudadano, al que hoy quieren hacerle sentir que está ante un gobierno municipal responsable, ciudadanizado y honrado, cuando para nada es cierto, ni como caricatura. En pocas palabras es un fraude más, en el que sólo se limitan a desarrollar ocurrencias o pésimos guiones de “teatro de calle o de banqueta”, inspirados por perredistas achilangados o expertos parásitos que viven del discurso de izquierda, apoyados en acuerdos con la derecha.
Lo que más llamó la atención el 15 de abril, fue que el “gobierno” de Victoria Cecilia Flores Pérez, no necesitó más de 100 días para terminar con el “capital político” que presumía; ya se desvanecieron las “grandes expectativas” que generó y alimentó durante todo el proceso electoral; y ya exhibió con rapidez que se le diluyó la “inmensa” capacidad, sensibilidad y visión que algunos le encontraban en su desempeño. Sin necesidad de esperar 14 meses más, ya se puede sostener que ella y su Ayuntamiento, están desgastados, derrotados y sin saber qué hacer y con qué iniciarlo. Por supuesto, en lo referente a acciones sustantivas y obras trascendentes.
Es ya muy notorio que el gobierno del estado está ya disgustado y que guarda prudente distancia de ella; se notan demasiado los enfrentamientos, los jaloneos constantes y la desintegración temprana al interior del Ayuntamiento coleto; los empresarios locales de pelo entero ya no participan como al principio; los jerarcas religiosos de todas las denominaciones -municipales y regionales-, encuentran el pretexto ideal para ya no asistir; y los barrios, colonias y comunidades, cada vez acuden menos a las actividades que invita el “gobierno” municipal, tal vez como una expresión de que ya se dieron cuenta que es igual o peor que otros que ha tenido y soportado, en el que el manoseo, el cinismo, el abuso hacia todo y la irresponsabilidad social, son actitudes cotidianas y ya casi deporte municipal.
Al acto del 15 de abril, por la radio, se invitó a las 16:30 horas, y dio inicio a las 6 de la tarde. A la hora inicialmente programada, el local no estaba ni al 30% de su capacidad y al concluir, bien se pudieron contar 27 sillas que nunca fueron ocupadas. Existen fotografías y videos para probarlo.
Un 80% de los asistentes, directa o indirectamente, tenían alguna relación con los gobiernos, municipal, estatal o federal; un 5% se notaba que eran del PRD por los colores que vestían o las cartulinas con “frases de apoyo” con que los uniformaron; otro 5% llegó por el café y pan que ofrecían, sólo por ahí se movieron; un 5% más eran personas de medios de comunicación; y el 5% restante, bien podían ser ciudadanos de barrios o comunidades, que todavía asisten con la esperanza de que de esa manera puedan obtener respuesta a lo que han venido gestionando desde hace años.
El presídium reflejó la incapacidad, el desorden y la informalidad que prevalece en la administración municipal de Victoria Cecilia Flores Pérez. En la fotografía para el recuerdo se observó al centro a una “Ceci” apretujada, angustiada y como padeciendo el cargo; arrumbado y aburrido, como siempre, en el extremo izquierdo, a Carlitos Morales Vázquez, el Síndico; lo más cercana posible a ella, Irmita F. Pérez Luna, la del trenecito, la de voz y gestos nada naturales y luego a la regidora primera Fabiola Ricci Diestel del PAN.
Por si faltara y para demostrar que es cierta la desorganización, confrontaciones y desintegración prematura del Ayuntamiento coleto, basta con señalar que en el presídium del 15 de abril, no estuvieron los regidores: Rodolfo Samayoa Zepeda, Javier Trejo Gómez, Manuel Morales Zúñiga, Alejandra Pineda Mijangos y Mariano López Gómez. A este paso, dentro de 14 meses, cuando les toque entregar el poder al próximo Ayuntamiento, capaz que nada más llegan la presidenta e Irmita Pérez Luna.
