Piensa, Prensa y Pega.

9 de agosto de 2005

DEL E.Z.L.N. Y ABSURDAS CONCEPCIONES SOBRE SU MOVIMIENTO

“Piensan” que a la casa le falta pintura, no que urge construirla de nuevo... o nos caerá encima.
Cuando hace casi 12 años, hizo su aparición pública el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, los gobernantes y la clase política se preguntaban intrigados, ¿cuántos son?, ¿quiénes son?, ¿dónde están?, ¿de dónde vienen?, ¿qué quieren?, ¿con cuánto será que se conforman?, ¿quién es el líder?, ¿de dónde es?, ¿qué filiación política tiene?, ¿qué estudios tendrá?, hay que contactarlo para “calibrarlo” y medir sus aspiraciones, infiltrarlos, dividirlos, confundirlos, y cansarlos; luego algún apoyo material, la promesa que estarán en nuestros corazones y un abrazo de campaña que incluya dos palmadas en la espalda, con guiño de ojo y asunto arreglado. Desde un principio, con esta “profundidad y sentido de responsabilidad social”, se observó, e igualmente se trató el problema. Desde las primeras horas de la aparición del E.Z.L.N., pusieron a trabajar sus “neuronas útiles”, para encontrar “el mejor nombre“ para presentar a los zapatistas a la sociedad internacional y nacional, había que evitar el “incómodo” nombre que decidieron al nacer, y concluyeron que el nombre que mejor se acomodaba a sus intereses era el de “transgresores de la ley” y empezaron a deslizar la idea de que podían constituir un “problema de seguridad nacional”, una amenaza para las instituciones, un elemento no deseado que podría poner en “grave riesgo la paz y orden” establecidos. ¿Quiénes transgreden las leyes de acá y hasta las del más allá, los gobernantes que protestaron cuidar de la soberanía, procurar bienestar, cumplir las leyes y propiciar armonía y paz social, y que la realidad les reclama todos los días su ineptitud o complicidad; o quienes se ven obligados, incluso, a arriesgar la vida para hacerse escuchar, ser tomados en cuenta para construir lo de todos y exigir una vida civilizada y digna?. Desde el inicio, el estado mexicano siempre dio la impresión de que al movimiento social zapatista, no lo entendía y no se lo esperaba, y todo esto se confirma cuando pone a sus instituciones a “pensar que hacer” con ellos, ante la imposibilidad de matarlos, porque ya era demasiada la observación, presencia y presión nacional e internacional, y de que manera “desarmarlos”, concluyeron con lo más acostumbrado y burdo, todos de manera organizada y con el manual de guerra de baja intensidad bajo el brazo, se pusieron a ofrecerles caminos, electrificación, casas de salud, aulas, instalaciones deportivas, sistemas de agua entubada, promesa de proyectos “productivos” y créditos, entre otras cosas. La misma estrategia de siempre, que ha servido para enfriar y desarticular movimientos sociales, en diversas partes del mundo, nada novedoso y verdaderamente útil para las demandas de los zapatistas. Los gobernantes y políticos, nunca imaginaron que los verdaderos zapatistas rechazarían eso, y de que insistirían en sus demandas de: primeramente, justicia social, democracia y libertad – la infraestructura social luego viene sola-, que exigían ser tomados en cuenta no sólo como relleno para las estadísticas oficiales, si no para construir un México diferente, donde contaran los que tienen, pero también los que poseen poco o nada, donde las opiniones se escucharan y contribuyeran a definir una patria para todos, donde las necesidades sociales sean la fuente que alimente las emociones, preocupaciones y acciones de los gobernantes para con su pueblo, a quien se debe y el único a quien le debe obediencia, respeto y lealtad.

Cuando los zapatistas le rechazan al gobierno las obras y acciones que ofrece, no lo hacen por que no las necesiten, si no por que antes que creditos, necesitan tierra; antes que semillas, necesitan el suelo para sembrarlo; antes que camino y energía eléctrica, necesitan comida; antes que aulas, necesitan una vida sana para poder ocuparlas; y antes que caminos, clínicas, aulas, electrificación, agua entubada, proyectos productivos y créditos, urge y exigen, democracia, libertad, justicia social y respeto incondicional a su dignidad.

Ante esto, los sin voz, sin rostro, pero hombres de palabra –además sencilla-, probaron en exceso por que son dignos; no se dejaron, no se vendieron y no se rindieron.

Han rechazado todo, por que el movimiento social zapatista no surgió para resolver necesidades de infraestructura social básica – hubiera sido suficiente con nombrar comisiones -, si no para construir un país donde se les permita hablar, se les escuche, se les atienda, manden todos, obedezcan todos y consecuentemente la patria se vuelva para todos.

Los gobernantes, no entienden que los zapatistas no buscan que les resuelvan su vida y comida, si no condiciones que permita a todos construir entre todos la vida que decidan todos, donde nadie sea excluido – incluidos los que tienen -, y la satisfacción humana plena, la armonía y paz social, se vuelvan una constante, construida, obtenida y defendida por todos.

Los “cerebros e iluminados asistentes” de los gobernantes graduados en universidades del extranjero, a quienes sirven, mucho han dicho, desde hace casi 12 años, que los zapatistas pueden llegar a constituir un “problema de seguridad nacional”, mientras los verdaderos problemas en materia de “soberanía y seguridad“, ellos los vienen propiciando y tolerando, al permitir la cada vez más preocupante perdida de soberanía; dependencia alimentaría, venta del petróleo, energía eléctrica, bancos, tolerar la inseguridad pública, el narcotráfico, el tráfico de indocumentados, de armas, y propiciar con sus “políticas” el abandono del campo, la quiebra de la industria mexicana, el desempleo en el campo y la ciudad, y la miseria e injusticias en general, que consolidan favorablemente, para el exterior, la dependencia económica, política y social de los mexicanos.

Creo que buena parte, en casi 12 años, del fracaso de los gobernantes, ante los zapatistas, se debe a que no terminan de entender su origen, desarrollo y el destino, que entre todos, los zapatistas tratan de construir; no quieren mucho, sólo mandar y nunca más solamente obedecer, no aspiran a que les den de comer y beber, sólo que dejen decidir y hacer libremente a todos los mexicanos.

Ahora con la aparición de la “sexta declaración de la selva lacandona”, nuestros gobernantes han acomodado su lectura, y piensan que los zapatistas se cansaron de las armas y la montaña, y decidieron inteligentemente venirse a la ciudad y volverse políticos, como ellos. Hoy han de estar cruzando apuestas para ver quien le atina a que partido se afiliarán, o como se llamará el partido que formarán; si irán por gubernaturas o se conformarán con presidencias municipales, diputaciones locales, federales o senadurías. Que colores e imagen adoptarán, hasta aquí les da su sensibilidad, vista y cerebro... y lo celebran.

Documento publicado originalmente en el períodico "La Foja Coleta" el 9 de agosto del 2005.

29 de julio de 2005

SOBRE LA SEXTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA

De como sin armas y ruidos, rompen el verdadero cerco.

Según información pública conocida en los últimos casi 12 años, sobre el movimiento social zapatista, éste inició la organización de lo que hoy son sus bases de apoyo y las fuerzas de su movimiento, hace alrededor de 22 años. Es decir, 22 años, que decidieron dejar de permanecer callados y manifestarse de manera organizada, para exigir ser tomados en cuenta, nunca más como fuerza bruta, si no como mexicanos que les asiste el derecho a una vida civilizada y justa.

Hace pues casi 22 años, que los que hoy conocemos como zapatistas, decidieron trabajar para unir las muchas fuerzas aisladas, todas identificadas por los mismos sufrimientos e injusticias, para organizadamente pronunciarse, hacerse sentir y construir lo necesario para estar en condiciones de poder avanzar en la transformación de la sociedad, hoy no justa, con severas insuficiencias en su democracia y ya críticas limitaciones en sus libertades.

Según información hecha pública por ellos mismos, después de 10 años de trabajo clandestino y esfuerzo silencioso con comunidades indígenas chiapanecas, y de haber organizado fuerzas, conciencias y capacidades, que habían permanecido aisladas y en desorden, pero que guardaban enormes potencialidades para la organización y la lucha, después de 10 años de encontrarse, identificarse y prepararse técnica y políticamente, decidieron hacer su aparición publica el 1 de enero de 1994, con un ¡YA BASTA!, declarándole la guerra al ejecutivo federal y al ejército federal mexicano, y demandando democracia, justicia y libertad.

Todos conocimos de aquellos primeros días de aparición pública del E.Z.L.N., con sus enfrentamientos, heridos, torturados, ejecutados, desaparecidos y muertos. De las manifestaciones, presiones y éxito de la sociedad civil por parar las acciones bélicas, de comunicaciones epistolares, acercamientos, diálogos y enfriamiento de los mismos.

