LICENCIA
PARA ROBAR. Eso
parecía ser lo que amparaba la actitud de Francisco
José Martínez Pedrero y Roberto Arturo Morales Ortega,
presidente y síndico, respectivamente, del ayuntamiento de San
Cristóbal de Las Casas, Chiapas, cuando desvergonzadamente
reaccionaron ante la demanda de respeto a las leyes, transparencia,
información y explicaciones, fundadas y exigidas por el regidor
Verde-Ecologista, Juan
Salvador Camacho Velasco,
en la sesión ordinaria del cabildo el 17 de julio por la mañana.
Posterior a la reunión, para quienes la tenían, ya no les quedaron
dudas de que el actual ayuntamiento coleto, al igual que otros, se
conduce en la absoluta corrupción en todo su quehacer público y
privado, y ello explica por qué tanta secrecía en el manejo de la
información relacionada con las disposiciones de los recursos
económicos, materiales y humanos, bajo la responsabilidad de la
administración municipal en cuestión.
El
regidor Verde-Ecologista, Juan Salvador Camacho Velasco,
con cada señalamiento, cuestionamiento y exigencia, parecía
desvestir y dar de nalgadas a
Francisco José, Roberto Arturo, Marco A. Sánchez Guerrero, Enrique
Lara Coello, Luis Penagos López, Adriana Guillén Hernández,
Fernando Pérez Jonapá, Daniela Ruiz Pedrero, Marco Antonio Santiago
Sánchez y al resto
de sus compañeros regidores, cuando a unos trató como abusivos
inllenables y a otros como copartícipes ignorantes,
apaciguados por unas cuantas migajas que les avientan. El regidor
Verde-ecologista, en
la sala del cabildo, no dejó duda de que sus compañeros aprueban
las cuentas públicas mensuales, conociendo únicamente el resumen
–sin el debido soporte financiero-, lo indispensable de los
ingresos y egresos, y que siempre validan la contabilidad mensual,
sin conocer los detalles, sin revisar los nombres y apellidos, sin
detenerse a ver quiénes son los beneficiados con los recursos
económicos que se erogan –partida por partida-, al antojo, gusto y
satisfacción de Francisco
José Martínez Pedrero y Roberto Arturo Morales Ortega,
quienes con su conducta, traicionan la confianza absoluta que en
ellos ha depositado la mamá del gobernador, Leticia
Coello Garrido, su
hijo, Manuel, y
los familiares de ambos.
Miserias
en sus principios morales y olores nauseabundos,
se observaron y sintieron cuando el regidor Juan
Salvador Camacho Velasco exigió
públicamente detalles muy sensibles y comprometedores para el
presidente municipal y síndico coletos. Les pidió, con fundamento,
la nómina del personal
eventual, en la cual
se han ejercido poco más de 11 millones de pesos; información
detallada de las partidas presupuestales, “despensas”
y “alimentación de personas”
para los cuales se han presupuestado $5,495,283.85 pesos y
$8,631,575.71, respectivamente, y que se ignora todo sobre los ya
beneficiados con la compra y asignación; información específica
sobre la misteriosa partida 3421
“servicios de
cobranza, investigación crediticia y similar”,
donde se llevan ejercidos $408,873.90 pesos y que también se
desconoce de qué se trata, a quién beneficia y lo conveniente o
absurdo del gasto que ya fue aprobado con los ojos cerrados.
Pareció
que a Francisco José Martínez Pedrero y a Roberto Arturo Morales
Ortega, los despojaban de sus prendas de vestir más íntimas,
sucias y percudidas, cuando el regidor verde-ecologista
también les solicitó
por escrito, las particularidades relacionadas con los rubros
presupuestales 3611
“gastos de
propaganda” y 3612
“publicaciones
oficiales” donde ya
se gastaron $799,202.73 y $479,309.00, en ese orden (aquí debe
aparecer cuánto se destina a sus porristas con pluma o micrófono,
cuánto para hacer más rico a
Francisco Narváez Rincón
dueño de la radio XEWM,
quien ordenó de
manera iracunda, bloqueo total en su medio de comunicación a las
exigencias de Juan
Salvador Camacho Velasco),
cuánto cuesta su servilismo y complicidad incondicional y a cuánto
asciende el beneficio total que perciben “El patrón” y “El
señor de las canas”.
