Piensa, Prensa y Pega.

27 de noviembre de 2013

“LA LEY DEL MONTE”




En el estado de Chiapas, un presidente municipal, síndico o regidor, puede sustraer recursos públicos y luego ser diputado local, “legislador” federal y hasta soñar con una senaduría (te hablan, Sergio).

En Chiapas, un diputado local puede endeudar criminalmente al estado y luego ser diputado federal, senador o colaborador cercano del gobernador (te hablan, Ana Elisa).

Para Chiapas, sus senadores pueden aprobar leyes; hacendaria, educativa, laboral y energética, contrarias a los intereses de los chiapanecos, y cualquiera de ellos aspira, moral y políticamente, a ser gobernador.

En Chiapas, un gobernador pisotea leyes, roba, atropella derechos humanos, actúa como jefe de la delincuencia organizada, pone y quita titulares de los poderes Legislativo y Judicial. Promueve y desconoce “líderes” de partidos políticos, “aleja o atrae” mujeres u hombres, se convierte en dios o diablo, y no son castigados sino promovidos. En Chiapas, “La Ley del Monte”.

Reflexiones y Precisiones



Resultados de impacto, a casi un año de gobierno de Manuel Velasco Coello. La administración del “güero” Velasco anda muy urgida, buscando hechos importantes qué informar, y en este esfuerzo, hace unos días se le dio por difundir que la deuda pública de Chiapas ya se redujo en un 0.8%; el equivalente a 132.3 mdp, según datos proporcionados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Nada dijo Velasco Coello, sobre los más de 6 mil millones de pesos que él ya ha solicitado y ejercido, quién sabe cómo, en sus primeros meses de gobierno. Curiosamente, tampoco informa sobre la deuda privada y el resto de adeudos –que juntos son más que la deuda pública- que la administración pasada dejó como herencia a la administración Güerista.  NADA DICE el gobernador de Chiapas sobre la magnitud total del endeudamiento y el costo mensual que representa para los recursos públicos, que debieran utilizarse en promover desarrollo social verdadero. La información que el gobierno publica, resulta intrascendente; lo importante sería conocer lo que ocultan, ¿cuánto cuesta toda la deuda, incluyendo los más de seis mil millones que él ha solicitado, y dónde se aplicaron esos recursos? Importante sí sería, que informara que ya ha recuperado las decenas de miles de millones de pesos, que hurtó Juan Sabines Guerrero, y que éste ya ha sido sometido a proceso judicial.



¿Gobierno responsable o irresponsable? A diez días de que la administración pública del güero Velasco cumpla un año de haber iniciado, se puede afirmar que éste no ha sabido ser un gobierno responsable; que por acción u omisión, más parece un gobierno irresponsable, ante las pillerías cometidas por el ex gobernador Juan José Sabines Guerrero. Un gobierno responsable es el que transparenta lo importante, no el que publicita nimiedades; un gobierno responsable es el que con su práctica, sabe priorizar una realidad lastimosa; un gobierno responsable es el que no incluye frivolidades en su comportamiento diario. Un gobierno responsable es el que en doce meses, recupera los miles de millones de pesos sustraídos de los recursos del pueblo.



Un gobierno irresponsable. Gobierno irresponsable es aquél que encuentra indicios de malversación de recursos públicos destinados al campo y, en un año, hace nada por recuperarlos; un gobierno irresponsable es aquél que encuentra evidencias de corrupciones en los ayuntamientos y hace nada por investigarlos, deslindar responsabilidades y aplicar castigo; un gobierno irresponsable es aquél que sabe de saqueos en el sector salud y en 355 días, nada ha hecho por aplicar la ley; un gobierno irresponsable es aquél que bien conoce de todos los negocios habidos en el ejercicio de la obra pública, adquisiciones, arrendamientos, y a casi un año, si han existido investigaciones, no se han deslindado responsabilidades y menos se han aplicado castigos. Un gobierno cómplice es el que aún mantiene como colaboradores al titular del Órgano de Fiscalización Superior del Congreso, Humberto Blanco Pedrero, al Secretario de Educación Ricardo Aguilar Gordillo y a la Consejera General del Instituto de Acceso a la Información Pública, Ana Elisa López Coello, y a otros que huelen a cinismo, tienen sabor a corrupción y son inocultables sus debilidades por lo ajeno. Todo esto es una pequeña muestra de las conductas de los gobiernos cómplices, esos que nada les cuesta simular, traicionar y apostarle a que el tiempo pronto atraerá olvido e impunidad, hacía aquellos y aquellas que de la noche a la mañana se volvieron inmensamente ricos, y hoy, en público o privado, cerca o a distancia prudente, departen con Velasco Coello, su mamá o ambos.



“FUERZA CIUDADANA”. El 15 de noviembre, en la última reunión del Consejo Estatal de Seguridad Pública, el gobernador de Chiapas dio a conocer la creación de la “Policía Fuerza Ciudadana”, que dijo, estaría conformada por tres unidades: la de inteligencia, la de investigación y la de operación. Manuel Velasco Coello aseguró que este modelo es similar al de la Policía Federal y que por su nivel de estudios y capacitación recibida en siete meses, promete mucho a favor de Chiapas. En los términos que se anunció, suena muy bonito, pero al gobernador Velasco Coello se le olvidó explicar, de forma convincente, ¿cómo garantizan que “Fuerza Ciudadana” no se volverá cómplice de la delincuencia organizada, de los narcopolíticos y, en general, de todos los enemigos de la sociedad chiapaneca?; como aun con todo lo alegre, ya han resultado no pocos policías federales recientemente desempacados. Policías federales, con maestrías, formación policial y adiestramiento, que han resultado más útiles a los delincuentes que a los ciudadanos, los que en el último año no han visto mermar la violencia y los niveles de criminalidad. ¡Felicidades!, el nombre Fuerza Ciudadana, supieron escogerlo políticamente atractivo, pero esto no garantiza nada y resulta insuficiente para lo que se necesita.



Lázaro” se levantó y habló. Como “Lázaro”, un subsecretario del gobierno de Chiapas, Mario Carlos Culebro Velasco, después de varios meses de no hacer ruido, asomó hace unos días reflexionando sobre la cuestión magisterial; hizo un muy ligero “diagnóstico”, y no olvidó precisiones, recomendaciones, ofrecimientos y piropos a su gobernador. Desde luego, debe entenderse que esas fueron las instrucciones que recibió de sus superiores; le ordenaron cuándo hablar y qué decir. Como en otro momento, seguramente, le “sugirieron” callar. Aquí lo importante sería decirle a él y que le diga a sus jefes que si todo lo han tenido tan claro y no desconocen las capacidades propias y ajenas, ¿por qué no supieron prever escenarios?, ¿por qué dejaron a los ciudadanos en medio de las presiones y confrontación?, ¿por qué no asumieron una actitud realmente responsable durante las negociaciones con los maestros? y ¿por qué a los funcionarios del gobernador –empezando con el Secretario General de Gobierno-, en el asunto magisterial, les preocupó más cuidar su futuro político, antes que ocuparse diligentemente de la responsabilidad que les corresponde? Aprovechando la interlocución con Mario Carlos Culebro Velasco, habría que preguntarle: ¿el cargo de Subsecretario General de Gobierno, con el que se presenta y firma, existe formalmente? En la Ley Orgánica de la Administración Pública, no se encuentra.