Posteriormente, una etapa que “destaca” y marca una nueva, bien podrían ser las pláticas “formales” y “acuerdos de San Andrés”, donde además de participar el gobierno y los zapatistas, también, de alguna manera, lo hicieron otras organizaciones de trabajadores del campo y la ciudad, junto con académicos, investigadores, intelectuales, artistas y mucha gente de “talla y pesaje” de alcance nacional e internacional.

Hasta aquí, todo hacía suponer que se había entendido el movimiento social zapatista, e iba a salir fácil y pronto, aunque a los participantes les costara redactar, acordar y avanzar con cada línea, de lo que después serían “los acuerdos de San Andrés”. Concluida esta etapa de acercamiento, diálogo y acuerdos, correspondió al Congreso de la Unión la formalización de los acuerdos, cuyo contenido final aprobado, “extravió” la esencia y hasta la apariencia de los acuerdos firmados en “San Andrés” .

Lo que presento, y puede parecer fácil, simple y sencillo, de ninguna manera lo fue, estuvo lleno de “jaloneos”, exhaustos esfuerzos y permanentes riesgos, incluidos los físicos, que al final de cuentas sólo sirvieron para menos que nada, en tanto no se tomó en cuenta la esencia de lo que se firmó, además de buscar hacer aparecer a los zapatistas y simpatizantes, como intransigentes, y colocarlos como enemigos de las soluciones pacificas y amigos de los conflictos y soluciones “no civilizadas”.

Con la participación de los partidos políticos en el Congreso de la Unión y el acompañamiento de la Suprema Corte de “Justicia” de la nación, se cerró la etapa que en sus inicios prometía bastante a los que hicieron su aparición el 1 de enero de 1994, y a todos aquellos que se identificaron con las demandas de democracia, justicia y libertad, para todos. Esto último sucedió en abril del 2001.

Con estos resultados y por los mismos, arrojados en abril del 2001, el movimiento zapatista decidió no más diálogos y acuerdos con gobernantes y políticos de este país, pero decidieron continuar en silencio y dar cumplimiento “unilateral” a los acuerdos de San Andrés, trabajando en el fortalecimiento del autogobierno de las comunidades, es así como surgen los municipios autónomos rebeldes zapatistas, las juntas de buen gobierno, los caracoles y ahora la “sexta declaración de la Selva Lacandona”.

Los gobernantes por su parte, utilizando el silencio de estos últimos 4 años, permanentemente sólo aprovecharon su tiempo para difundir que los zapatistas se habían “desinflado”, decepcionado, desarticulado y que por fin habían entendido que los sueños, eso son. Gobernantes y políticos se conducían, dentro y fuera del país, hasta hace poco, como “exitosos en la defensa de la patria” , por haber sabido manejar, administrar y matar vía agotamiento a un “ingenuo y soñador movimiento social zapatista”.

Para desgracia de ellos, con la “sexta declaración de la selva lacandona”, se desmoronó el frágil escenario que construyeron para vender en el exterior e interior del país. La idea de que en México ya todo estaba bien, en orden, en paz, que todo había sido un reflejo de soñadores, “administrado con responsabilidad” e igualmente concluido, que el E.Z.L.N. era cuestión del pasado, sin futuro en el presente y sin espacios y argumentos para el futuro.

Sin embargo, la “sexta declaración de la selva lacandona”, nos muestra y demuestra todo lo contrario. No están muertos y menos agotados, tienen claro el pasado y han aprendido de él, identifican bien el presente y saben que hacer en él y avizoran nítidamente el futuro, permitiéndoles instrumentar correctamente lo que hay que hacer por él y con todos.

Mis expresiones no obedecen únicamente a mis emociones, que si las hay, reflejan el resultado a la lectura de la “sexta”, donde ellos exponen y explican su realidad, historia, desarrollo y perspectivas, con una capacidad de síntesis, claridad y sencillez, que ya la quisieran muchos “sagrados” egresados de Oxford, Yale, Wisconsin, Colorado o Harvard, que hoy se “rentan” a los gobernantes para ocultar, deformar o alegrar la realidad mexicana.

En la “sexta declaración de la selva lacandona”, los zapatistas nos explican desde los inicios de su organización y experiencias, hasta lo que se visualiza hacer con la participación de obreros, campesinos, estudiantes, maestros y todo trabajador de la ciudad y el campo, que mediante una CAMPAÑA NACIONAL buscará escuchar y organizar, las resistencias y rebeldías, las luchas que hoy caminan solas, construyendo un PROGRAMA NACIONAL DE LUCHA, al mismo tiempo que construir, entre todos, otra forma de hacer política y una NUEVA CONSTITUCIÓN que asegure techo, tierra, trabajo, alimento, salud, educación, información, cultura, independencia, democracia, justicia, libertad y paz. Todo siempre con la participación de todos, ya no más sólo lo indígena y sólo con ellos.

Con “la sexta”, queda claro, el E.Z.L.N. en su silencio de 4 años avanzó, ahora si rompió el verdadero cerco, su madurez y experiencias acumuladas y condiciones por construir, le pueden garantizar triunfos de mayor envergadura, más trascendentes y significativos que los que podrían permitirle sus acciones bélicas iniciales, que desde luego, tienen y tendrán siempre su valor y su momento.

Si los gobernantes se despojaran de su soberbia y analizaran con objetividad, encontrarían suficientes elementos para concluir fácilmente, que los zapatistas de ahora son más y más maduros y vienen con “la sexta” mejor “armados y protegidos” que los zapatistas de hace casi 12 años.

La experiencia obtenida por los zapatistas con los municipios autónomos rebeldes, las juntas de buen gobierno, los caracoles y ahora la convocatoria con “la sexta”, de organización y construcción más allá de lo puro indígena, para un programa nacional de lucha, una nueva forma de hacer política y por una nueva constitución, que garantice y proteja el bienestar social de los mexicanos, constituyen, sin lugar a dudas, muestras fehacientes de que el movimiento social zapatista avanza, sabe conducirse, madura y con el rompimiento del verdadero cerco, incrementan el “nivel” de su blindaje.

Documento publicado originalmente en el períodico "La Foja Coleta" el 29 de julio del 2005.

23 de junio de 2005

EL E.Z.L.N. Y SU COSTOSO BLINDAJE

El blindaje zapatista no es fortuito...ni barato.

Al igual que muchos, yo también ignoro si el movimiento social zapatista para la liberación nacional lo constituyen 10, 100, 1111, 5,000, o cientos de miles de personas. No son pocos, los que se entretienen y sólo se limitan a este ejercicio, cuyo resultado, mediante aproximaciones, es limitado y de inútil sentido. Lo que debería de ocuparnos, es analizar e identificar si lo que dicen es cierto, si lo que proponen guarda coherencia con la realidad que se necesita transformar y si lo que han ofrecido y acordado, lo han cumplido, todo esto sí podría ser trascendente y debería ser importante para todos.

En el mundo, no existe mejor manera para medir la solidez de los principios y el valor de la palabra, que confrontando lo que se dice con lo que se hace, lo que se acuerda, contra lo que se deja de hacer, lo que se promete, contra lo que se olvida. No siempre lo que se dice en público, es lo que se expresa en privado, y menos todo lo que se piensa y acuerda en privado, representa fidedignamente lo que se instrumenta para la sociedad.

En cualquier sociedad, sus relaciones y resultados se vuelven preocupantes, difíciles, dañinas e injustas, cuando una parte de ella, adopta la mentira, el engaño, la simulación y la corrupción, como sus instrumentos preferidos para poder posicionarse, afianzarse, desarrollarse y aprovecharse, por encima de todos los demás.

En ninguna parte del mundo, se conoce de sociedades que hayan logrado construirse, bienestar social justo, donde sean una realidad la democracia, libertades y justicia, sociales, si sus cimientos y estructuras fueron mal calculadas y perversamente construidas. Iniciadas a partir del interés particular antes que del interés común, y continuadas por encima de los derechos de la colectividad.

Cuando todo esto sucede, más temprano que tarde, empiezan a manifestarse los síntomas del deterioro y descomposición social, cuya presión generada, casi siempre concluye con manifestaciones de rechazo y desprecio al “orden” y sistema social establecido. Lo más lamentable y grave, viene cuando a la presión social le proporcionan “acompañamiento” de pólvora, vejados, encarcelados, desaparecidos y muertos.

Cuando se llega a daños de esta magnitud al tejido social, resultan insuficientes los “parches económicos”, “apuntalamientos de instituciones“ o cambios de “fisonomía”, la realidad para que pueda ser superada, exige de todos, esfuerzos que permitan alcanzar cambios de raíz, modificaciones de estructuras, fortalecimiento de principios, replanteamiento de actitudes y un cuidado celoso sobre la consecuencia entre lo que se piensa, dice y hace. Imprimirle valor social a los principios, la palabra y los hechos.

