Piensa, Prensa y Pega.

25 de noviembre de 2008

25 de Noviembre del 2008.

Del 21 al 24 de noviembre, en 72 horas, el Gobierno de Chiapas destacó tres referencias hacia el fallecido ex Secretario de Gobernación, las ofreció en términos de homenajes póstumos a Juan Camilo Mouriño: en el 91 aniversario de la CONCANACO-SERVITUR; en la ciudad de Palenque; y, en “nuevo Juan del Grijalva”.

Pareciera que el Ejecutivo Estatal extraña demasiado la ausencia física de Juan Camilo, por momentos, y ante tanta publicidad, ya no se distingue bien si trabajaba para el Gobierno del Presidente Felipe Calderón o para el Gobierno de Don Juan.

Con tantos rituales e incienso, ya no se aprecia bien quien lo lamenta y le llora más, si el Presidente o el Gobernador.

¿Cuántos negocios se truncaron?, ¿Cuántos favores quedaron sin saldar?, ¿Cuánto futuro político del mandatario Estatal, se invirtió y se le apostó por esa vía? y ¿Cuánto, verdaderamente, se llevó como secretos el difunto?.

El Gobierno del Estado debe guardar compostura y mesura, por que tanta invocación a Juan Camilo da y sobra como para sospechar que lo extrañan y le lloran, no por lo que dicen que él fue, si no por el fracaso de la inversión que con él hicieron.

23 de noviembre de 2008

23 de Noviembre del 2008.

Como resultado del esfuerzo interesado y desesperado que el Gobierno de Chiapas realiza hacia el exterior de la Entidad, para penetrar, posicionarse y cosechar, en los grupos de poder que toman las decisiones en la economía y la política del país, para eso, el viernes 21 se trajo a la capital chiapaneca la celebración del 91 aniversario de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo. Vale la pena describirla para entenderla.

Desde Chiapas, los más de 500 Empresarios se premiaron y cuidaron hacer sentir su presencia, enviando saludos de solidaridad y compromiso al Presidente Felipe Calderón: de eso se trataba.

También, como para saldar las cortesías, el Presidente de la CONCANACO-SERVITUR Mahbub Sarquís, dijo que Chiapas es un lugar atractivo para la inversión y calificó al Gobernador Juan Sabines, como un aliado de los empresarios de México: nada desconocido y novedoso.

En este dispendioso intercambio de piropos, que siempre se cobran por encima de su valor, se dijo que “Cámaras Empresariales y Organizaciones Sociales” de Chiapas entregaban a Agustín Carstens, Secretario de Hacienda del país, un reconocimiento por el apoyo que dio a Chiapas en el presupuesto para el 2009.

Luego Agustín Carstens correspondió con halagos y, como clarividente, predijo un futuro promisorio a las inversiones en la Entidad.

Después, como si hiciera falta, el Gobernador Sabines expresó reconocimientos amplios al Gobierno de Felipe Calderón, que dice, permite que Chiapas “continúe en el fortalecimiento y consolidación del desarrollo sostenido”, ¿cuál desarrollo?.

Al final, y como para amarrar y remachar la inversión que significó traer a Chiapas la celebración de la CONCANACO-SERVITUR, mañosamente echaron mano de una fibra altamente sensible del Presidente de México, ofrecieron un homenaje póstumo a Juan Camilo Muriño, amigo entrañable y tal vez socio insustituible de don Felipe Calderón.

Según lo observado y escuchado, lo sucedido se montó como un acto más para el negocio y un mal circo de pueblo que, al día siguiente los Medios oficialistas amanecieron festejando con una burda manipulación y falta de respeto: en una fotografía aparecieron, Agustín Carstens, Juan Sabines, Mahbub Sarquís, Abud Attie, Saade Charur, junto a un Zinacanteco y un Chamula, como para llamar la atención, decorar y validar todo lo dicho y hecho.

20 de noviembre de 2008

20 de noviembre del 2008.

La reciente garrotiza política que el fin de semana sufrió Sergio Lobato García, Diputado Local, debería enseñarles mucho a todos los vividores de la política, que buscan el futuro fácil, acompañado de larga vida, disfrutando y abusando de los recursos públicos.

Todos los vividores de esta actividad, la politiquería, deben de aprender del manoseo, humillación y engaño que, seguro, no disfrutó el Diputado Lobato García, quien: durante el 2006, siendo Presidente Municipal Priista, fue utilizado para empujar el triunfo del hoy Gobernador Perredista; en aquellos tiempos, “el puma”, su Secretario particular, filtraba que, “Don Juan” le ofrecía a Sergio Lobato lo que quisiera, por supuesto, menos la Gubernatura; incluso hicieron creer a Lobato García que si Sabines Guerrero lograba la Gubernatura, después de él, el hombre más fuerte en Chiapas sería Sergio Lobato.

