Piensa, Prensa y Pega.

24 de noviembre de 2010

Reflexiones y Precisiones

Desde siempre, expertos y conocedores en materia de seguridad pública han concluido que la delincuencia organizada está imposibilitada para nacer y desarrollarse de forma exitosa, si no es con el permiso, la complicidad y complacencia de la autoridad, de alguno o todos los niveles de gobierno. Los criminales en su nacimiento y evolución, contaminan todo lo que los rodea, lo mismo a particulares que a empleados gubernamentales, desde “empresarios” pequeños y grandes que son utilizados para “lavar”, hasta humildes policías y encumbrados jefes de seguridad pública –municipales, estatales y federales-, que se prestan o alquilan para “planchar” y facilitar el camino para cualquiera de los negocios ilícitos atractivos de los delincuentes.

En los últimos 4 años, ha quedado totalmente comprobado, sin el mínimo de dudas, que en el crimen organizado encontramos asociados a políticos y autoridades lo mismo del poder legislativo, que de los poderes ejecutivo o judicial: diputados locales, diputados federales, senadores, ayuntamientos, presidentes municipales, directores de policías locales, secretarios de seguridad estatales, procuradores de “justicia”, gobernadores, personas relacionadas con el gabinete de seguridad nacional y hasta familiares o empleados muy próximos al ejecutivo federal, entre otros, que se convierten en determinantes facilitadores de los criminales y de la delincuencia generalizada.

Los enormes y poderosos delincuentes, así como convencen o intimidan a miembros de los gobiernos municipales, estatales o federal; así como convierten en socios a funcionarios importantes del poder ejecutivo, en sus tres órdenes; así como intiman con destacados integrantes de los partidos políticos de todos los colores, también han demostrado tener capacidad para persuadir a quienes necesiten del poder judicial –jueces y magistrados-, entre otros, en sus distintos niveles. Hasta hoy, por lo que se conoce y ejemplifica cotidianamente, nadie escapa vivo o muerto, del enorme poder acumulado en los últimos 22 años por la delincuencia organizada. Los convierten en millonarios en dólares o en cadáveres.

Se ha llegado al extremo de que, en ocasiones, han ilustrado fehacientemente cómo departen los famosos delincuentes con los candidatos en turno a la Presidencia de la República, o lo que es peor, con él mismo ya como presidente o con alguien de sus íntimos.

Hasta hace pocos años, quienes necesitan o tienen la costumbre de mantenerse informados, amanecían buscando qué era lo nuevo en la política, la economía o todos aquellos aspectos de interés social en el plano nacional, regional, estatal o municipal. Ahora no, casi todo mundo se despierta buscando qué dijo el presidente Felipe Calderón sobre sus muertos más recientes, la inseguridad o la violencia; o cuántos muertos y heridos aportó en la semana el estado de Nuevo León; o cuántos bloqueos hubo en Tamaulipas; o qué más dice sobre “el Chapo” el Obispo de Durango; o si ya cayó alguien más pesado que “la Barbie”, “el Grande”, “el Nacho” o “el Jefe de Jefes”; otros, amanecen haciendo proyecciones para estimar, si los muertos en el sexenio de Calderón Hinojosa rebasarán los 50 mil, incluyendo a los caídos en “fuego cruzado” .

A diferencia de otros estados de la república, del norte, centro, pacífico, golfo y península, donde con frecuencia, de muchas maneras los delincuentes anuncian permanentemente su presencia, su disputa por las plazas, presumiendo su capacidad de fuego, “convencimiento” y logística, en Chiapas existen elementos para sospechar que se ha venido construyendo la imagen falsa de que aquí pasa nada y que no ingresa nadie; ¿será cierto?, ¿es creíble?, ¿puede el estado de Chiapas mantenerse aislado o blindado de las actividades delincuenciales de los poderosos cárteles criminales?, ¿qué está pasando verdaderamente?.