¿Que por qué ahora les salgo con esta calentura?, porque ahora en México la situación económica, social y política, cada vez es más compleja y difícil, y los que hoy tienen la responsabilidad de conducir los destinos de nuestra patria, pareciera que tienen totalmente perdida la vista, oídos, timón, brújula y la vergüenza, sino ¿cómo explicarse que donde las mayorías padecen miserias, ellos ven abundancia?; ¿dónde ellos aprecian oportunidades, los ciudadanos padecen un futuro incierto para ellos, y sus hijos?; ¿dónde millones padecen los resultados de injusticias sociales, ellos presumen “justicia pronta y expedita”?, y; ¿dónde nuestros gobernantes ven un “país maravilloso”, millones de mexicanos son testigos de abandono del campo y los campesinos, pobrezas bien marcadas en las ciudades, quiebra de la industria mexicana, desempleo en todas partes y niveles, “subasta” irresponsable de los recursos naturales de los mexicanos, inseguridad y violencia lacerantes, y por si hiciera falta, política y políticos “contaminando” peligrosamente a la delincuencia organizada, en todos sus estratos y presentaciones?.

Sé, que para los que de alguna forma son gobierno, en cualquiera de sus niveles, todo lo que señalo les va a parecer exagerado y catastrófico, no me preocupa, es una reacción “natural” y propia en todo gobernante o cómplice, ante una realidad que no han sabido, querido o podido conducir, y volverla socialmente justa para todos.

La difícil, y que debiera de ser para todos, preocupante realidad mexicana, lamentablemente no es ficción, está cotidianamente cerca y con nosotros, expresándose de diversas formas, y de no atenderla, todos, cuando tenga que hacerse, por que cuestione, aún más, en definitiva la vida en sociedad, sus costos sociales serán cada día más altos, y de ellos, difícilmente alguien podrá sustraerse, aunque “cambien de patria, de vida, de modo o de rostro”, como dice una vieja canción.

Entonces, antes que entretenernos calculando si los zapatistas son 1111, 5,000 o cientos de miles, si los zapatistas, todos son bajitos y morenos, o cuantos no indígenas participan en sus filas, deberíamos de ocuparnos de lo verdaderamente trascendente; confrontar las denuncias, demandas y preocupaciones que exponen, con la realidad que todos vivimos diariamente, la viabilidad de lo que ellos proponen, contra el universo de las necesidades comunes insatisfechas.

Debido a insuficiente información, conciencia de clase o ignorancia, sobre los zapatistas se tejen las mas diversas opiniones, donde algunos apuntan que sólo existen en la internet; otros, que son personal rentado, “mercenarios”, para meter ruido en coyunturas eminentemente políticas; algunos más, que son un reducto de soñadores cercanos a “Mao”, que tienen alguna presencia, gracias al apoyo original de la iglesia, pero que ya “van de bajada”, y sólo es cuestión de tiempo y saberles llevar la tonada, y; no falta quienes, a todo esto, le acercan el ingrediente macabro, de que los zapatistas comen gente.

El hambre en el campo y las ciudades de nuestro país, es una realidad de todos los días, pero los zapatistas todavía no llegan a tanto, tienen muchos a quienes comerse, antes que incurrir en trastornos psíquicos de esta naturaleza.

Lo que nadie puede negar y menos ocultar, es que los zapatistas existen, que llevan casi 12 años en la vía pacifica y sin armas, sólo con su palabra, intentando cambiar todo lo injusto de nuestra patria. Hoy convocan a todos, para entre todos, definir lo de todos, por el bien de todos, o lo lamentaremos todos.

Mientras en nuestro país, justicia, democracia y libertades sociales, sólo existan como relleno en los discursos de las campañas políticas, y en el territorio mexicano abunden los ejemplos de abandono social, injusticias crónicas, democracia insuficiente y corrupción institucionalizada, la vida y futuro del movimiento social zapatista, está garantizado, tiene viabilidad y estará permanentemente blindado.

El desarrollo y la felicidad verdadera de los mexicanos, todos, debe calcularse y calificarse, en la vida diaria, jamás en el contenido de los discursos políticos, y menos, en las “bien equilibradas y armonizadas” estadísticas oficiales.

Documento publicado originalmente en el períodico "La Foja Coleta" el 23 de junio del 2005.

21 de junio de 2005

GOBIERNOS LOCALES Y COMUNICACIÓN SOCIAL.

La comunicación social, como instrumento para corresponsabilizar socialmente, ayuntamientos y ciudadanos.

La Comunicación social, en sentido estricto, en los gobiernos municipales chiapanecos, se puede afirmar, sin temor a equivocaciones, que no existe. Lo que generalmente se practica, es el resultado de confundir Comunicación social con relaciones públicas, donde ésta última, no avanza más allá de lo que pudiera ser un regular servicio de edecanes, donde por todos los medios se busca vender buena imagen, opiniones, “cariños” y “resultados favorables”.

Los ayuntamientos chiapanecos, no comprenden todavía la importancia de la Comunicación social, en el ejercicio de un buen gobierno municipal, en la construcción de gobernabilidad, en el trabajo de incorporar a los no gobierno en la solución de las necesidades comunes, retos no exclusivos de las autoridades municipales.

Los ayuntamientos, generalmente menosprecian a las áreas de Comunicación social, las entienden solamente como la instancia responsable del cultivo, mantenimiento y reparación de imagen de las autoridades locales, cuando no solamente de los presidentes municipales. La tarea queda reducida a meros guardianes de imagen, equiparables a vanguardistas “salones de estética municipal”, donde al irresponsable, con maquillaje lo vuelven eficiente; al deshonesto, con algo de manicure lo transforman en honrado; al sin vergüenza, algo de rubor, delineado y tatuaje lo transforma en eficaz colaborador y al servil y oportunista, un tratamiento completo, lo presenta y oferta como un “leal servidor público”.

En ningún momento, los ayuntamientos , en su mayoría, se detienen a cuestionar la trascendencia real de la Comunicación social, para el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales. Así nos encontramos ayuntamientos que inician y concluyen, sin definir y seguir una adecuada política de Comunicación social, donde se establezcan las formas de comunicación-relación entre gobierno y sociedad; la manera y medios con que la autoridad hará llegar información confiable y oportuna a los ciudadanos y las estrategias que le garantizarán conocer permanentemente lo que al ciudadano le molesta, inquieta, piensa, opina y propone.

La Comunicación social Municipal, no debe limitarse sólo a emitir mensajes, tiene que ir más allá, y construir condiciones que le permitan también recibirlos, es justamente esta dinámica, lo que permitirá retroalimentar todo el proceso de comunicación-relación, volviéndolo más completo y útil en la relación responsable entre gobierno y sociedad.

Autoridad y ciudadanos, debidamente informados, sólo puede conducir a sociedades más participativas y gobiernos más fuertes y sanos. Increíble el absurdo, pero hoy en pleno siglo XXI , todavía encontramos gobernantes que se sienten menos vulnerables, cuando a sus gobernados los mantienen menos informados o desinformados. No entienden que, la falta o insuficiente información, configura condiciones propicias para la desestabilización y consecuente ingobernabilidad, que nunca a nadie a hecho bien.

Los ciudadanos, en cualquier lugar del mundo, califican la eficiencia, eficacia y honradez de sus gobiernos, a partir de la información que poseen, no de la que ignoran. De aquí que uno no se explique, por qué los ayuntamientos realizan esfuerzos enormes por ocultar lo que hacen y dejan de hacer. Lo segundo se explica sólo, lo primero, constituye una contradicción muy bien acabada que siempre termina por hacerles daño, a ellos y a los gobernados. Los padres y madres de las opiniones irresponsables, las apreciaciones ligeras, los relativos excesos en la libertad de expresión y los calificativos injustos, son quienes niegan, ocultan o tergiversan la información que debiera ser pública y puntual.

Todas estas consideraciones, por su bien, le deben ser útiles al ayuntamiento de San Cristóbal, lo deben estimular a cumplir las leyes y reglamentos a que está obligado y no lo hace, y debe terminar por hacer accesible y transparente toda la información que genera en sus actos de gobierno y administración municipal.

¿A pocos días de que arranque, en forma, la obra pública municipal, por qué los ciudadanos nunca conocimos del proceso de licitación y del cumplimiento estricto de la Ley de Obra Pública, o todo fue aparente, amañado, en el sótano y con la presencia de un “Comité de obra pública y adquisiciones”, donde por cierto sobresale un juez y parte?, ¿Contribuye todo esto a una comunicación fluida y honesta entre el ayuntamiento y los no menos de 200 mil habitantes del municipio?.