Después de los tiempos electorales donde Sabines alcanzó la Gubernatura, en el proceso de estructuración del Gabinete Estatal, en ningún momento descuidaron cultivar el ego de Sergio Lobato, haciéndole sentir que tenía tamaños para, en Chiapas, manejar las finanzas, la seguridad o la política interior.

Tomó posesión Juan Sabines y en su gabinete no incluyó a Lobato García: inmediatamente, “propios y extraños”, le hicieron concebir y aceptar que “El Gober”, su amigo, le tenia un lugar reservado en el Congreso Local, desde donde lo haría crecer, para estar en condiciones de, primero, lograr la Presidencia del Congreso y, después, ya con cancha y equipo, llevarlo a una silla en el Congreso de la Unión y, luego encaminarlo a la Gubernatura de Chiapas.

Aunque usted no lo crea, en privado, así lo entendían, lo confiaban, festejaban y, se disponían las formas “cuidadosas” para filtrarlas y difundirlas. Con mañosa discreción, para multiplicar adeptos.

Contrario a todo y como destruyendo el encanto, hace unos días, el único que manda en Chiapas dispuso que a la Presidencia del Congreso Local llegara Sami David David, hechura de su padre y verdadero amigo de él.

Todos ellos, los vividores de los recursos del pueblo, deben aprender que en el reparto del poder, no basta con ser de la misma especie y con los mismos vicios, si no que, también cuenta mucho lo de la antigüedad.

16 de noviembre de 2008

16 de Noviembre del 2008.

Sobre el caso Muriño-Vasconcelos, Antonio O. Garza, Embajador de los Estados Unidos en México aseguró que, “no hay indicio alguno de que se haya tratado de un sabotaje o atentado, y sí de un trágico accidente”.

Dijo también, “he estado en contacto regular con el Jefe del equipo del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte y hoy hablé con él una vez más”.

“Me confirmó que, a la fecha, nada en la grabadora de datos del vuelo, la grabadora de voz de la cabina, o cualquier otra evidencia recuperada en la escena del trágico accidente, indica que haya sido causado por sabotaje o actividad criminal”.

Jodido, lo que nos faltaba, ahora resulta que es el Gobierno Yanqui quien, en los hechos, tiene y lleva las investigaciones, por ello, fueron capaces de ser los primeros en emitir una opinión tan inoportuna y tendenciosa, apoyándose en una supuesta información que, cuando menos en esta etapa de la investigación, sólo debiera tener acceso el Gobierno Mexicano.

¿Por qué el Gobierno de México permitió, en silencio, que el Embajador gringo se le adelantara a “informar” sobre un asunto tan delicado?.

¿Por qué la premura de los gringos en descartar un atentado y amacizar la hipótesis de “trágico accidente”?.

Después de que el Embajador Yanqui madrugó al Gobierno mexicano, con lo de “trágico accidente”, bien se le puede incluir como sospechoso y concluir que ellos pudieron no haber venido a coadyuvar en las investigaciones, si no a “limpiar y cuadrar” el escenario criminal.

13 de noviembre de 2008

13 de Noviembre del 2008.

El jueves 13 de noviembre, los Medios de comunicación al servicio del Gobierno de Chiapas, amanecieron anunciando que Juan Sabines Guerrero, había sido recibido en la ciudad de México por el nuevo Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.

Cacaraqueando con excesiva alegría y entusiasmo, los Medios dieron cuenta que el titular del Ejecutivo Chiapaneco, es el primer Gobernador al que atiende el reciente Abogado del ex Gobernador Roberto Albores Guillén.

A las frases de elogios corrientes y ponderaciones huecas, las acompañaron con información gráfica donde Gómez Mont, Secretario de Gobernación, ríe satisfecho y Juan Sabines le da la mano con ansiedad inocultable, al mismo tiempo que pareciera intentar poner su cabeza sobre el hombro izquierdo, a la altura del corazón del Secretario.

Resulta obvio suponer que detrás de todo esto está la mano completa del Gobierno de Chiapas que, intenta vender la idea de que con la muerte de Juan Camilo Muriño: el Gobernador no quedó huérfano; que sus relaciones con el Gobierno de la República son mejores que antes; que Sabines, cuando quiere, resulta más hábil que todos los Gobernadores del país; que está en el ánimo del Presidente Calderón; y que, por lo tanto, es un Gobierno fuerte y con presencia en la política nacional.

