Ya iniciaron mal todos aquellos y aquellas que,formalmente, ya son integrantes de los próximos ayuntamientos de Chiapas. Ya iniciaron mal aquellas y aquellos que, considerando el número de votos recibidos por sus institutos políticos, tendrán derecho a formar parte de los cuerpos edilicios de los que serán responsables: resolver las necesidades acumuladas, las solicitudes recibidas, los problemas que se manifiesten y, además,trazar y cuidar del buen rumbo social de las municipalidades. No es un peso y volumen, pequeños, lo que ya tienen encima las próximas mujeres y hombres que afirmaron, públicamente, desear formar parte de un ayuntamiento. No es una comisión de festejos la que habrán de recibir el primer día del mes de septiembre, las mujeres y los hombres que al igual que sus antecesores, gritaron en las plazas públicas que querían mucho a su pueblo, que querían servir y no servirse, que pretendían dar y no recibir, que llegarían para procurar felicidad. Lomás seguro es que se comporten de la misma manera que aquellos que les entregaran las administraciones y los malos gobiernos. Lo indudable es que a quienes lleguen, del color que sean, no les hará falta su dosis suficiente de corrupción, abuso de poder, tráfico de influencias, nepotismo y el cinismo sobrado para afirmar, en todo momento, que van bien, que el avance es como nunca y que el futuro es promisorio; aunque los fracasos sean evidentes y los atropellos a las leyes se den en todo momento y lugar.
Ya iniciaron mal y nada bueno, socialmente, hay que esperar de aquellas y aquellos que surgieron de los mismos grupos de poder político y económico, de los que por décadas se han aprovechado de los recursos económicos, naturales y materiales del pueblo de Chiapas. Nada bueno puede llegar con quienes nacieron de pactos cochinos, de traiciones, de acuerdos antisociales o de arreglos entre mafias de la política y la economía. Si los que llegarán como autoridades fueron escogidos e impuestos por las autoridades en funciones, ya se puede adelantar cuál habrá de ser su conducta y sus preocupaciones: servir y complacer al gobernador, a su mamá, a los colaboradores del ejecutivo, a sus líderes de partido y, el tiempo que les quede libre, lo aprovecharán con todo para servirse a ellos, a sus familiares y a los amigos. A los ciudadanos, ya luego verán cómo los entretienen, los distraen, los engañan o los detienen. No puede ser diferente mientras el gobierno designe a los gobiernos, mientras los engendre en apareamientos de asco y luego sean paridos para mentir, robar, simular, traficar e incumplir con los derechos de bienestar y felicidad; mientras los ciudadanos permanezcan apáticos, desorganizados y otorgando su voto a sus verdugos y bandoleros de siempre.
Ya iniciaron mal y con un ejercicio ligero se puede ejemplificar. Desde el primer momento en que la autoridad electoral otorgó reconocimiento, formal, a cada uno de aquellos y aquellas que habrán de ser los Ejecutivos, Alcaldes, en los municipios, debieron haber emprendido, con urgencia, la organización, capacitación, adiestramiento y, en general, acciones que incidan directamente en el desarrollo de capacidades, conocimiento y habilidades para asumir, responsable y plenamente, el conjunto de obligaciones que emana de sus cargos. Nada serio se ve o se sabe al respecto. Ninguna señal que indique que comprenden la naturaleza de su encargo, lo importante de su oficio, lo trascendente o decepcionante que puede llegar a ser su desempeño.
Lo que ya se sabe y con claridad, es que no pocos ya decidieron, desde ahora, que a toda su actividad futura le imprimirán un sello y aroma especiales, que abone a su figura, que cultive su presencia, que aromatice su existencia. Aunque socialmente, de manera sustantiva, en nada bueno contribuya a promover y provocar desarrollo social verdadero y justo.
Es así como no debe extrañar que la gran mayoría de losfuturos ayuntamientos inicien y concluyan como grupos en campaña y no como autoridades obligadas a hacer BUEN GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA HONESTA, en todos los sentidos que su responsabilidad implica. Continuarán con sus ruidos, bromas, bullas y banalidades. Los que más, simularán entender, aparentarán trabajar e iniciarán con los discursos que a ellos y ellas les sirve para confundir, adormecer, atontar, complacer o manosear los sentimientos de quienes intentan sorprender. No puede ser distinto cuando las raíces están podridas, el tallo viene torcido y las ramas con sus hojas visiblemente frágiles y enfermas.
Cómo pensar que en el municipio de San Cristóbal de las Casas va a resultar un buen ayuntamiento, cuando fuimos testigos de la manera en que se mal formó. Claramente, se vio cómo a quien se le antojó y pudo, acomodó su DEDO, sin que el candidato a Alcalde opusiera resistencia. Más bien parecía complacido.
Cómo pensar que ese montón de hombres y mujeres van a funcionar como equipo, si se sienten nombrados por el PATRÓN, LA PATRONA, los amigos del patrón o los hijos putativos de la patrona.
Cómo creer que en el ayuntamiento sabrán ser representantes populares, si al ALCALDE electo, en casi tres años como diputado; NUNCA se le vio encabezar ninguna de las tantas inconformidades ciudadanas legítimas, NUNCA se conoció que iniciara una ley que hoy esté beneficiando a sus representados, NUNCA se supo que observara u objetara alguna de las tantas frivolidades, abusos y desfiguro del gobernador Manuel Velasco Coello.
Cómo imaginar que el presidente C, Marco A. Cancino, va a resultar un buen representante popular, si nada dijo como diputado durante los casi tres años en que Francisco J. Martínez Pedrero, Roberto A. Morales Ortega y sus asistentes, hicieron y deshicieron con las leyes, el patrimonio y el destino del pueblo Sancristobalense.
Cómo pensar que El Alcalde C sabrá desempeñarse como buen representante popular, si sólo supo ofrecer amistad y cariño a una ciudad que él ve próspera; Cuando es un absurdo y provocación, ver prosperidad en una ciudad detenida y atascada por las deficiencias e insuficiencias de sus servicios elementales. Una ciudad y municipio secuestrado al capricho y antojos de los gobernadores en turno. Un municipio sometido a Ayuntamientos ensoberbecidos, calenturientos, corruptos, faltos de visión y totalmente ignorantes de sus funciones torales. DIFÍCIL VER A BUEN GOBERNANTE, EN QUIEN SÓLO HA SABIDO SER COMERCIANTE.
