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Piensa, Prensa y Pega.
20 de febrero de 2013
MALAS SEÑALES.
El presidente de la república, Enrique Peña Nieto, confunde ciudades y
estados; y en público, llamó al Senador Emilio Gamboa Patrón, Manlio Fabio
Beltrones.
El gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, se desmaya a 64
días de haber asumido su mandato, y aún le faltan alrededor de 2100 días para
poder concluirlo.
El presidente municipal de San
Cristóbal de las Casas, Chiapas, Francisco
José Martínez Pedrero, también en sus primeras semanas de gestión, un lunes
en un homenaje a la bandera en una escuela primaria, le dio un vahído.
Cuando las señales son claras, los
resultados son desastrosos.
Reflexiones y Precisiones
El
desmayo del gobernador de Chiapas; posibles orígenes y consecuencias
Sin ningún ánimo de exagerar, inicio
afirmando dos cuestiones importantes: primero,
hasta ahora, el gobernador Manuel Velasco Coello ha sido parte importante, casi
“la estrella”, en dos actos públicos que por su alcance y difusión mediática,
han sido aprovechados por él para mostrarse ante la opinión pública local y
nacional, como un joven político fuerte, con presencia ante la clase política
estatal y nacional, con importante apoyo del gobierno central, con capacidad de
convocatoria y con relaciones firmes con empresarios destacados de este país.
El primer acto fue su toma de posesión, a la que hizo llegar a poco más de la
mitad de los gobernadores de este país, así como a personajes importantes de la
iniciativa privada y de la política; y el segundo acto ocurrió con la visita
obligada que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, realizara al
municipio de Las Margaritas, con su gabinete legal y ampliado, como respuesta y
consecuencia de la marcha del Movimiento
Insurgente, calculada oficialmente en 40 mil bases de apoyo Zapatistas. Segundo, todos sus bonos, valoraciones,
calificaciones y proyecciones políticas logradas hasta la primera quincena de
febrero, se resquebrajaron, entraron en crisis y se fueron al piso, cuando el gobernador
chiapaneco se desmayó y tocó tierra, en el acto público del 12 de febrero en el
municipio de Teopisca, Chiapas. Ese día, gran parte, si no todo, de lo
construido en imagen, confianza y fortalezas hacia la persona del gobernador,
junto con él, también se fueron al suelo.
El desmayo que sufrió en público
el gobernador chiapaneco, Manuel Velasco Coello, lo mostró ante la opinión pública, local y nacional,
para empezar, como alguien sin fuerzas para poder sostenerse de pie, débil
físicamente, y eso no es una cuestión menor, importa e impacta demasiado
políticamente. Mucho de lo construido para el presente y futuro del gobernador Manuel Velasco Coello, cuando menos, hoy se
encuentra seriamente mellado y, de continuar las alteraciones en su salud,
éstas podrían terminar, si no arruinando en definitiva, sí frenando la carrera
política de “El Güero” Velasco. Un gobernador debe contar con una fortaleza
física, mental y emocional cada minuto de su día a día, a lo largo de los seis
años que dure su gestión; no puede ser un figurín de montaje, mediático, para
que luzca firme únicamente bajo los reflectores y en pantalla, no puede
permitirse ese tipo de desvanecimientos que lo único que reflejan es que algo,
dentro de esa compleja maquinaria que lo sostiene como servidor público de
primer nivel, está fallando. Quién sabe si él, sus asesores y amigos,
dimensionen adecuadamente esta situación; quién sabe si ya hacen algo para
recomponer lo sucedido y difundido nacionalmente; y lo más importante, qué
están haciendo para evitar que se vuelva
a presentar otro evento semejante. ¿Quién le administra los tiempos y
movimientos al gobernador?, ¿quién cuida de la alimentación y salud del
ejecutivo?, ¿quién le propicia equilibrios y límites a Velasco Coello? Tal vez
nadie, y eso es sumamente delicado en un titular del ejecutivo estatal.
