¿Asalto
o novela? Quién sabe si el presunto asalto a
su domicilio, denunciado por el diputado Presidente
de la Junta de Coordinación Política del
Poder Legislativo del Estado de Chiapas, Fernando
Castellanos Cal y Mayor, sea cierto o falso.
Hoy solamente él sabe la verdad. Sea como fuere, en nada lo ayuda la
forma en que hizo público el presunto hecho, y sí le da una
tremenda cachetada a
su patrón, el gobernador Manuel Velasco
Coello, quien mantiene una campaña
permanente sobre que la entidad chiapaneca es una “comunidad
segura”. Si como denunció Castellanos,
“un comando” de tres personas llegó de día hasta su hogar e
hizo lo que quiso, Chiapas no es “comunidad
segura” y el discurso del gobernador es
puro rollo navideño.
¿Cierto
o falso? El hecho denunciado por el diputado
Fernando Castellanos Cal y Mayor, golpeó
por la espalda a “El güero” Velasco,
y ya con el tiempo se verá que será una marca con la que Fernando
Castellanos Cal y Mayor tendrá que lidiar
toda su vida. Además, siempre existirá el riesgo permanente de que
en cualquier momento, ahora sí, se le aparezcan delincuentes reales,
con intenciones de muerte, o que una investigación profesional
policiaca, descubra que todo se trató de una patología de ansiedad
incontrolable por llamar la atención, para
hacerse de mayor poder político y económico.
Diputado
verde; el verde está verde. Mientras no se
encuentren elementos convincentes, permanecerá la duda sobre si lo
denunciado por “El legislador” chiapaneco, fue
una verdad increíble o una mentira para
políticos. Como sea, este hecho sirve para demostrar aspectos
ciertos en el diputado Castellanos Cal y
Mayor. Políticamente hablando, queda claro
que Castellanos Cal y Mayor
aún es un chamaco que no llega a la adolescencia. Si todo era
verdad, urgentemente debió revisar su seguridad personal y familiar,
guardar silencio y acudir a las autoridades correspondientes; con eso
era suficiente, no era necesario montar una protagónica conferencia
de prensa con los bebés en los brazos y la esposa con cara de
espantada. Si todo es un montaje de la marca “Laura
Boso”¸ el diputado está en grave riesgo
de ser descubierto y con ello dar por concluida su “carrera
política”. De
resultar así, habrá de continuar sólo sirviendo para cargar
portafolios con dinero, como en aquella ocasión de tiempos
electorales, cuando fue descubierto y detenido por la policía
federal, en posesión de una maleta con mucho dinero, en el
aeropuerto chiapaneco Ángel Albino Corzo.
¿A
quién ayuda? Si el
asalto denunciado por “El legislador”
Castellanos, no
beneficia a él ni a su gobernador, ¿a quién ayuda? ¿Ayuda al
hasta ahora todopoderoso Juan Sabines
Guerrero, al grupo de Roberto
Albores Guillén, o al resucitado equipo de
Pablo Salazar Mendiguchía?
Sabines, Albores y Pablo Salazar,
de alguna manera, indudablemente, sí están interesados en hacerse
de la presidencia municipal de la capital del Estado; pero también
lo está y siente que es su derecho, el gobernador Manuel
Velasco Coello, y todo apunta a que su
candidato sería Fernando Castellanos Cal y
Mayor. De una cuestión sí se puede estar
seguro: el cerebro
culpable del asalto inteligente
o la novela azteca, está
en uno de estos cuatro grupos, no hay que ir más lejos. Si fue
Sabines, no es de
extrañarse; si lo ordenó Albores,
se comprende; si lo tejió Salazar
Mendiguchía, no sería una novedad; pero si
lo armó e implementó el diputado Castellanos
Cal y Mayor, faltaría saber si el
balazo en el pie se lo dio solo o con la
venia y ayuda del gobernador Manuel Velasco
Coello. Como haya sido, todo esto en nada
ayuda al bienestar de los chiapanecos; pierden el tiempo y esto
estaría dejando ver y anunciando, que ya estamos ante una temprana
disputa -entre mafias de la política- por la presidencia del
municipio de Tuxtla Gutiérrez. Ya iniciaron los jaloneos, la campaña
política para el 2015 y vienen dispuestos con todo, para darse a
muerte. “la plaza”
bien lo vale, han de pensar ellos.