Existen evidencias documentadas de que para la “gran actividad política” del 15 de abril, fueron esmeradamente invitados el poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, sin embargo, a 105 días, a diferencia de cuando Flores Pérez tomó posesión y el Gobernador le envió a una persona de primer nivel en su representación, ahora, Juan Sabines Guerrero mandó a nadie que lo representara. Quienes asistieron en nombre de los poderes Legislativo y Judicial, debe decirse, fueron de bajo perfil, de medio pelo, cuando bien pudieron haber nombrado a alguien de peso del Congreso o alguno de talla del Tribunal. La profesora “Ceci” está dando la impresión de caer, mucho antes de despegar, y de haber quemado sus cartuchos, antes de disparar.
Para concluir, relativo al acto político del 15 de abril, específicamente sobre el “informe de actividades de sus primeros 100 días”, considerando la enorme función social de un Ayuntamiento y los 8 compromisos que ella ofertó cuando su toma de posesión, y confrontando todo ello, meticulosamente, con cada una de las acciones de fachada, de exagerado corto alcance y valoraciones alegres que ella describió, solamente le faltó informar, cuántas veces ha viajado a Tuxtla Gutiérrez; cuántas sesiones del Cabildo ha presidido; cuántos homenajes a la bandera ha encabezado; cuántas ocasiones ha contestado el teléfono; cuántos tanques de gasolina ha gastado; y el número de bajadas de su oficina que ha tenido que realizar y las veces que ha subido a su despacho.
Indudablemente, los “logros” del Ayuntamiento que preside “Ceci”, son poco menos que pobres; su rumbo anda más que extraviado; y su ritmo, es menos que lento. La presidenta Cecilia Flores Pérez, sus muchachas, los “asesores” y su “equipo” ampliado, tienen que entender que los habitantes de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, eligieron a un AYUNTAMIENTO, no a un comité promotor de ferias de pueblo, impulsor de concursos amañados y generador de condecoraciones para la manipulación política. Mucho menos eligieron a regidoras para que se distraigan ejerciendo recursos públicos en pequeños esfuerzos para el relax, que luego ellas califican como trascendentales hechos de “rescate y promoción” de la cultura. Vividoras.
El 15 de abril del 2011, el Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, invitó de manera personal y por la radio, al acto de “Presentación del Plan de Desarrollo Municipal e informe de actividades de los 100 primeros días del Ayuntamiento Constitucional 2011-2012”, y sobre esta actividad, existen cuestiones que deben comentarse y reflexionar, pues bien pueden resultar de utilidad para las mismas autoridades y algún beneficio o cuando menos, dar elementos para la risa sana que puedan acercar al ciudadano, al que hoy quieren hacerle sentir que está ante un gobierno municipal responsable, ciudadanizado y honrado, cuando para nada es cierto, ni como caricatura. En pocas palabras es un fraude más, en el que sólo se limitan a desarrollar ocurrencias o pésimos guiones de “teatro de calle o de banqueta”, inspirados por perredistas achilangados o expertos parásitos que viven del discurso de izquierda, apoyados en acuerdos con la derecha.
Lo que más llamó la atención el 15 de abril, fue que el “gobierno” de Victoria Cecilia Flores Pérez, no necesitó más de 100 días para terminar con el “capital político” que presumía; ya se desvanecieron las “grandes expectativas” que generó y alimentó durante todo el proceso electoral; y ya exhibió con rapidez que se le diluyó la “inmensa” capacidad, sensibilidad y visión que algunos le encontraban en su desempeño. Sin necesidad de esperar 14 meses más, ya se puede sostener que ella y su Ayuntamiento, están desgastados, derrotados y sin saber qué hacer y con qué iniciarlo. Por supuesto, en lo referente a acciones sustantivas y obras trascendentes.
Es ya muy notorio que el gobierno del estado está ya disgustado y que guarda prudente distancia de ella; se notan demasiado los enfrentamientos, los jaloneos constantes y la desintegración temprana al interior del Ayuntamiento coleto; los empresarios locales de pelo entero ya no participan como al principio; los jerarcas religiosos de todas las denominaciones -municipales y regionales-, encuentran el pretexto ideal para ya no asistir; y los barrios, colonias y comunidades, cada vez acuden menos a las actividades que invita el “gobierno” municipal, tal vez como una expresión de que ya se dieron cuenta que es igual o peor que otros que ha tenido y soportado, en el que el manoseo, el cinismo, el abuso hacia todo y la irresponsabilidad social, son actitudes cotidianas y ya casi deporte municipal.