El desmayo del gobernador de
Chiapas, por supuesto, no es
consecuencia de que a él se le haya descuidado su alimentación desde pequeño,
no, él es una persona a quien se le cuidó su salud, desde antes que naciera, y
su alimentación, seguramente, siempre ha estado apoyada en nutriólogos. El desmayo de “El Güero” tampoco es
porque le preocupe la tendencia del desempleo en México, porque, seguro, él en
sus 32 años nunca ha tenido, ni tendrá, necesidad de buscar un empleo, y mucho
menos, pasar por la angustiosa experiencia de conseguir un trabajo para poder
sobrevivir, educar, alimentar, vestir, curar, procurarse una vivienda,
etcétera, él y su familia. El desmayo
de “El Güero” no es porque le preocupe demasiado el desempleo, subempleo y sus
consecuencias en la familia y sociedad
en general. El desmayo del gobernador no
se debió al exceso de angustia que lo aqueja, o debiera aquejarlo, por lo que
sucede en el campo y en las ciudades chiapanecas. El desmayo de “El Güero” no es por hambre, sufrimientos de
injusticias, represiones, encarcelamientos injustos, persecuciones,
desnutrición crónica o un ejemplo claro que sintetice su nacimiento y
desarrollo en pobreza extrema o criminal miseria. El desmayo del gobernador es por nada de todo eso.
El desmayo del gobernador de
Chiapas, indudablemente, es
un reflejo de las tensiones y
preocupaciones por las que está pasando y enfrenta; por la escases de recursos
económicos, por los compromisos financieros incumplidos y por cumplir, y por
las presiones de los grupos políticos, económicos y sociales, que le persiguen,
atosigan y exigen, lo que les prometió, todo para lo cual él y su “círculo
rojo”, no estaban preparados. El desmayo
de “El Güero” comprueba falta de previsión, desorganización, incapacidad
administrativa, falta de habilidades
elementales, inmadurez y escasez de oficio político entre otras cosas, en el gobernador
Velasco Coello y en sus operadores políticos, económicos y de seguridad. El desmayo del ejecutivo chiapaneco comprueba que no tiene un verdadero equipo
de trabajo, profesional y comprometido con Chiapas ni con él; comprueba que
aunque esté rodeado de muchos y muchas, él está cargando con todo lo que
entiende y puede, y que a los otros no les interesa, no vinieron a eso o no
saben qué hacer y cómo ayudar a cargar y resolver, significativamente, las
difíciles y graves implicaciones que hoy exigen hacer buen gobierno y conducir con honestidad, transparencia y responsabilidad, la
Administración Pública Estatal, en las condiciones de desastre heredadas por
Juan Sabines Guerrero.
El desmayo del gobernador de
Chiapas, da también para
imaginar lo que está padeciendo por las herencias Sabinistas de todo tipo y los
apretones que le ha de estar aplicando Juan Sabines; las angustias por las que
ha de estar transitando para poder cumplir todos los compromisos que hizo con los grupos
políticos nacionales y locales; la desesperación que le causan las exigencias
de los empresarios del estado y el país, para que ya les empiece a redituar la
inversión que hicieron en él; la decepción que le ha de causar toparse con
infinidad de asuntos urgentes y delicados por resolver, y encontrarse con que
sus más cercanos colaboradores en nada, o muy poco, lo pueden ayudar; y para
completar, enfrentar diariamente las peticiones, coerciones y chantajes
familiares, para complacerlos y porqué no, hasta permitirles mandar o manipular.
El desmayo del Gobernador de
Chiapas en sus primeros 64 días de gobierno, es una muy mala señal, que en privado o a escondidas, ya le han de
estar cruzando apuestas “Los Albores”, “Los Aztecos”, “Los Pablistas”, “Los
Sabinistas” y “Los De La Veguistas”. Se han de relamer y ya se han de imaginar lo que puede suceder
dentro de 21 meses, cuando el gobernador Velasco Coello presente su segundo
Informe de Gobierno, y que, de continuar como va, “El Güero” pueda ser
“promovido” a una Secretaría de Estado o algún otro cargo político importante
en el país o el extranjero, sin necesidad ya de efectuar elecciones, y ahí sí,
todos ellos a repartirse el pastel, según sus fuerzas y mañas, de acuerdo a
relaciones, volumen y dinero. En este espacio, se escribió hace más de dos
meses: “El gobierno del “El Güero” puede resultar de muy poco tiempo y además
intrascendente”. El desmayo del
gobernador Manuel Velasco Coello y lo que se le ha visto en 73 días de
ejercicio de gobierno y administración, si otra cosa importante no sucede, bien
ya puede ser el principio de lo que hace meses aquí se escribió. Todo esto, sin
considerar lo que pudiera venir desde el Ejército
Zapatista de Liberación Nacional, el
Movimiento Insurgente que crece y avanza en silencio: sin ruidos, pero moviéndose; despacio, pero con prisas; sin hablar,
pero comunicándose. Un movimiento insurgente que no se desvanece.