Por supuesto, nada de todo esto es cierto, Chiapas continúa siendo un Estado maltratado por el Gobierno de México: no recibe los apoyos económicos justos; le saquean sus recursos naturales de todo tipo; la relación fiscal entre la Federación y Chiapas es injusta y abusiva, comparada con el trato hacia otros Estados; el Ejecutivo Estatal es tratado como gerente departamental; y, para el Gobierno Federal, la mayoría de la población chiapaneca, no es más que una abundante y prometedora mano de obra barata, a la que hay que acercarle empresarios y trasnacionales, para que la esclavicen más y exploten mejor.

Por más que el Gobierno Estatal se esmere en pintar y difundir una relación estrecha, favorable y hasta cariñosa con el Gobierno de Felipe Calderón, la experiencia de los dos últimos años, demuestran sobradamente lo contrario.

9 de noviembre de 2008

9 de Noviembre del 2008.

Ocho días va a cumplir la caída del avión donde viajaba y murió Juan Camilo Muriño, Secretario de Gobernación.

En esta semana mucho se ha dicho sobre Juan Camilo: que era demasiado inteligente; que derrochaba sensibilidad; que le sobraba visión; que sencillez no le hacia falta; y que, aún con nubarrones, de lejos, se apreciaba fácilmente su firmeza y lealtad.

También se ha mencionado, hasta el cansancio, que le observaban una enorme dedicación y amor por México; que era un apasionado de los diálogos y acuerdos; que condujo atinadamente al Gabinete de Seguridad Nacional; y, que su franqueza y honestidad, en él, se sentían, se olía y se veía.

Toda la semana, Muriño Terrazo ha venido siendo dibujado como estadista, humano excepcional y de sobrados tamaños y talento, todo, aunque sus hechos y resultados terrenales estén lejos o contrapuestos a todo lo que se le festeja y que los mexicanos jamás vieron o celebraron.

Desde luego, es el Gobierno el promotor de todas las expresiones y comedidos calificativos, a favor de Juan Camilo: no es el pueblo de México; no lo vieron ni lo expresan los millones de mexicanos pobres; no lo están calificando los millones de campesinos que no se les escucha y atiende; no es la calificación de todos aquellos que diariamente padecen y pagan por la inseguridad en México; no es la opinión y calificación de la mayoría de mexicanos que todos los días sufren para poder medio comer y vivir.

Tampoco son las expresiones de todos quienes, en los últimos años, han perdido su empleo, han perdido violentamente algún familiar, han perdido poder adquisitivo o han perdido toda esperanza de vida digna en México, y que han decidido emigrar a los Estados Unidos, aunque para ello pongan en riesgo su vida: no, es la opinión oportuna expresada y promovida por el Presidente de México, hacia un amigo y cercano colaborador suyo, ni más ni menos. Es sólo eso.

6 de noviembre de 2008

6 de Noviembre del 2008.

Si revisamos y asociamos las acciones de la delincuencia organizada en México, en los últimos meses; si hacemos un recuento de todas las provocaciones y enfrentamientos en los años recientes; si contabilizáramos el número de “levantones”, desaparecidos, muertos y heridos; si valoramos los niveles de infiltración y corrupción, presentados en las instituciones relacionadas con la seguridad y el combate a la delincuencia; si repasamos los atentados evitados, cometidos y conocidos; y, si concluimos que, hasta hoy, el crimen organizado en México no ha mermado, se ha multiplicado, fortalecido y radicalizado, entonces, queda claro que los criminales cuentan con los recursos y relaciones suficientes, no sólo para “bajar” a un pequeño jet con un Secretario de Estado y un Asesor en Seguridad, seguramente también tienen las capacidades para simular “accidentes” en aeronaves de mayor tamaño, incluidas las presidenciales.

La información conocida, sobre el peso y los alcances de la delincuencia organizada actual, basta y sobra para suponer que el jet de Juan Camilo Muriño, no se accidentó, si no que pudo haber sufrido un atentado.

No hay que olvidar que, al principio de su gestión, el Presidente Felipe Calderón confesó públicamente amenazas hacia su persona, es necesario recordarlo y dimensionarlo adecuadamente, después, bien podría resultar la conclusión de que el jet de Gobernación no sufrió un accidente, si no que “lo bajaron”.

¿Porqué las prisas del Secretario Luis Telles en declararlo accidente, cuando las investigaciones ni siquiera habían iniciado?.

Para tranquilidad de todos, las investigaciones tienen que conducirse con profesionalismo; dedicarse a buscar y encontrar la verdad y, evitar sólo ocuparse en construir la conclusión que más conviene en la coyuntura actual y a la imagen del Gobierno en turno.

En lo sucesivo habría que extremar precauciones, bien se sabe que la primera ocasión, se piensa y cuesta, después corre el riesgo de volverse rutina.