¿A quién (es) viene beneficiando la no publicación de la nómina de los empleados municipales, con nombre completo, puesto y monto total de percepciones?, ¿Ayuda esa actitud al ayuntamiento, ocultar información ofreció en campaña?, con anuencia oficial o sin ella, la nómina se conocerá, entre más se tarde, mayor puede ser el daño que se ocasionará el propio ayuntamiento.

La Ley Orgánica Municipal, establece la obligatoriedad de las autoridades y empleados municipales – de cierto nivel – a presentar declaración de su situación patrimonial, si así se ha hecho en San Cristóbal, ¿por qué no propiciar el conocimiento de éstas, en tanto son servidores públicos, y pueden constituir instrumentos que ayuden a inhibir en algo la corrupción, para qué ocultarlas, a quién ayuda el ayuntamiento?.

En el sexto mes de gobierno, es ya una irresponsabilidad que el ayuntamiento de San Cristóbal, todavía no defina su política de Comunicación social, y no valore suficientemente la necesidad e importancia que puede tener, para la administración pública municipal una publicación económica mensual de la “Gaceta municipal”; donde no se incurra más en dispendio de recursos, culto barato a la personalidad, errores gramaticales de párvulos, manejo tendencioso de la información, descuidos en la edición o excesivo desaprovechamiento de los espacios, entre otros.

Gaceta Municipal que dé cuenta de lo que se hace y deja de hacer; de obstáculos y capacidades; información financiera básica del gasto corriente e inversión y; de las acciones, planes y programas, con los cuales se espera “recuperar la ciudad” y construir, entre todos, un mejor municipio.

Una “Gaceta Municipal”, que transmita información suficiente, clara y verdadera, que dé certidumbre y confianza de gobernantes a gobernados, y al mismo tiempo estimule el compromiso y la comprensión de los gobernados hacia sus gobernantes.

Es necesario ya, olvidarse de la “Comunicación” que sólo anhela “cariños imposibles” o relaciones de complicidad, donde el que paga manda...y deforma, y quien paga más, deforma más y manda más.

Documento publicado originalmente en el periódico "la Foja Coleta" el 21 de junio del 2005.

16 de junio de 2005

SOBRE EL E.Z.L.N , ALERTA ROJA GENERAL Y OTROS.

No estaban muertos, ni andaban de parranda.

A unas horas de que se cumpla un mes, de que la comandancia general del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, emitiera un comunicado, decretando alerta roja general, en todo el territorio rebelde, resulta saludable rescatar algunos acontecimientos, que vale la pena tenerlos presente, algunos por anecdóticos y otros, los más, por trascendentes en la futura vida del país, y a la mejor para el mundo, con el tiempo.

De esto me ocuparé en las próximas “reflexiones y precisiones”, dejaré un poco en paz a los ayuntamientos, no vayan a pensar que busco molestarlos, o lo que es peor, desestabilizarlos. Ellos pueden solos.

Todas las reflexiones y puntualizaciones, que en lo sucesivo expondré, no son producto de información clandestina, clasificada o de “inteligencia”, no, es información al alcance y del conocimiento público, que se consigue en puestos de revistas y periódicos.

Hace casi un mes, nos amanecimos con la noticia de que los zapatistas habían decretado alerta roja general en todo el territorio rebelde, y como dice “el corrido”, se hizo la corredera de gente, unos por que daban por muertos a los zapatistas, otros por que los hacían de “mojados” en el extranjero, otros más por ya considerarlos derrotados “vía olvido y cansancio” y otros por “pensar” que con no escucharlos e ignorarlos era suficiente para aniquilarlos.

Pero resulta que no, vivían, sabían aparecer, demostrar mayor capacidad y madurez para convocar, mayor organización y sobre todo, traían consigo, intacto, su mejor armamento defensivo y ofensivo, la palabra sencilla.

Sólo con la palabra sencilla, en minutos, fueron capaces de sacudir partes sensibles de diversas estructuras de poder, político, económico y militar, del país, de nueva cuenta, estos pequeños grandes hombres y mujeres, dieron muestras de saberse conducir y administrar, ser pacientes, de tener una capacidad incalculable para resistir y de poseer sensibilidad y visión que les permite conocer los momentos y flancos de mayor vulnerabilidad del adversario.

Los zapatistas mexicanos, en casi 12 años, nunca han necesitado de “coches bomba”, “indígenas suicidas” o “aviones proyectiles”, para llamar la atención, “golpear”, avanzar hacia afuera en el convencimiento y compromiso hacia su causa y fortalecerse estratégicamente, hacia adentro, en las comunidades; han demostrado que les basta y sobra con la palabra sencilla, que en pocas horas hizo hablar a los que “preferían” no hacerlo, aunque no siempre responsablemente, y pusieron a “pensar” a los que les cuesta trabajo este ejercicio humano.

Hasta antes de la alerta roja general zapatista, en México sólo se observaba y escuchaban, los movimientos y ruidos propios de toda coyuntura vecina a los procesos electorales; bastantes ajustes de cuentas y cuentos; acomodos de nombres y apellidos; movimientos de fechas y “fichas”-en el sentido amplio del término- en el tablero electoral; ajustes “suaves” en el discurso de los que se van; ensayos de “aparentes expresiones fuertes y convincentes” en el lenguaje de los que añoran volver; plegarias indignas y humillantes de todos los que desean ser tomados en cuenta, y; un reguero de recursos “mal habidos” en campañas mediáticas, en todos los niveles, hacia todas las direcciones y desde todos los colores.

¡¡Ah!!, pero que de nueva cuenta, casi como en 1994, guardando las proporciones, hacen su aparición los “inesperados y traviesos” zapatistas, otra vez hablando de olvido, miseria, traición y abandono, y de nueva cuenta exigiendo democracia, libertad y justicia. ¡Qué inoportunos!, expresaron unos, ¡qué insensibles!, pensaron otros, ¿por qué no lo dejaron para otras fechas?, coincidían todos los beneficiarios de la política de ahora. Olvidándose que los zapatistas son “tercos”, no se cansan, que han dado sobradas muestras de que es cierto eso de que han aprendido a aprender, que les puede faltar todo,-incluido el pozol- menos dignidad y paciencia, y de que tienen sus propios tiempos, que son éstos los que estimulan y guían sus movimientos; movimientos donde ahora pretenden meter todo y a todos, más allá de lo indígena, beneficiar a todos construyendo condiciones y espacios, entre todos, para todos.

Pero bueno, a la mejor el “error – descuido” de los zapatistas, en su diálogo con los gobernantes, en estos casi 12 años, ha sido no hablarles, desde un principio, en puro inglés, que es el idioma que mejor entienden, al cual sirven y se rinden, con esmero y prontitud.

Ya conocida la “alerta roja general que se daba en todo el territorio rebelde”, con su llamado a consulta a sus tropas insurgentes, comandantes, responsables regionales, locales y a sus bases de apoyo, los “duros” del poder seguramente se frotaban las manos considerando que se acercaba el mejor momento para de una vez por todas írseles encima, aplastarlos y olvidarlos . Los “tibios” del poder, moviéndose en “su lógica”, con seguridad, se aventuraban a “pensar” que a la mejor, ahora sí de verdad los zapatistas habían decidido dejar de ser pobres y habían concluido ya, mejor volverse políticos, como ellos.

Los “duros, tibios y tontos”, estaban y continúan equivocados, los zapatistas no pretendían avanzar con armas de fuego y menos dedicarse a la política de ahora, que entretiene placenteramente a los partidos y vuelve cada vez más ricos a los políticos.

Por la forma en que reaccionaron los señores del poder y políticos en general, parecía que entendían que los zapatistas estaban de regreso, y no es cierto, los zapatistas no han regresado al “escenario mexicano”, aquí han permanecido, como mejor saben hacerlo, avanzando y fortaleciéndose en silencio, y más cuando han comprobado que con “diálogos y negociaciones oficiales” pierden tiempo, esperanzas, algo de paciencia y se exponen innecesariamente a contaminaciones mortales.

A casi un mes del decreto de “alerta roja general en todo el territorio rebelde”, y después de muchas y desatinadas especulaciones, a los gobernantes, de todos los niveles, les debe quedar claro que los zapatistas no estaban muertos ni andaban de parranda, que han permanecido callados, avanzando en silencio, madurando y construyéndose fortalezas hacia el exterior e interior de sus comunidades; que han decidido, de nueva cuenta, utilizar la palabra sencilla para explorar, buscar trabajar con sus iguales, más allá de lo puro indígena, con todos las personas y en todos los lugares, donde también se padecen carencias, injusticias y una ausencia preocupante de democracia y libertades.

En el contenido de sus comunicados, los zapatistas reiteran el compromiso, de cese al fuego ofensivo, de insistir en la vía de la lucha política, de no hacer ningún tipo de relación secreta con organizaciones político – militares nacionales o de otros países y manifiestan con claridad que lo que van a hacer en México y el mundo, lo van a hacer sin armas, con un movimiento civil y pacifico, y sin descuidar y dejar de apoyar a sus comunidades.

