Por
todo el estado de Chiapas, recientemente,
corrió la noticia oficial de que habían aprehendido a algunos de
los “los rojos":
probados narcotraficantes, asaltantes, secuestradores,
extorsionadores,
ladrones y mal vivientes en general.
Como
siempre sucede en estos casos, el gobierno dijo a través de los
medios de comunicación a su servicio; que se aplicaría “todo el
poder del estado" para investigar a fondo, para deslindar
responsabilidades, para llevar a la cárcel y promover castigo
ejemplar a todos estos facinerosos.
Enorme
fue la sorpresa y no menor fue la alegría en los chiapanecos, al
enterarse de que por fin, “Los
verdes" en el poder se habían decidido por llevar a la cárcel
a “los rojos". Se
entendió como un rompimiento seco y extremo, pero necesario; se
sintió como una decisión madura e inteligente; se le observó como
un hecho que sentaría un precedente imborrable y digno de ser
replicado en todo el territorio mexicano.
Todo
eran aplausos, celebraciones y algarabía en el pueblo de Chiapas,
hasta que llegó la desagradable noticia completa; cuando el gobierno
de Manuel Velasco
Coello dio a
conocer la información de que se había decidido por llevar a la
cárcel a la BANDA de “LOS
ROJOS", se refería al minúsculo hecho de agarrar a la BANDA de
delincuentes que traían azotada, con “el Jesús en la boca",
a los habitantes del municipio de Pueblo Nuevo Solistahuacán y sus
alrededores, y no a lo que todo mundo esperaba: que agarraría a LA
BANDA DE “LOS ROJOS" DEL PRI. Lástima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario