Piensa, Prensa y Pega.

24 de enero de 2007

CHIAPAS, NUEVO GOBIERNO CON VIEJOS COSTOS Y COSTUMBRES.

El hábito no hace al monje y sólo para los oficios religiosos,las campanas se echan antes al vuelo.

En cualquier sociedad, independientemente de su modelo de desarrollo, gobernantes y gobernados tienen sus derechos y obligaciones. A los gobernados les asiste el derecho de exigir por la solución de sus necesidades, todas, pero también, están obligados a contribuir, así sea sólo con fuerza de trabajo, conocimientos, sugerencias o recursos económicos, pero tienen obligaciones.

Por otro lado, los gobernantes tienen el derecho de disponer de todos los recursos de la sociedad, pero para beneficio de ella misma, observando todas las normas y exigiendo a los demás el cumplimiento de las mismas.

Los gobernantes están obligados a cumplir y hacer cumplir, estrictamente, todo aquello que protestaron cuando tomaron posesión de su cargo; entonces, procurar bienestar social y desarrollo, es una cuestión que permanentemente debe estar presente y guiar toda acción de gobierno, del nivel que se trate y geometría política que represente.

Así las cosas, un gobernante, no tiene derecho a ser irresponsable, y debe ver en la mentira, simulación, manipulación y corrupción, a enemigos para la procuración de un buen ejercicio de gobierno y administración pública, jamás debe utilizarlos como sus aliados y, menos aun, volverlas conductas cotidianas o firma y sello de gobierno.

Un buen principio, en cualquier nueva administración, es aquella que arranca dando muestras de que, comprenden que las campañas políticas han concluido y que, lo que iniciarán son trabajos de gobierno, un conjunto de acciones, bien definidas y estructuradas, que van a permitir el cumplimiento de todo lo que ofrecieron y se necesita, no más, ni menos, y por si hiciera falta, tienen la responsabilidad de atender, cualquier situación o malestar social que se presente, aunque no lo hayan ofrecido, son gobierno y están obligados.

Hoy, inicio reflexionando de esta manera porque percibo que el actual gobierno del estado, bien puede estar ya iniciando todo un proceso administrativo, económico y político, condenado al fracaso, a la mejor producto de desconocimiento de realidades sociales, ocultamiento de hechos, manipulación de información, deslealtades prematuras o incapacidades profesionales para propiciar un buen trabajo, el que corresponde a colaboradores responsables, asesores visionarios o asistentes sensibles. Ser egresados del ITAM, con estudios en Inglaterra, Estados Unidos, ostentar posgrados y conducirse como sagrados, para nada asegura que sean capaces de asumir responsabilidades sociales, y menos que tengan el conocimiento, sensibilidad y práctica para comprender realidades y aterrizar discursos.

Voy a precisar, a ver si ayuda al gobernante y estimula la participación del gobernado, que al final de cuentas es lo único que busco y me interesa.

Todos los actos públicos presididos por el ejecutivo estatal, empezando con la toma de posesión y continuando con las reuniones sobre rezago educativo, CODECOA , CODECOM, la llegada del crucero “Ms. Ryndam” y la firma y otorgamiento de recursos en “patria nueva”, entre otros, más se les ha cultivado una fisonomía de campaña política, que de conclusión a previas reuniones de trabajo, donde estén todas las partes, participen, construyan entre todos, definan prioridades, asuman responsabilidades y sobre todo, que los mensajes dejen claro, si los hubiera, que son responsables actos de gobierno, partes de un conjunto de trabajos sustantivos, que sumados todos y con la participación de los ciudadanos, bien podrían ayudar a superar los rezagos e injusticias sociales, hasta hoy, único patrimonio de los chiapanecos.

Pero no, lo sucedido hasta hoy públicamente, ha tenido más sabor a continuación de la campaña política, para poder gobernar al Estado de Chiapas, que sabor a sólidas y congruentes respuestas de gobierno, concebidas en planes y programas, donde durante seis años, nada se improvise, no se gobierne con ocurrencias, con las vísceras, y menos con viejos y agotados “programas”, de cuando no existían mecanismos para el análisis de los ingresos e instrumentos y sistemas para la orientación, evaluación y control de gastos y resultados. Mientras continúen como en campaña y no se asuman como gobierno, todo nacerá contaminado y fuera de lugar y tiempo, cuestión mortal para todo buen ejercicio de gobierno.

Habiendo tantos conocimientos e instrumentos modernos, para hacer nacer y guiar una buena administración y gestión de gobierno, ¿para qué echar mano a viejas formas de relación y ejercicio de recursos públicos?, que, a la mejor algo ayudaron cuando los chiapanecos andábamos por el millón y medio de habitantes, pero hoy que somos alrededor de 4 millones 600 mil, sin duda, los “programas” nacen ya rebasados, y con muy pocas o ninguna posibilidad de poder llegar a representar verdaderos instrumentos para el desarrollo, ¿se buscan humanas políticas públicas o sólo politiquería para el público?, ¿se pretenden políticas que convoquen, unan y comprometan al trabajo o, sólo buenos instrumentos que mantengan a ciudadanos cautivos, estrategias que arrimen y amontonen personas predispuestas a movilizaciones para arrinconar, neutralizar o “convencer” adversarios?.

El gobierno del estado, entre otras cuestiones, en lo sucesivo tiene que ser más cuidadoso al presentar y arrancar acciones de gobierno, tiene que moderar el ambiente festivo que les construye, pues más pareciera que ya están celebrando resultados y no que apenas los están ofreciendo, esto, en el corto y mediano plazo, puede revertírseles y convertirse en la peor fuerza en su contra, construida por ellos mismos; las campanas se echan antes al vuelo sólo para los oficios religiosos y tal vez se vale porque, ofrecen para cuando muertos, no para cuando se malvive.

Desde luego, para nada estoy sugiriendo que, “los arranques” tengan que iniciarse en un ambiente de funeral, a escondidas o ya hablándose de fracasos, no, sólo que sean auténticos, reales, que no “disfracen” a los actores e invitados, que no sobredimensionen acciones y, eviten todo aquello que fácilmente se percibe con saborisantes y colorantes artificiales.

Un buen gobierno, se construye con una verdadera participación de los ciudadanos, antes que, a partir de favorables contratos con los medios, quienes luego, después en sus “prisas” por cumplir y cobrar a tiempo, se “resbalan y descuidan” a grado tal que, los ciudadanos frecuentemente nos encontramos con los mismos títulos, ponderaciones y hasta las mismas faltas de ortografía, nada casual y menos curioso.

Los chiapanecos necesitan mucho más que aseo y cambio de rostro, están urgidos de justicia, democracia, libertades y sobre todo de comida, empleo, techo, vestido, salud y educación que les permita, por si mismos, identificar y construir los satisfactores que les posibiliten ser felices y, disfrutarlo en un ambiente justo y de paz social. Los chiapanecos, más allá de rostro renovado, necesitan un cuerpo sano, fuerte y productivo, no quieren sólo nueva cara, y mucho menos que sólo se las vean.

Documento publicado originalmente en el periódico "la Foja Coleta" el 24 de enero del 2007.