Claro, los zapatistas, en ningún momento expresan que sus tropas insurgentes entregaran sus armas, que hay que ir por ellas, y menos que utilizaran la palabra sencilla para buscar dialogar con partidos políticos, gobernantes y todos aquellos que funcionen como “fachadas” de los hombres en el poder.

Como dicen los zapatistas, ya es necesario ir más allá de la pura rezadera, y creo que el primer paso para todo mexicano que verdaderamente desee aportar algo, desde cualquier lugar y forma, a este abierto movimiento social, que está por cumplir 12 años, inicia con lecturas responsables y serias a todos los comunicados emitidos por los zapatistas, olvidarse de “leer” con la ligereza y frivolidad que normalmente se acostumbra con las revistas de “MEMIN PINGUIN”, “LAGRIMAS, RISAS Y AMOR”, y todas aquellas que sólo sirven para ocultar, aligerar o deformar realidades.

10 de mayo de 2005

10 de mayo, Día de las madres.

¿De las madres o los comerciantes?

Hurgando un poco en información de principios del siglo pasado, se puede encontrar que la celebración del 10 de mayo en México, como día de las madres, se atribuye a Teodoro González Miranda, quien siendo jefe de Promoción y Publicidad del periódico “Excelsior” convenció a su empresa periodística para lanzar esta iniciativa, que siendo recogida y debidamente respaldada por la Cruz Roja, pronto fue aceptada en todo el territorio mexicano.

La propuesta de don Teodoro González Miranda, no fue el resultado de un sueño o profundas reflexiones, más bien obedeció a la influencia que él había recibido durante el tiempo que vivió en los Estados Unidos de Norteamérica.

A diferencia de los Estados Unidos de Norteamérica y España, donde el día de las madres se celebra el primer domingo de mayo y el 8 de diciembre, respectivamente, en México la “celebración” se efectúa el 10 de mayo, desde 1922, según información periodística de la época.

Fácil es entender las verdaderas intenciones que tuvo don Teodoro González Miranda, desde el área de Promoción y Publicidad de “Excelsior”, quien creo, antes que preocuparle reconocer la trascendencia de los esfuerzos de una “Madre”, más bien estaba esmerado en cumplir con su trabajo, el de Promover y Publicitar desde un medio de comunicación masivo. A juzgar por los resultados anuales, durante 83 años, en el 10 de mayo, día de las madres, don Teodoro González, encontró la fecha y el motivo para, en temporada mala, estimular el consumo en este país.

No pretendo decir que las “Madres” no merecen reconocimiento, claro que son dignas de ser reconocidas, lo que me parece injusto y absurdo es que para reconocer y agradecer su empeño, primero, sólo sea un día y segundo, se le asocie a la adquisición desenfrenada e irracional de mercancías.

El reconocimiento a la “Madre” debe efectuarse todos los días del año y no necesariamente deben mediar bienes materiales, donde pareciera ser que entre más grande y caro es el regalo, más inmenso y sincero es el reconocimiento y cariño por la “Madre”.

A la “Madre”, hay que reconocerle la misión de dar vida humana, que ella tiene, en la tierra no lo tiene nadie más. En el hogar, cualquiera, es el eje en torno al cuál gira todo y todos, aún cuando el padre se responsabilice de conseguir los recursos materiales para el buen funcionamiento del hogar, es la “Madre”, quien determina la mejor manera de utilizarlo, para que resulte suficiente y oportuno, por precario que éste sea.

La “Madre”, tiene el “Don” de volver suficiente lo escaso, superable lo preocupante, agradable lo amargo, y lleno de promesas, cuestiones que es evidente, sólo guardan falsas ilusiones. Es enorme e incalculable la creatividad y empeño de una “Madre”.

En las peores circunstancias de un hogar, la “Madre” resuelve qué se llevarán al estómago, con qué se cubrirán, cómo solucionarán las enfermedades, siempre busca y obtiene respuesta, aunque sea temporal, a todos los problemas domésticos, y además, como hacer frente a todo, el día siguiente.

La “Madre”, es fuente de inspiración para poetas, compositores, escultores, cuentistas, novelistas, cantantes y artistas en general. La “Madre”, es la única quien en verdad padece el dolor ajeno y oculta el propio. La “Madre”, y sólo ella, es quien ofrece y arriesga todo sin esperar nada y sin temor a nadie.

La primera escuela es el hogar y la primera maestra es la “Madre”, ella enseña respeto, dignidad, comprensión, paciencia, estímulo, tolerancia y perdón recíproco; como vestirse y desvestirse, comer, jugar, dormir, bañarse, peinarse, llorar, reír, y de pasada cuestiones elementales propias de las aulas.

La “Madre”, es el único trabajador en la tierra, que sin mediar “salario” alguno y sin reparar en horarios, da todo su esfuerzo e imprime toda su dedicación e imaginación en la tarea de construir un hogar, configurar una familia.

El trabajo de una “Madre”, define en gran medida las características de una familia, la solidez de los valores familiares, y con ello contribuye a la fortaleza de un pueblo, y a robustecer y darle principios a una nación. De este tamaño es la responsabilidad de una madre, de esta magnitud el esfuerzo que siempre ofrece y así de trascendente su empeño cotidiano.

Así las cosas, resulta injusto, ridículo y desproporcionado, por decir lo menos, que a la “Madre”, se le reconozca su trabajo y función social en general, solamente un día, y en él, lo único que encuentre sean flores, artículos para el hogar, música, comidas, vinos, lagrimas y abrazos, cuando bien va. Después de este día, los siguientes 364, la “Madre” continúa con su enorme, agotadora y estratégica responsabilidad, con la carga de siempre, nada pequeña, poca y equivocadamente valorada.

La función social de la “Madre” , si en verdad, se quiere reconocer, es necesario “celebrarlo” todos los días, con una conducta de hijos y padres que facilite la enorme responsabilidad de la “Madre”, no hace falta más...no debe pensarse en menos.

Pd. Por el enorme valor y significado que tiene una madre, es que seguramente, cuando los ciudadanos quieren expresarse adecuadamente sobre un Gobernante o Político deshonesto, irresponsable, sin dignidad e insensible, dicen que no tiene ni tuvo MADRE. No son excesos, es la figura y dimensión adecuada, a la mejor grosera, pero acertada.

Documento publicado originalmente en el períodico "La Foja Coleta" el 10 de mayo del 2005.

26 de abril de 2005

EDUCACIÓN PRIVADA, ESTADO MEXICANO Y SOCIEDAD.

Privada, en su mayoría, de contenidos apropiados, compromisos sociales, derechos laborales y responsabilidades fiscales.

La ley general de educación establece en su artículo 2° que “todo individuo tiene derecho a recibir educación y por lo tanto todos los habitantes del país tienen las mismas oportunidades de acceso al Sistema Educativo Nacional, con sólo satisfacer los requisitos que establezcan las disposiciones generales aplicables”. Este mismo artículo reconoce que “la educación es el medio fundamental para adquirir, transmitir, y acrecentar la cultura; es proceso permanente que contribuye al desarrollo del individuo y a la transformación de la sociedad, y es factor determinante para la adquisición de conocimientos, para formar al hombre de manera que tenga sentido de solidaridad social”. Así mismo, el articulo 8º en su inciso IX le establece al estado mexicano, textualmente, que “además de impartir la educación preescolar, primaria y secundaria, el estado promoverá y atenderá – directamente, mediante sus organismos descentralizados, a través de apoyos financieros, o bien, por cualquier otro medio – todos los tipos y modalidades educativos, incluida la educación superior, necesarios para el desarrollo de la nación, apoyará la investigación científica y tecnológica y alentará el fortalecimiento y la difusión de la cultura nacional y universal .