Si en Chiapas es cierto lo de la tranquilidad y “el estado más seguro del país”, hasta cuándo aguantará el blindaje, porque de que llegará, es un hecho. Ahora, si todo está arreglado, en calma y armonía aparente, ¿hasta dónde y cuándo aguantarán los arreglos, de qué nivel es el blindaje y cuánto preparada está la autoridad para enfrentar exitosamente las eventualidades, con la capacidad de fuego y maniobra que los profesionales del crimen vienen demostrando a diario, por todos lados y como se les antoja?.

La decisión reciente que llevó al operativo federal desarrollado el 18 de noviembre en el municipio chiapaneco de Pueblo Nuevo Solistahuacán, donde el ejército, corporaciones federales y estatales, aprehendieron a policías, funcionarios y que no pudieron encontrar al presidente municipal perredista, habría que tomarlo no a la ligera, pues podría representar el inicio de una determinación tomada en las altas esferas de la “seguridad nacional”, que inclusive, no debe descartarse, traiga implícita una probable carga de “pólvora política”, de cara al proceso electoral de 2012, que por supuesto, muy probablemente, buscarían neutralizar o disuadir, tempranamente, a actores políticos locales y colocar en salmuera a todos aquellos vulnerables que hoy mandan en el estado y los municipios.

Por donde se le vea y aún con generosidad, el operativo militar implementado en Pueblo Nuevo, motivado con elementos que apuntan a la delincuencia organizada, con el tiempo puede resultar que fue un aviso nada cifrado al gobernador de Chiapas, que hoy lo golpea secamente en una coyuntura política de alto riesgo y que en lo inmediato y mediato, resultará nada favorable al gobierno del Lic. Juan José Sabines Guerrero. El gobernador, sabía o ignoraba lo que venía sucediendo en el municipio de Pueblo Nuevo; si lo desconocía es sumamente grave y si lo sabía, resulta peor.

El nada casual y bien calculado operativo militar realizado en el municipio de Pueblo Nuevo Solistahuacán, llega “oportuno”, en momentos cuando hasta en el extranjero Magdy –el de la ONU- organiza y provoca encuentros gratos, reconocimientos y condecoraciones hacia el gobernador Juan Sabines. Aparece el operativo militar justo cuando sus empleados más se esmeran en construirle fisonomía de estadista; y golpean al PRD, el partido que lo hizo gobernador, en tiempos cuando ya casi convencen al presidente Felipe Calderón de que Sabines Guerrero merece pronto trabajar cerca de él.

El Machucón

Es tanta la ayuda contratada a los medios y hacedores de imagen de Manuel Velasco Coello que si comparamos la fotografía principal, manipulada, que aparece en la portada del “Cuarto Poder” del 11 de noviembre, ésta no se parece al Senador: le quitaron el rostro de adolescente y lo favorecen con cuerpo de adulto.

No se dará cuenta “el güerito” que es contraproducente maquillarse: invocando a su abuelo, a Don Belisario Domínguez, colgándose de Don Luis H. y llevando con él a su mamá y hermana.

Quién sabe de qué magnitud será el verdadero poder de Don Luis H. Álvarez ante Felipe Calderón, Presidente de México. En 48 horas aparecieron apoyándose en él, como implorando su bendición, el gobernador Sabines y el Senador Velasco Coello.

Será que Don Juan Sabines le soltó la rienda al güero Velasco, para la gubernatura de 6 años o lo está vistiendo y perfumando por si lo necesita para los últimos 24 meses de su sexenio, por aquello de que Magdy -el de la ONU- le logre conseguir que lo lleven a ligas mayores.

A Don Luis H. Álvarez le colocaron un busto en el parque “El Cerrillo” de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas; políticos locales encomiendan su cuerpo y alma a Don Luis; le otorgan reconocimientos y condecoraciones como si ya se fuera a morir; y los poderes de la entidad, lo acaban de nombrar “Ciudadano de Chiapas”. No será que Don Juan le está jugando su cabecita a Don Luis, para hacerle sentir que él puede decidir quién será el próximo gobernador de Chiapas.