Gobernador, póngale bozal. El 19 de noviembre, la Consejera General del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) de Chiapas, Ana Elisa López Coello, amaneció haciendo mancuerna con María Marván Laborde, consejera del IFE, ponderando asuntos de transparencia y acceso a la información en los tres poderes de la unión; como si los chiapanecos ya se hubieran olvidado que ella se desempeñó en la total opacidad, durante su cargo como diputada local, cuando ocultaba las leyes porque así convenían al ex gobernador Sabines Guerrero; cuando negaba que ella y sus compañeros hacían hasta lo imposible para reelegirse; cuando escondía las acciones legislativas que conducirían a mayores endeudamientos, entre otras conductas contrarias a la transparencia. La ex diputada López improvisa “cátedra” de honestidad, cuando le sobran antecedentes para estar en casa o en la cárcel, y no como colaboradora cercana de Manuel Velasco Coello.

El Machucón



El ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, y particularmente, el regidor Marco A. Santiago Sánchez, ya llevan varios días cacaraqueando que cuentan con un Programa Especial de Desarrollo Turístico. Santiago Sánchez presenta, presume y pregona, como si el documento en cuestión fuera a dar responsabilidad, inteligencia y honradez a los miembros del cabildo coleto y, particularmente, a él y a su presidente municipal.

El programa especial (elaborado por fuereños) que con seguridad, tibiamente comprende Marco A. Santiago Sánchez, el que tiene no pocos errores metodológicos y hasta ortográficos -lo cual se tratará en su oportunidad-, aborda el Desarrollo Turístico Municipal, como si la totalidad de los recursos económicos que para el turismo tienen el estado y la federación, se fueran a ejercer solamente en el municipio de San Cristóbal. Esta “pequeña” sobrevaloración basta y sobra para decir que “ya el niño nació muerto” o con notoria discapacidad.

El Programa Especial de Desarrollo Turístico coleto, de nueva cuenta, como otros tantos programas turísticos, está orientado a desarrollar, prioritariamente, las capacidades de los empresarios, no la del ciudadano común, a ellos y ellas se les sigue concibiendo sólo como futuros empleados mal pagados. Basta leer las principales acciones propuestas, la ubicación geográfica y los dueños de las propiedades colindantes, para concluir que los primeros beneficiados serán los apellidos de siempre. Esto es sólo un leve adelanto, ya habrá tiempo suficiente para analizar línea tras línea e imagen tras imagen, el “Programa Especial de Desarrollo Turístico” que utilizará Marco Antonio Santiago Sánchez para continuar turisteando por el país y el extranjero, con cargo a los recursos económicos del pueblo. Sinvergüenza.

El Pellizco



A todos aquellos y aquellas que continúan sugiriendo que se publique el desafortunado documento oficial firmado por la diputada María Soledad Sandoval Martínez de Lobato García, se les informa lo siguiente: la decisión de hacer referencia al feo resbalón de la diputada, no tenía como objetivo destruirla, sino corregirla. Sin embargo, el equipo asesor de “El pellizco”, valora y agradece las diferentes sugerencias recibidas. Por lo pronto, el documento pasa a buen resguardo. Todo a su tiempo.

Se entiende bien la participación servil que en el caso Marisol, tuvieron los Corzo Macal; cualquiera al servicio de caciques, si quiere agradar y conservar su comida, tiene que comportarse de la manera que ellos lo hacen.  

20 de noviembre de 2013

APARECIÓ “EL DIABLO”




El senador Roberto Albores Gleason dice que la reforma hacendaria “es una reforma destinada a atender a las familias que con mucho trabajo, logran recursos para comer y cubrir sus necesidades más urgentes”; aseguró que las reformas laboral, educativa, hacendaria y energética, no afectan a los más pobres.

Senador, si las reformas no afectan a los más pobres, entonces, ¿afectan a televisa, a TV Azteca, a Carlos Slim, al Fondo Monetario Internacional,  al Banco Mundial, al G20, a los gringos o a los españoles?

Senador Roberto Albores Gleason, si las reformas estructurales, como usted las llama, no afectan a nadie, ¿cómo explica por qué tanta inconformidad social de los que nada tienen, de los que tiene poco y en algunos casos, también de los que tienen mucho?