Aún con la obligatoriedad que conlleva el contenido claro y explicito de la Ley General de Educación, el Estado Mexicano la incumple sistemáticamente, en tanto los mexicanos, no todos tienen la oportunidad de satisfacer sus necesidades educativas, no se apoya suficientemente la investigación científica y tecnológica, y se deja de estimular como se debiera el fortalecimiento y difusión de la cultura nacional y universal. Entidades que trabajan por la educación, desde la Organización de las Naciones Unidas, Organización de Estados Americanos, o internamente , entre otros, la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior, han identificado, reconocido y dado a conocer públicamente, que México es de los países donde menos recursos se destinan para la educación de su pueblo, comparado con países en similares condiciones de desarrollo y capacidad económica. En México, durante el último cuarto de siglo, cada día se ha venido haciendo más notorio como el estado mexicano se aleja sigilosa y tendenciosamente de su responsabilidad en el renglón educativo, al mismo tiempo que con su conducta propicia y alienta el que particulares tomen en sus manos la educación de los mexicanos. Hace no mucho, era difícil en una ciudad encontrar un centro educativo privado, hoy, con facilidad en cualquier ciudad de relativa importancia, se oferta educación privada, en sus niveles preescolar, primaria, secundaria, preparatoria y educación superior, donde por supuesto, para estar a la moda, le incluyen “postgrados” . Al mismo tiempo que en las escuelas públicas periódicamente observamos números considerables de estudiantes rechazados, por- que los centros educativos no cuentan con la suficiente infraestructura educativa física, material y humana para poder atenderles, a la vuelta de la esquina se las ofertan sin hacer colas y examen verdadero de admisión. La única condición es tener el suficiente dinero para pagar por “educarse” . Por un lado, el Estado Mexicano, cómodamente se desentiende de su obligación de proporcionar educación al pueblo, y por el otro, con su irresponsabilidad y frecuente complicidad da origen, fortalece, vuelve floreciente y buen negocio, la “educación privada”. Donde el estado mexicano casi sólo se limita a “vender claves”como si fuesen franquicias de comida chatarra. Cada vez, en términos reales el Estado “invierte” menos en educación para su pueblo, - como si ignorantes le fuéramos más útiles – y paralelamente oferta y posibilita mejores condiciones para volver más atractivo invertir en el negocio de la educación privada. Por el desorden y ausencia de evaluación y control que se permite, hoy en México y Chiapas, tenemos una Educación Superior Privada donde se ofrecen “carreras” divorciadas de las necesidades urgentes de la realidad social. Así en Chiapas, las autoridades educativas antes que preocuparse por fortalecer la formación de profesionales que guarden relación directa con las ciencias de la tierra - considerando su potencialidad en recursos naturales-, dejan cabezas y manos libres a los comerciantes de la educación para que oferten las carreras que requieren menos inversión, pero que prometen más rápidas y efectivas ganancias, además de continuar “formando profesionistas” cuyo mercado de trabajo está saturado o no existe. De ahí que es frecuente encontrarnos con ciertos ingenieros, abogados, comunicadores, diseñadores, contadores, licenciados en relaciones internacionales, entre otros, desempeñando trabajos diferentes para los cuáles fueron “formados”, refugiados en la economía informal u ocupados en alguna variante de los servicios públicos. Según los resultados que se observan en el país y Chiapas, particularmente, la planeación educativa seria y responsable que se necesita para procurarnos desarrollo y una mejor forma de vida, no existe y poco se le busca. Los “Centros de educación Privados” , generalmente se desempeñan en desorden, fuera del alcance de las leyes y particularmente de las autoridades educativas del país y el estado de Chiapas. No se les somete, en su mayoría, a un permanente y estricto seguimiento, evaluación y control sobre el contenido de lo que enseñan. Prevalecen, muchas veces, planes y programas de estudios ya rebasados por la realidad o los avances científicos modernos. Las “evaluaciones” escasas a que son sometidos, son más una formalidad, que un verdadero análisis de contenido y alcances; que confronte a éstos con la realidad por transformar, las necesidades por resolver y los recursos humanos por formar. Igual como si fueran maquiladoras donde poco o nada importa el control de calidad y mercado, donde sólo preocupa que sea negocio y de ser posible dé para “todos”. De ninguna manera deseo exponer que no existen responsables y prestigiados centros educativos privados, los hay, pero apenas representan un segmento demasiado pequeño del universo que significa la educación privada. Por si hiciera falta, en los “centros educativos privados” , en su mayoría, se desempeñan fuera de las leyes laborales del país, cuando a sus trabajadores se les fijan salarios al margen de las leyes mexicanas, haciéndoles firmar contratos anticonstitucionales, donde implícitamente les hacen renunciar a derechos consagrados en la Constitución General de la República. Es así como en los “centros educativos privados” en su mayoría, encontramos a trabajadores docentes, administrativos y manuales, con salarios miserables, donde se les niega el derecho a vacaciones, no se les reconoce antigüedad, no se les otorga seguro social, se les limita el derecho a asociarse, en resumen, les niegan las prestaciones sociales que por ley les corresponden. ¡La total indefensión. En nuestros días, está suficientemente claro y probado, que si se quiere destacar y triunfar como “buen comerciante”, hay que dedicarse a vender educación; en esta actividad se puede simular educar, ofertar productos que de antemano no tienen mercado, fijar costos de colegiaturas y demás servicios al arbitrio del comerciante, vender ilusiones a padres e hijos, violar leyes educativas, laborales y además, para volverlo más atractivo, se encuentran con el fenómeno extraordinario fiscal , que aunque se estén enriqueciendo con el producto de su actividad, no pagan impuestos, y cuando tengan que hacerlo, no les faltará ingenio para que el necesitado de educación también cubra las obligaciones fiscales, que al comerciante de la educación corresponden. Si en consideración a todo lo expuesto en estas reflexiones, nuestros gobernantes señalaran que “la educación no debe de ser amenazada”, tendrían sobrada razón al expresarse.

Documento publicado originalmente en el periódico "la Foja Coleta" el 26 de abril del 2005.

16 de abril de 2005

“MAESTROS” Y SOCIEDAD

El “maestro” como agente de cambio, promotor en potencia de transformaciones sociales.

Es imposible negar la enorme contribución que para el desarrollo de conciencia social ha tenido el movimiento magisterial mexicano desarrollado en los últimos 35 años. Movimiento donde han participado decisivamente docentes de educación básica, nivel medio superior y superior de este país. Casi siempre con acompañamiento de personal administrativo, estudiantes y trabajadores en general.

Además de los maestros de educación básica, se han destacado también, docentes, administrativos e investigadores de universidades del país, donde encontramos a la UNAM, IPN, Universidad de Chapingo, Universidad Pedagógica Nacional, Universidad Metropolitana y las Universidades de Puebla, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, entre otras.

Las movilizaciones de los últimos 35 años han sido determinantes en la construcción de la conciencia social que hoy tiene el pueblo mexicano y chiapaneco, particularmente. Siempre cuestionando lo inútil, injusto e inoperante del modelo de desarrollo adoptado, cultivado y protegido por nuestros gobernantes. En la medida que el tiempo ha ido transcurriendo, cada vez queda más claro que los luchadores sociales no estaban equivocados, tenían y tienen la razón.

Las diversas movilizaciones y luchas en general de los trabajadores de la educación, no se han dado sobre terciopelo y musicalizadas, los recuentos y recuerdos arrojan perseguidos, intimidados, golpeados, desaparecidos, torturados, encarcelados, y muertos. Mucho de este saldo siempre ha sido el resultado de la insensibilidad y ceguera de los responsables de buscar y procurar soluciones civilizadas y justas, socialmente. Nuestros gobernantes bastante se han destacado, en primero intimidar y luego dialogar; golpear y después escuchar; encarcelar y luego establecer mesas de negociación; contabilizar heridos, torturados, encarcelados y muertos, y ahora si, desahogar la agenda, simulando flexibilidad, predisposición al diálogo y madurez política.

De los movimientos magisteriales han emergido respetados y respetables luchadores sociales, pero lamentablemente, también hermosos ejemplares vividores de la lucha magisterial.

Si nos circunscribimos a Chiapas, encontramos que los maestros siempre han insistido en mejores salarios y prestaciones sociales, principalmente, y bastante han logrado arrancarle a nuestros gobernantes, tal vez no como se quisiera y necesita, pero se ha avanzado.

Si nos detenemos a analizar ligeramente las condiciones socioeconómicas que prevalecían hace 35 años y las comparamos con las que existen hoy, las situaciones son más difíciles y preocupantes, y es aquí donde el maestro debe estar obligado a analizar, reconsiderar y fortalecer sus formas de lucha, el contenido de sus demandas y las estrategias que lo conduzcan a resultados de mayor alcance, que impliquen menores esfuerzos y minimicen la exposición a atropellos y vejaciones .

Los maestros tienen que aprender a ir más allá de las movilizaciones con el único objetivo de alcanzar mayores salarios y prestaciones sociales, tienen que también ocuparse de revolucionar los planes, programas de estudios y métodos de enseñanza que mejoren la calidad de la educación, sin olvidarse estar pendientes en demandar oportunamente la suficiente infraestructura educativa que posibilite atender satisfactoriamente las necesidades educacionales de los chiapanecos.

Si los maestros quieren fortalecerse y avanzar con relativos menores riesgos y esfuerzos, tienen, ya que incorporar a sus demandas, de manera permanente, la problemática de la sociedad en su conjunto. Construir un movimiento nacional permanente donde se reflejen las necesidades sociales, todas, que ellas le den vida y dirección; lo que agobia a los campesinos, obreros, amas de casa, estudiantes, y todo trabajador organizado o aislado, de la sociedad mexicana.