Igualmente, los miembros del ayuntamiento sudaron frio de pies y
manos, cuando les requirieron formalmente, los conceptos particulares
sobre la partida 3831
“congresos y
convenciones”,
donde hasta hoy se guardan todos los números de los gastos
relacionados con la “feria
de la primavera y de la paz 2013”;
el negocio anual anti
estrés utilizado
para llenarse más las bolsas, el ego y el estómago, que dio a
conocer el regidor, ya fue aprobado sin conocer el respectivo informe
general y particular, que debió presentarse hace ya varios meses.
Cuando
ya parecía que el nieto del ex gobernador Manuel Velasco Suárez
concluía, se decidió
por aventarle más carbón
y carne al asador,
emplazando formalmente al ayuntamiento coleto a que se le
proporcione, como es su derecho, toda la información de este año
sobre las partidas
presupuestales 4391
“otros subsidios”,
donde ya se gastaron $4,918,728.19 pesos; la
4451 “ayudas
a instituciones sin fines de lucro”
donde “informan”
haber erogado
$1,503,701.18 pesos, que ya fueron aprobados también, sin dar a
conocer las especificidades en que se ejercieron los recursos del
pueblo, los criterios que se utilizaron para gastar lo que no es de
ellos y a quiénes benefician con sus decisiones a escondidas, con
sus informes mañosos y sus aprobaciones en condiciones irracionales.
El
primo hermano del gobernador de Chiapas y nieto del ex gobernador
Manuel Velasco Suárez,
dio la impresión de estar totalmente resuelto a ser un regidor
honesto, corriendo
todos los riesgos personales y familiares, físicos y políticos, que
ello implica, que no son pocos,
cuando “les arrimó
toda la maciza” al
solicitarles, enérgicamente, que se dejen de informes castrados y
tendenciosos, y que den cuenta, pronta y suficientemente, de todo lo
relacionado al capítulo
6000, pero no con
obras y proyectos
llenos de números y nombres muy generales: exigió información
física, financiera y técnica, detallada y comprobable, y lo
relativo a las obras y proyectos que dejó no concluidos la anterior
administración municipal, donde el
síndico fue Carlos Morales Vázquez,
primo hermano del actual síndico Roberto
Arturo Morales Ortega.
El
regidor Juan Salvador Camacho Velasco,
hijo del político y
académico Manuel Camacho Solís y nieto del General Manuel Camacho
López, con las
atribuciones que le confiere la ley, los emplazó formal y
fuertemente a que hagan pública toda la información relacionada con
las actividades oficiales que desempeñan, que incluye la relativa al
capítulo 6000,
y en este caso, particularmente, la
6111 obra nueva,
edificación habitacional; 6121
obra nueva, edificación no habitacional; 6123
rehabilitación y/o remodelación, edificación no habitacional; 6141
obra nueva, división de terrenos y construcción de obras de
urbanización; 6142
terminación de obra,
división de terrenos y construcción de obras de urbanización; 6143
rehabilitación y/o remodelación, división de terrenos y
construcción de obras de urbanización; 6144
ampliación, división de terrenos y construcción de obras de
urbanización; 6151
obra nueva, construcción de vías de comunicación; 6223
rehabilitación y/o remodelación, edificación no habitacional; 6241
obra nueva, división
de terrenos y construcción de obras de urbanización, y 6321
proyectos productivos.
La
penúltima arrinconada,
como ya no queriendo, que Camacho
Velasco les acomodó
a los miembros del ayuntamiento coleto, se dio cuando les hizo ver
que el Periódico
Oficial número 12
segunda sección, de fecha 30 de enero de este año, considera
$155,544,034.63 pesos,
para la partida 8321
“fondo de
aportaciones para la Infraestructura Social Municipal”
y que ellos solamente hablan, muy limitadamente, de $131,661,840.01
pesos. Existiendo una diferencia, en números redondos, de 24
millones de pesos. La caricia
final se presentó en
el momento en que el regidor Juan
Salvador Camacho Velasco denunció públicamente e increpó de
frente, en cuatro ocasiones, al síndico Roberto
Arturo Morales Ortega,
diciéndole que había
manipulado a favor de sus intereses personales, la Ley Estatal de
Fiscalización, que
había cometido delito al distribuirla mutilada, y urgir y presionar
a los demás regidores para que, de esta manera, firmaran a ciegas
–sin conocer los
pormenores de cada rubro presupuestal-, las cuentas públicas
mensuales relativas a este año, que comprendió hasta el mes de
junio.