Grave, muy grave. Resulta
algo, públicamente nuevo, lo denunciado por el abogado Horacio
Culebro Borrayas, de que los grandes
protectores del ex gobernador Juan José
Sabines Guerrero, son los magistrados de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación; Sergio
Valls Hernández y Margarita Luna Ramos. La
novedad dentro de la novedad, fue que también incluyó al gobernador
Manuel Velasco Coello,
al dar a conocer que está recibiendo fuertes presiones del Ejecutivo
Estatal hacía su persona, para que deje en paz a Sabines.
A los magistrados y al gobernador culpó el abogado Horacio
Culebro Borrayas, del hecho que no se haga
justicia, ni caso a las demandas presentadas por él en contra del ex
gobernador Sabines; con
seguridad, Culebro Borrayas tiene
evidencias para probar su dicho. Después de más de una semana de
haberse hecho público este grave señalamiento, los magistrados han
dicho nada y el gobernador Velasco Coello
ni se ha dado por enterado. Los chiapanecos tienen derecho a una
explicación de los magistrados y de su gobernador, y todos ellos
tienen la obligación de contestar a esta grave imputación: son
miembros destacados de la Suprema Corte de Justicia de este país,
unos, y el otro, gobernador; no son jueces rurales y comisariado
ejidal –con perdón de los jueces y comisariados- de alguna de las
miles de comunidades olvidadas de Chiapas. Resultaría interesante
escucharlos contestar, o ver cómo el abogado Culebro
Borrayas les arrima más leña
y lumbre para hacerlos reaccionar. El robo de
miles de millones de pesos, propiedad del pueblo chiapaneco, bien
valen más leña y lumbre.
Dos comitecos y un tuxtleco; no hay coleto.
Los que conocen la tubería alimentadora y el
drenaje político del gobierno de Chiapas,
confían que los rounds de sombra
para las próximas elecciones federales, entre los comitecos, Eduardo
Ramírez Aguilar y Juan Carlos Gómez Aranda,
y el tuxtleco Fernando Castellanos Cal y
Mayor, se da de manera permanente. Ellos,
antes que dedicarse con todo, profesionalmente, a la responsabilidad
que les confiaron, hasta su mínimo esfuerzo y actividad, no olvidan
politizarla. Pareciera que no les atrae ser útiles socialmente
mediante el cumplimiento de sus obligaciones, sino que les importa
sólo hacer ruido y llamar la atención con eso. Según parece;
Ramírez, Gómez y Castellanos,
su mayor preocupación diaria es no perder o conseguir más amor
del gobernador, y no el cumplimiento cabal de sus obligaciones.
Quienes saben de “letrinas y drenaje
institucional”, confían que es constante y
que ya se nota demasiado el hecho que, Ramírez,
Castellanos y Gómez Aranda, hacen esfuerzos
extraordinarios por tratar de adivinar: ¿qué le gustaría escuchar
al gobernador?, ¿cómo agradar a la mamá de Velasco Coello?, ¿de
qué manera opacarse entre ellos,
aunque no haga falta?,
¿cómo hacerle para retirar a quien más se acerque a “El güero”?,
¿cómo obtener “calor y corriente”
con aroma del “güero”?. Como si estuvieran en la grabación de
una telenovela de amor; con encuentros furtivos, amores comprados,
contratos de amor, sueños eróticos, abusos del patrón, travesuras
entre niños, la mamá “estirada”,
infidelidades ingratas o entregas pasionales por dinero. Ninguno de
ellos se da cuenta que están frente a una realidad lastimosa y
olvidada, urgente de atender y superar. Nadie se da cuenta de la
realidad, tremendamente explosiva, sobre la que están sentados.
Nadie de ellos, hasta hoy, ha entendido lo que debe y puede hacer.
Nadie de ellos ha comprendido que tienen la obligación prioritaria y
extremadamente urgente de hacer buen gobierno
y una eficiente administración pública.