Los maestros tienen que hacer esfuerzos extraordinarios para desarrollar mayor creatividad en su lucha con los gobernantes. Cada día queda más claro que las acciones y estrategias de siempre, con el paso del tiempo, vienen siendo cada vez menos efectivas. Como en las enfermedades crónicas, nuestros gobernantes se han vueltoresistentes” a los tratamientos acostumbrados.

Es aquí donde el maestro tiene que apreciar y valorar correctamente a los estudiantes y padres de familia, como una parte de su realidad que ha sido muy poco o nada tomada en cuenta, que ellos guardan enormes potencialidades para el esfuerzo por conseguir resultados más prontos y de mayor trascendencia. Las “asociaciones de padres de familia” deben dejar de ser útiles sólo como una especie de “secretaria de obras públicas” de cada escuela, que les resuelve todas sus necesidades materiales, y solo eso. El maestro tiene que hechar a volar su imaginación y habilidades, para superar la pobre concepción que se tiene de las “asociaciones de padres de familia”; como incorporar y comprometer a los padres de familia, estudiantes y sociedad en general en la lucha magisterial, sería la tarea por resolver. Ya superado, seguramente todo ello se reflejará en mayor fortaleza y menor vulnerabilidad en cualquier movimiento magisterial.

Además de lo anterior, es necesario que los maestros, al interior de sus organizaciones, inicien una pronta, enérgica y honesta campaña que los lleve a combatir toda conducta que les propicie desprestigio y flancos débiles antes los gobernantes y sociedad. Todo aquello que pueda oler a corrupción, irresponsabilidad o ausencia de compromiso social.

Los maestros tienen que encontrar lo que tanto daño les origina, y por ellos mismos, combatir y aniquilar la “cultura” de las dobles plazas, el maestro “comisionado”, el que trabaja de martes a jueves, el que no trabaja los días de quincena, el maestro “pone tarea”, el que tiene horas en todas las escuelas, el que lleva 28 años de servicio – dos en aulas y 26 comisionado – las mafias familiares en la docencia y los “Alcapones” de los sindicatos. Además de encontrar la manera de manifestarse y ejercer presión institucional, sin suspender las clases de los estudiantes.

Los maestros para construirse mayor fortaleza, credibilidad y capacidad de convocatoria, tienen que empezar “limpiándose” por dentro, casi “purgarse”, al mismo tiempo que aprender a tejer una relación diferente y de compromiso con padres de familia, estudiantes y sociedad en general.

Para la problemática “magisterio – gobierno”, y las necesidades sociales de hoy, enormes son las enseñanzas que encontramos en los maestros de otros tiempos. Donde el maestro además de desarrollar su programa educativo, por la naturaleza de su relación con la comunidad, le hacía de médico, abogado, agrónomo, veterinario, psicólogo, arquitecto, contador, sacerdote y de pasada maestro de educación física. Toda esta conducta, construían hacia su persona, respeto, admiración, predisposición a escucharle y seguirle siempre, por parte de la sociedad.

En aquellos tiempos, no muy lejanos, al maestro le gustaba que le llamaran “maestro“, y como no, sí, lo era, lo estimulaba y comprometía más; tiempo después les atraía más ser llamados profesores o “profes”, y ya mas recientemente casi obligan a ser llamados “profesor y licenciado”, aunque cada día su trabajo se aleje más de su verdadera responsabilidad, la de educar, forjar conciencias y formar generaciones críticas, propositivas y cada vez más comprometidas en la solución de los problemas de la sociedad en su conjunto.

Documento publicado originalmente en el períodico "La Foja Coleta" el 16 de abril del 2005.

26 de febrero de 2005

DE LOS CHIAPANECOS Y ALGO DE SU TRISTE HISTORIA.

De la masacre de Golomcham, Sitala, a Carranza, Chamula, Simojovel, Los Chorros, El Bosque, Villa las Rosas, Tzajalchem, Mactumactza, Ocosingo, Acteal y hoy Tila.

Si revisamos la historia reciente chiapaneca, de los últimos 34 años, referente a sus problemas sociopolíticos, donde el pueblo chiapaneco ha sido el protagonista principal, siempre encontramos y están presentes las manifestaciones sociales de inconformidad y rechazo, por sus condiciones de vida y desarrollo que han prevalecido.

Ha sido casi una constante hacia toda manifestación social, abordarla con soberbia, tratarla con indiferencia y atropellarla cuando los actores no se prestan a las “salidas” en la forma y fondo que proponen los Gobernantes en turno.

Cada manifestación social que surge cuestionando el fondo de los problemas, y proponiendo argumentos con elementos que sacuden los verdaderos problemas estructurales de los Chiapanecos, casi siempre tienen respuestas del mismo calibre y consecuente alcance... con ligeras variantes; amañados diálogos, intimidación, desalojos irracionales, saqueos bárbaros, desaparecidos, torturados y encarcelados.

Cada etapa, con dosis altas de desprecio hacia los valores universales de todo ser humano.

Desde luego, pocas han sido las ocasiones de abordaje a las manifestaciones sociales que no han estado aderezadas con muertos y vejados.

Si fuera necesario ilustrar la realidad vivida en los últimos 34 años, seria suficiente solo con enumerar algunas de las más representativas, siempre recordadas por los luchadores sociales.

En este listado de agravios a los muchos que no tienen, encontraríamos los conflictos y represión sufrida en Golomcham, Sitala; la Región de Simojovel y El Bosque; Carranza y Villa las Rosas; Chenalho con los “Chorros”, “Yibeljob” y “Acteal”; Tenejapa con “Tzajalchen”; Chamula y sus expulsiones; el aplastamiento de los maiceros frailescanos; las periódicas embestidas para aniquilar a la Normal Rural Mactumactza; inconformidades en la zona Chol y Tojolabal; diversos conflictos postelectorales y derivados del ejercicio en las Administraciones Publicas Municipales; luchas legitimas casi permanentes de los maestros chiapanecos, federales, estatales, bilingües, etc.

Desalojados, encarcelados, torturados, desaparecidos y muertos, lo mismo en la región Centro, que en la Frailesca, Norte, Altos, Selva o Frontera de Chiapas. Siempre presentes la intolerancia, indiferencia, soberbia e insensibilidad social... siempre ausentes la humildad, prudencia, responsabilidad, visión y tacto político.

Así, en apretada síntesis los últimos 34 años. Los Gobernantes todavía no aprenden y los que poco tienen aun no se rinden.

Los conflictos y manifestaciones sociales en general, casi siempre han sido la expresión de problemas mal concluidos o no resueltos en la tenencia de la tierra, intolerancia religiosa, luchas por el poder, corrupción en los ayuntamientos, abusos en la aplicación de la ley y ausencia de condiciones favorables para vivir y reproducirse dignamente. Injusticias sociales en todos los niveles y por todos lados.

Democracia, Justicia, Libertad, Empleo, precio justo para lo que se produce, Seguridad, Mejor Vida y Desarrollo Real, han sido por lo general la bujía y brújula en los movimientos sociales del pueblo chiapaneco, donde muchas ocasiones la ingenuidad, ineptitud, torpeza, ceguera o soberbia de nuestros Gobernantes, lejos de facilitar, complican la solución de las necesidades sociales.

En este escenario de no aguantar mas y basta de tanto atropello, hace su aparición el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional el 1° de Enero de 1994.

Todos supimos de lastimosos y mortales enfrentamientos desiguales, alto al fuego, comunicación epistolar, diálogos, encuentros y desencuentros, firma de acuerdos -incumplidos-, intento de aplastamiento militar, traición, enfriamiento de diálogos, simulaciones y rompimiento absoluto de la comunicación.

A 11 años de la aparición pública del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, las condiciones de pobreza y marginación, se han profundizado, acentuándose en el medio rural chiapaneco y en las periferias de sus principales ciudades. Se cuentan por cientos de miles los chiapanecos que han emigrado a los Estados Unidos de Norte América, principalmente, en busca de comida y recursos económicos para dar un techo, vestido, educación, salud y una vida digna a sus familiares. Aun a costa de los riesgos, maltratos y humillaciones a que son sometidos en el extranjero, lo prefieren, antes que morir de hambre o vivir en la cárcel.

En 11 años, se pasa por un conflicto bélico, un aparente dialogo constructivo, una indiferencia maquiavélica acompañada de los postulados básicos de una guerra de baja intensidad y últimamente por un intento de tiro de gracia por decreto, cuando el mes pasado el Ejecutivo Federal acompañado del Estatal, declaró en plena selva chiapaneca que el Zapatismo era cosa del pasado.