Aviso del autor:
Francisco Ruiz Zuart ha decidido tomarse unas vacaciones. Así que, de
modo indefinido, no aparecerá esta columna. A los amigos y a quienes no lo son,
les avisa que estará totalmente ilocalizable por cualquier vía.
El Machucón
Senador Manuel Camacho Solís, ¿sabe usted por qué el gobernador Velasco Coello no ha dado a conocer de cuánto, verdaderamente, es la deuda total de Chiapas?
¿Sabe usted de los compromisos sensibles que Velasco Coello adquirió con Sabines Guerrero, como para que en más de dos meses y ante tantas evidencias de saqueos y corrupción, él todavía no reacciona defendiendo los intereses de quienes lo eligieron?
¿Sabe usted por qué ha incurrido en tantos resbalones y desfiguros, como cuando en 36 horas nombró y quitó a dos secretarios de Estado?
¿Sabe usted qué grupo político se está haciendo de más poder en el gobierno de “El Güero”? Los “De la Vega” nadan de a muertito: estuvieron con Albores, acompañaron a Pablo, se mantuvieron con Sabines y ya están con Velasco Coello? ¿No serán de los que en la charrería les llaman “Charros completos”?
EL PELLIZCO:
Senador Manuel Camacho Solís, su proyecto y producto de más de 12 años está en grave riesgo; en lenguaje de “las suertes charras”, se diría que: “Los Albores” son muy buenos para “Los Piales”; “Los Pablistas” resultan buenísimos para “El paso de la muerte”; “Los Aztecos” son excelentes para la “cala de caballos” y manejo de taquilla; “Los Sabinistas”, que sobreviven en adopción, son diestros en el “Jineteo de Yeguas” y dinero; y los que ya “futurean”, que les simulan a todos, son expertos en el manejo de corrales, saben muy bien seleccionar a los de cuidado, a los mansos y a los mensos.
13 de febrero de 2013
¿MADRUGAN O TRAICIONAN?
Gobernador Manuel Velasco Coello, ¿su “Unidad de Información e Inteligencia” le informa
puntual y lealmente?:
Sobre lo que andan haciendo las
personas identificadas con Pablo Salazar
Mendiguchía…
Sobre lo que teje en Chiapas,
el “equipo de trabajo” de Roberto Albores Guillén…
Sobre las maniobras de
posicionamiento y presión de “Los
Aztecos” que apadrinan al Senador Melgar Bravo…
Sobre “Los Sabinistas”
renegados o heredados y “Los De la Veguistas” que a usted le juraron “amor
eterno”.
Gobernador, a los que
madrugan ubíqueles a alguien que no duerma; y a los traidores deles ese trato.
¡Cuidado!, no vaya a ser que ya le estén trabajando su cama y su
caja.
Reflexiones y Precisiones
CARTA ABIERTA
Al Senador de la República, Manuel Camacho Solís.
Senador, aquí en
Chiapas se empezó a escuchar y a leer su nombre, en los tiempos en que el
presidente de México era José López Portillo; y el Secretario de Programación y
Presupuesto, Miguel de la Madrid Hurtado. Posteriormente, se supo más de usted
cuando a Miguel de la Madrid lo hicieron presidente de este país, y a usted le
asignaron tareas más importantes dentro de la Administración Pública Federal. Años
más tarde, su nombre emergió aún más a la luz pública, se convirtió en un
personaje conocido e importante cuando Carlos Salinas de Gortari llegó a la
presidencia de la república y lo hizo su cerebro y brazo políticos, tanto que los
principales actores políticos de este país, opinaban, en público o privado, que
Manuel Camacho Solís sería el
sucesor natural de Salinas de Gortari. Pero aquí en Chiapas, se le conoció bien
y más, de carne, hueso, palabra y hechos, hace 19
años cuando hizo su aparición ante México y el mundo el Movimiento Insurgente acuerpado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional; fue ocasión para que
usted representara al Ejecutivo Federal. Hasta aquí la introducción que busca
contextualizar la concepción que en Chiapas, existe de usted, como operador
político, desde hace 19 años, entidad a la que llegó usted vivo, y bien pudo
haber salido muerto.
