¡CARAJOS!
Carlos de
Jesús Zepeda Trujillo, ex Secretario de Desarrollo
Económico y Social del Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, cínicamente
insiste en que habrá de continuar “trabajando por el desarrollo del
municipio”, que “se puede hacer desde cualquier lugar”, como si alguna vez lo
hubiera hecho. A él hay que decirle, fuerte y claramente que:
Es el
culpable, junto con el Ayuntamiento actual, de que
en el municipio de San Cristóbal, ningún Desarrollo Económico y Social,
verdadero, se haya observado en los años recientes, y que él fue el
responsable del fracasado “desarrollo municipal”.
Es el
culpable, junto con el Ayuntamiento actual, de la
mala orientación y ejercicio de los recursos del pueblo, que solamente ha
servido para llevar los beneficios más importantes a los menos necesitados, a
los atendidos sobradamente, a los de su clase.
Es el
culpable, junto con el Ayuntamiento actual, de que
ningún proyecto, importante socialmente, se haya iniciado y concluido para la
mayoría de los ciudadanos Sancristobalenses.
Es el
culpable, junto con el Ayuntamiento actual, de que
la ciudad ya padezca, cada vez más, los problemas de una urbe grande, aunque su
fisonomía continúe siendo la de un pueblote lejano de la civilización,
la ciencia, la tecnología y hasta de “la mano y mirada de dios”.
Es el
culpable, junto con el Ayuntamiento actual, de que
las condiciones de bienestar social en las comunidades rurales del municipio,
continúen en abandono y miseria; su ingreso nada ha mejorado, no existen
proyectos productivos serios, ninguna acción sustentable se les ha ocurrido
promover y para nada se piensa en el medio rural cuando se habla de “desarrollo
económico y social”.
Es el
culpable, junto con el Ayuntamiento actual, de que
cuando se habla y trabaja por el “desarrollo económico y social”, únicamente
se piensa y trabaja para atraer beneficios económicos a hoteleros,
restauranteros, dueños de agencias de viajes, propietarios de salones para
convenciones, (no a todos, a los de siempre) y no en los más necesitados de la
ciudad y los trabajadores del campo.
Es el
culpable, junto con el Ayuntamiento actual, del
despilfarro de recursos públicos en el proyecto de “banquetas obesas" y
demás acciones que sólo medio sirven para aplicar maquillaje a la ciudad, aunque
lo realmente importante permanezca en el olvido.
Es el
culpable, junto con el Ayuntamiento actual, de ignorar
el bien común y privilegiar los intereses personales; preferir lo deshonesto y
menospreciar lo honrado; mentir, en lugar de hablar con la verdad; y simular,
ser hipócrita, antes que ser auténtico.
Es el
culpable, junto con el ayuntamiento actual de...
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