Toda esta última costosa campaña de -borrón por decreto- en suelo Zapatista, con todos los recursos de los Gobernantes, que incluye la difusión amañada en el interior y exterior del País, les cayó encima como losa en el panteón, cuando el 16 de Febrero en el Municipio Autónomo Rebelde Zapatista “16 de Febrero”, hablaron sus autoridades declaradas en resistencia y rebeldía.

Según información grabada, que tengo en mi poder y que hiciera pública en su noticiero el Maestro Hugo Isaac Robles Guillén, en este festejo de inauguración del “Palacio de Gobierno” del Municipio Autónomo Rebelde, las autoridades en rebeldía dieron cuenta de lo difícil que es construir su autonomía; atender las necesidades de los pueblos, la salud y educación; resolver los problemas sin distinguir religiones, colores, partidos y organizaciones. Encontrarse con autoridades oficiales cuando hay problemas, además de ver los proyectos de su municipio. Así lo dicen en la grabación.

Según el mensaje grabado, de conocimiento público, a 20 meses de formado el Municipio Autónomo Rebelde Zapatista “16 de Febrero” y de haber iniciado funciones el Consejo Autónomo, ya inauguraron su “Palacio Municipal”, e informaron de tener una “pequeña” biblioteca, dos escuelas autónomas, haber reforestado varias hectáreas de terreno e impulsado la Organización de Mujeres Artesanas dedicadas hoy a los tejidos, bordados y trabajos del ámbar.

Dijeron también, según el mensaje grabado, que caminan en el proyecto de construir una micro clínica y proyectos productivos que beneficien a todas las bases de apoyo Zapatistas.

Considerando las evidencias, el Zapatismo y los Zapatistas no son cuestiones del pasado, están en el presente definiendo su futuro... construyendo su autonomía.

Nuestros Gobernantes deberían de aprender de este aleccionador esfuerzo social comunitario, donde se desarrollan las capacidades organizativas y auto gestivas de la comunidad, acercarse a ellas, reconocerlo con humildad y contribuir a multiplicarlo. Dejar a un lado el orgullo, la ceguera y la insensibilidad. Dimensionarlo con responsabilidad y sumarse a la construcción de bien común, haciendo a un lado los beneficios personales, familiares, de grupo o coyunturales.

Seguramente, hoy los lectores opinaran que en este articulo se siente demasiado olor a pólvora, gases lacrimógenos y sangre. Además de estar inundado de frases fuertes, melancólicas o que reflejan demasiada preocupación, desesperanza, tristeza y decepción. No pudo ser de otra manera, esa ha sido la realidad, y hasta ahí me condujeron los recuerdos y reflexiones que me surgieron por los acontecimientos recientes sucedidos en el municipio de Tila.

¿Porqué no construir para resolver?, ¿porqué construir para ocultar, desaparecer o confundir?.

Nuestros Gobernantes, si en verdad desean cumplir su responsabilidad social y trascender, tienen que voltear a la historia; estudiarla, analizarla, observarla y aprender de ella.

Los malos gobiernos casi siempre logran librar los veredictos y finiquitos de coyuntura, pero nunca los juicios de la historia.

Documento publicado originalmente en el períodico "La Foja Coleta" el 26 de febrero del 2005.

23 de enero de 2005

CHIAPAS, CHIAPANECOS Y GOBERNANTES

Chiapas, Chiapanecos y Gobernantes

Con frecuencia sucede que a los chiapanecos nos dicen que nuestro estado es una entidad con enormes riquezas. Así nos lo expresan el Ejecutivo Federal, representantes de organismos financieros o políticos Internacionales, misiones de otros Países, Gobernantes de otros Estados y particulares.

Expresan emocionados su asombro por las enormes riquezas naturales, con sus diversos tipos de suelos, zonas arqueológicas, monumentos históricos, arquitectura, sus variados climas, litorales, cultura, historia y carácter de su gente.

Todo lo anterior es cierto, Chiapas posee y tiene potencialidades en materia de energía hidroeléctrica, hidrocarburos, recursos para desarrollar intensivamente la agricultura y ganadería, pesca, selvicultura, horticultura, floricultura, turismo, industrias y muchas otras actividades que responsablemente identificadas y aprovechadas bien pueden propiciar condiciones superiores de bienestar social a los chiapanecos.

Sin embargo y casi como maldición, los ciudadanos de Chiapas no hemos tenido generalmente a los gobernantes que necesitamos; calificados, visionarios, creativos, con sentido común y sobre todo humildes y sensibles en sus actos de Gobierno. Que antepongan los intereses sociales, a los personales; el bien común, a las ambiciones familiares o de grupo.

Cuando a los chiapanecos nos hablan de nuestras riquezas y destacan nuestras capacidades, nos llena de orgullo y estimula, pero al mismo tiempo nos da coraje y entristece, por que los responsables de promover y provocar desarrollo social, -el Gobierno- están perdidos en la superficialidad, la apariencia, lo banal, todo aquello que produce impactos aparentes, falsos logros, estímulos pasajeros -material todo para la adulación-, engañosos resultados que solo sirven para rellenar cuadros estadísticos, y “cuartillas” , en los “informes anuales”, que mas bien parecen “rezos anuales”, alegorías, por el “bienestar de los chiapanecos”, como si ya fuéramos muertos... como si ya fuéramos nada.

No dramatizo, ni exagero, y en el ánimo de aportar elementos que permitan a los ciudadanos conocer los verdaderos alcances de su Gobierno en los últimos años, puntualizaré algunas cuestiones, suficientes para comprender si hay que hablar de éxitos o fracasos.

¿Dónde están los “grandes proyectos” que aprovechen los recursos naturales, humanos y materiales para beneficio de los 3,920,292* chiapanecos?.

Que proyectos de impacto podemos observar que en Chiapas estimulen al campo, campesinos e incidan en lo que se produce agregando valor a los productos, promoviendo la industrialización, elevando los ingresos y nivel de vida de los 3,920,292* Chiapanecos.

Hoy, cual es el Programa de Desarrollo Socioeconómico que en Chiapas vertébra y articula a los proyectos y programas de cada una de las regiones económicas de el estado, que garantice el aprovechamiento inteligente, oportuno, justo y racional de los recursos, en apoyo de los 3,920,292* ciudadanos que habitan en las nueve regiones económicas que configuran al estado de Chiapas.

¿Dónde está, quién lo conoce, alguien lo disfruta?.

¿Será acaso un éxito de Gobierno el que cada día son mas las comunidades y pueblos que se quedan casi deshabitados por que sus gentes emigran a los Estados Unidos de Norte América en busca de una mejor vida y comida para sus familias?.

Hasta hoy no se sabe de proyecto alguno que impacte verdaderamente en los 935,527* habitantes de la Región Centro. Tampoco se tiene conocimiento de proyectos que aprovechen los 260km de litorales, ricos suelos y ubicación geoestratégica de las Regiones Istmo-Costa y Soconusco, en beneficio de los 827,813* ciudadanos que ahí habitan.

De igual manera nada se sabe de proyectos reales, que aprovechando las particularidades de la Región Norte, hoy estén mejorando la vida de sus 324,273* habitantes.

¿Dónde están los proyectos de envergadura que garanticen revolucionar las practicas de la Agricultura, Ganadería y Pesca, en beneficio de los 221,346* habitantes de la Región Frailesca?.

¿Cuáles son los “programas y proyectos de gran visión” reales y creíbles capaces de abordar la problemática estructural chiapaneca y sacar de la miseria, abandono y olvido a la mayoría de los 480,827* habitantes de la Región Altos, 564,053* habitantes de la Región Selva, 398,959* habitantes de la Región Fronteriza y 168,094* habitantes de la Sierra.

Estoy seguro que coincidiremos todos -los no Gobierno-, no existen honesta y profesionalmente identificados y menos establecidos y operando los programas y proyectos que los chiapanecos necesitamos para vivir mejor... Están demasiado lejos y extraviados.

Para revolucionar y desarrollar a Chiapas no es suficiente, es necesario ir mucho mas allá de las maquinitas piratas, jaguares, maquiladora de suéteres, terminación de alguna carretera, inicio de un aeropuerto, construcción de estadio, salir a otros países a mostrar lo que no somos, instalar grandes tiendas o inaugurar “TOTIS”, que solo beneficia a algunas familias... Seguramente todo esto les produce alguna alegría, divierte o relaja, pero no da para mas.

Se necesita identificar verdaderamente nuestras capacidades y potencialidades –no alegremente-, e inteligentemente encontrar las mejores formas para transformarlas y aprovecharlas en beneficio de los 3,920,292* chiapanecos.

De esta manera SI se pasa a la historia, así se trasciende, solo así se esta en camino de hacer buen Gobierno, y a la mejor hasta de alcanzar “el paraíso”, cuestión que a muchos no les queda ya de otra que buscarlo mas allá de la tierra.

* Censo de población y vivienda del año 2000