Senador Manuel Camacho Solís, sus lazos familiares, irrenunciables con Chiapas, de alguna
forma por todos son conocidos. Por eso mismo, por esa irrenunciabilidad, y por
ese parentesco, el objetivo de la presente es comprometerlo seriamente a que
contribuya a superar la crisis económica, política y social que hoy padecen los
chiapanecos, y que, como van las cosas y
los casos, estas dificultades están encontrando las condiciones propicias,
inmejorables para devenir en un enorme
estallido social, que bien podría suceder en cualquier momento. Las condiciones objetivas y subjetivas ya
están dadas, maduras y amacizadas, ¿o no bastó la más reciente caminata de
las 40 mil bases de apoyo zapatistas,
mostrándose de día y en silencio?, ¿no le dice nada? ¿Y por qué, además,
recurrir a su persona?, porque aquí en la entidad, no pocos ven al actual gobernador como -desde
hace 13 años- un proyecto y producto suyo, que llegó a Chiapas, curiosamente, poco
después de que usted iniciara y diera forma y contenido al Partido Verde Ecologista de México; que nació, caminó y se
desarrolló -visto desde aquí-, a su sombra y señas. Lamentablemente, su
principal proyecto y producto, “El Güero” Velasco, resultado de más de una
década de tejer fino e invertir y promover en todos los sectores y frentes,
inició mal, a su capital político
podría sucederle lo que a la “espuma”; lo lamentable es que con este inicio
fallido, a los chiapanecos se les agudizarán, aún más, sus necesidades y
sufrimientos, por eso esta carta, para que como Senador de la República,
creador del “Güero” y familiar del Gobernador de Chiapas, haga algo urgente y
decisivo, primero, por los ciudadanos chiapanecos y luego por el gobernador.
Usted sabe cómo, dónde y cuándo hacerlo; sabe y entiende de formas, contenidos,
visión, pulso, tacto y olfato político. VAMOS
AL TEMA.
Senador Manuel Camacho Solís, a más de dos meses de que tomó protesta como gobernador de
Chiapas, Manuel Velasco Coello, no se le observa un equipo humano de
trabajo, experimentado, maduro,
compacto, comprometido con Chiapas y con él, un equipo que trabaje con seriedad.
Aún hoy permanecen en los puestos más importantes, personas más cercanas al ex
gobernador Sabines que al “Güero”, y
algo peor: en los nombramientos que ha hecho,
cuando no ha resbalado, ha caído,
nombró a un experimentado en bares y cantinas, “El Chachito”, como Secretario
de la Juventud y el Deporte, designó a un experto en cuestiones de outsourcing como Secretario del Trabajo, nombró a dos hermanos como
secretarios de Estado, en 36 horas nombró y removió a dos secretarios e
incorporó a su gabinete a Ana Elisa
López Coello, ex presidenta del Congreso del Estado y ex presidenta de la
Comisión de Hacienda y Vigilancia del Poder Legislativo, ambos cargos durante
la administración de Juan Sabines
Guerrero, desde donde fue cómplice del criminal endeudamiento que hoy
padece Chiapas. Como estos ejemplos no hay pocos y si afinamos la lente,
podríamos encontrar información aún más delicada y preocupante.
Senador Manuel Camacho Solís, si revisa usted toda la información que diariamente se
genera en Chiapas, pagada por el gobierno a cargo de su sobrino, el Gobernador Manuel Velasco Coello, da la impresión
de que todavía anda en busca del voto ciudadano, y de que a la fecha es incapaz
de asumirse como gobernador constitucional. Continúa con actitudes de campaña
política y todavía no se dedica a enraizar y desarrollar seriamente, las
acciones y posturas de un Ejecutivo Estatal maduro. Cuando debería ya de estar
informando de reuniones de trabajo y acuerdos al interior de su gabinete; lo presentan
vestido de charro, montado en un caballo, cuidándoles los detalles como lo
acostumbran en las telenovelas. Sus asesores deberían mostrarlo montado, pero
en los graves problemas de Chiapas, ejecutando “el paso de la muerte” para deslindarse y castigar a los sabinistas, y de paso que sirva para aquietar y hacerse
respetar por “los Alboristas”, “los Pablistas”, “los De la Veguistas” y
aquellos que andan ya queriendo futurear
con todos y comprometerse con nadie.