Al acto del 15 de abril, por la radio, se invitó a las 16:30 horas, y dio inicio a las 6 de la tarde. A la hora inicialmente programada, el local no estaba ni al 30% de su capacidad y al concluir, bien se pudieron contar 27 sillas que nunca fueron ocupadas. Existen fotografías y videos para probarlo.
Un 80% de los asistentes, directa o indirectamente, tenían alguna relación con los gobiernos, municipal, estatal o federal; un 5% se notaba que eran del PRD por los colores que vestían o las cartulinas con “frases de apoyo” con que los uniformaron; otro 5% llegó por el café y pan que ofrecían, sólo por ahí se movieron; un 5% más eran personas de medios de comunicación; y el 5% restante, bien podían ser ciudadanos de barrios o comunidades, que todavía asisten con la esperanza de que de esa manera puedan obtener respuesta a lo que han venido gestionando desde hace años.
El presídium reflejó la incapacidad, el desorden y la informalidad que prevalece en la administración municipal de Victoria Cecilia Flores Pérez. En la fotografía para el recuerdo se observó al centro a una “Ceci” apretujada, angustiada y como padeciendo el cargo; arrumbado y aburrido, como siempre, en el extremo izquierdo, a Carlitos Morales Vázquez, el Síndico; lo más cercana posible a ella, Irmita F. Pérez Luna, la del trenecito, la de voz y gestos nada naturales y luego a la regidora primera Fabiola Ricci Diestel del PAN.
Por si faltara y para demostrar que es cierta la desorganización, confrontaciones y desintegración prematura del Ayuntamiento coleto, basta con señalar que en el presídium del 15 de abril, no estuvieron los regidores: Rodolfo Samayoa Zepeda, Javier Trejo Gómez, Manuel Morales Zúñiga, Alejandra Pineda Mijangos y Mariano López Gómez. A este paso, dentro de 14 meses, cuando les toque entregar el poder al próximo Ayuntamiento, capaz que nada más llegan la presidenta e Irmita Pérez Luna.
Existen evidencias documentadas de que para la “gran actividad política” del 15 de abril, fueron esmeradamente invitados el poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, sin embargo, a 105 días, a diferencia de cuando Flores Pérez tomó posesión y el Gobernador le envió a una persona de primer nivel en su representación, ahora, Juan Sabines Guerrero mandó a nadie que lo representara. Quienes asistieron en nombre de los poderes Legislativo y Judicial, debe decirse, fueron de bajo perfil, de medio pelo, cuando bien pudieron haber nombrado a alguien de peso del Congreso o alguno de talla del Tribunal. La profesora “Ceci” está dando la impresión de caer, mucho antes de despegar, y de haber quemado sus cartuchos, antes de disparar.
Para concluir, relativo al acto político del 15 de abril, específicamente sobre el “informe de actividades de sus primeros 100 días”, considerando la enorme función social de un Ayuntamiento y los 8 compromisos que ella ofertó cuando su toma de posesión, y confrontando todo ello, meticulosamente, con cada una de las acciones de fachada, de exagerado corto alcance y valoraciones alegres que ella describió, solamente le faltó informar, cuántas veces ha viajado a Tuxtla Gutiérrez; cuántas sesiones del Cabildo ha presidido; cuántos homenajes a la bandera ha encabezado; cuántas ocasiones ha contestado el teléfono; cuántos tanques de gasolina ha gastado; y el número de bajadas de su oficina que ha tenido que realizar y las veces que ha subido a su despacho.
Indudablemente, los “logros” del Ayuntamiento que preside “Ceci”, son poco menos que pobres; su rumbo anda más que extraviado; y su ritmo, es menos que lento. La presidenta Cecilia Flores Pérez, sus muchachas, los “asesores” y su “equipo” ampliado, tienen que entender que los habitantes de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, eligieron a un AYUNTAMIENTO, no a un comité promotor de ferias de pueblo, impulsor de concursos amañados y generador de condecoraciones para la manipulación política. Mucho menos eligieron a regidoras para que se distraigan ejerciendo recursos públicos en pequeños esfuerzos para el relax, que luego ellas califican como trascendentales hechos de “rescate y promoción” de la cultura. Vividoras.
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