Senador Manuel Camacho Solís, qué cree usted, los asesores de Velasco Coello, antes que
mostrar a su gobernador en sesiones de conocimiento, análisis y acuerdos con su
gabinete de seguridad, agropecuario o social, les interesa más el vestirlo de
“parachico” y que baile por las calles del municipio de Chiapa de Corzo. Les
atrae más presentarlo con Anahí en la Plaza Catedral de San Cristóbal y
publicarlo en revistas del corazón, antes que ponerlo a explicar y razonar sus
futuros planes y programas de gobierno 2012-2018, en cada una de las regiones
económicas de Chiapas. Senador, “El
Güero” ofreció bajar el costo de la energía eléctrica, ya sucedió lo contrario
y él ha dicho nada; Sabines Guerrero eliminó la tenencia vehicular y él la impuso
de nuevo. Insensibilidad social y torpeza política es lo que se observa a
primera vista, así lo colocan sus asesores y secretarios de estado. ¿Qué, sus
asesores no encontraron otra forma, menos impopular, para hacerse de recursos
económicos, más que imponiendo, otra vez, la tenencia vehicular?
Senador Manuel Camacho Solís, Usted bien sabe que el estado de Chiapas está atorado en
una terrible crisis económica, política y social; que cuando menos, en los
últimos 35 años, los gobiernos sólo se han dedicado a saquear y empobrecer a
Chiapas; y que los atropellos e
injusticias sociales hacia los chiapanecos, han sido el pan de cada día durante
este tiempo. Si estamos ante una inocultable y casi criminal crisis económica,
política y social, lo más urgente es atenderla, detenerla y revertirla; con un
equipo de trabajo profesional y leal, con cabeza, carácter y calzones, pero por
lo que hoy deja ver con claridad el gobierno actual, no lo tienen claro. El
vacío de poder que viene generando y alimentando, es aprovechado por los grupos
políticos de siempre, esas mafias
locales que usted no desconoce y que
controlan municipios, regiones y según la coyuntura que se viva, al estado
completo. Las mafias que imponen
autoridades en todos los niveles y sectores del estado; del ámbito público,
social y hasta el privado. Las mafias
que sorprenden a los gobernantes para venderse como pulcros o imponerse como
delincuentes, cuando lo juzgan necesario. Los que provocan “incendios” y luego
“los apagan”; los que desestabilizan
socialmente y luego de lograr sus propósitos, “estabilizan” la situación. Las mafias que hoy ya rodean y
terminarán por “secuestrar” al gobernador Manuel
Velasco Coello.
Senador Manuel Camacho Solís, a 66 días del nuevo gobierno estatal, en lo sustantivo y de trascendencia social,
se ha hecho nada y no se ve para cuándo inicie. Puro circo y sin pan. Todo se ha reducido a imitar a tiempo la
palabrería del presidente de México, Enrique Peña Nieto, y a pasearse por las
ferias municipales. Ya está dando la impresión de que este gobierno, si
continúa como va, podría resultar peor que los anteriores, y que al gobernador
Manuel Velasco Coello lo reducirán a figura decorativa; que todo el verdadero
poder, lo ejercerán “Los Pablistas”, “Los Alboristas”, “Los Aztecos”, “Los
Sabinistas”, “Los De la Veguistas”, los renegados y ya adoptados, y aquellos
que andan con todos, sin compromisos de fondo con nadie. Además, algo todavía
más preocupante, lo más seguro es que, en su momento, los grupos políticos de
siempre, las mafias, se pongan de
acuerdo, le hagan alguna travesura al “Güero” y, vía “promoción política”, lo
regresen al centro del país, para que ellos continúen mamándole a Chiapas,
saqueando sus riquezas, ahondando en las injusticias y desigualdades, violando
leyes, atropellando derechos humanos, haciendo más rico al rico y más miserable
al pobre. Claro, mientras no reviente todo,
que parece cada día estar más cerca. Senador
Manuel Camacho Solís, como diría el tabasqueño
de MORENA, “con todo respeto”, dese por ubicado, avisado y requerido.
Quien esto escribe no espera respuesta escrita, pero sí su intervención
comprometida, urgente y decisiva; como
buen mexicano, como persona de academia y como alguien que está unido a Chiapas
no sólo por su sangre, sino además, por
su familia.
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