EL PELLIZCO:
En el asunto de los pagos adelantados al SAPAM coleto, y el jaloneo que se armó entre los que se van y Luis Felipe Cancino Maldonado, coordinador de la comisión municipal del gobierno electo, ¿entenderá éste sobre formas, tiempos y límites de su nombramiento?, no se vaya a meter en problemas legales y de pasada empine a Ceci.

Como para reírse: un pequeño asistente de Ceci Flores intentó, vía mensaje de celular, sorprender e intimidar al director de MIRADA SUR; pobre, resultó descubierto, doblegado y desnudado.

17 de noviembre de 2010

Reflexiones y Precisiones

Administrativa y políticamente, nada sucede en Chiapas si no es con la autorización, y de ser necesario, con la compañía del gobernador Juan Sabines Guerrero. Nadie nace y crece en el terreno político local si no está en el ánimo y a los pies del ejecutivo estatal, y los políticos están condenados al fracaso si descuidan su relación sumisa ante él. Entonces, el máximo jefe político en Chiapas es el gobernador Sabines, y según los hechos y evidencias, mantiene el control absoluto en todos los partidos políticos y los 3 poderes locales: pone, impone, premia, castiga, hace y deshace, así funciona y se reproduce la politiquería en Chiapas y, todos flojitos, a gusto y en paz.

En este contexto, la semana anterior, el gobernador Sabines le soltó la rienda al Senador Manuel Velasco Coello, el insuflado güero, pues corre el riesgo de “engüerarse” y no llegar como sucesor del actual gobernador, como muchos, por interés, lo desean y le acercan su veladora. Por lo que se observó, le prepararon todo oficialmente para que se viera bonito, impactara, trascendiera, se vendiera favorablemente y se lograra. Por todos los elementos políticos que se conjugaron, se puede afirmar que Velasco Coello, con autorización y padrinazgo oficial, tempranamente ya inició su campaña política para la gubernatura de Chiapas, y dio la impresión de que las principales “fuerzas y actores políticos” le ayudaron a colocar la primera piedra que podría acomodarlo en el proceso electoral del 2012. Aunque madrugar siempre implica “saltos mortales”.

El 10 de noviembre, en la ciudad de Comitán de Domínguez, montado en un “informe legislativo de senador”, donde fueron convocados y le arrimaron a los políticos de casi todos los niveles y partidos, ahí, el plurinominal Manuel Velasco Coello, seguramente “sobre pedido”, le hicieron sentirse con talla y tamaño para gobernar Chiapas, sin embargo, ya en su momento se verá que todo está construido muy artificialmente, con materiales flamables, que el escenario y personaje, desde hace casi 10 años, peligrosamente lo han venido inflando en demasía –puro cascarón, sin yema y clara-, y llegado el momento, seguro, le puede suceder lo mismo que a la espuma o al turrón.

Desde luego, tarde o temprano “el güerito” será desinflado, no como consecuencia de la politiquería actual, la de ellos, sino más como resultado de la problemática y manifestaciones sociales que habrán de recrudecerse y radicalizarse en Chiapas, motivadas y alimentadas por una realidad maltratada u olvidada, que aunque los gobiernos difundan lo contrario, cotidianamente empeora, y no falta mucho para que se vuelva del todo inmanejable e incontrolable, más ahora cuando todo lo buscan atajar con ocurrencias asistencialistas y cuando lo consideran necesario, con la criminalización de la protesta y la lucha social, la que en Chiapas ya ha iniciado y avanza como la necesitan.

Un día después de que el Senador de la república presentara su “informe legislativo” en Comitán, el 11 de noviembre, mandó a publicar con igual texto y fotografías, en los principales medios de comunicación estatales, que en su informe había dado cuenta de sus logros y beneficios -para él- hacia los chiapanecos y mexicanos: mujeres, niños, jóvenes, adultos mayores, discapacitados y medio ambiente.

El ahora Senador por Chiapas, ex diputado federal y local -nunca por medio de una elección, sólo por la vía plurinominal-, magnifica sus acciones, manipula sus resultados, es hábil para confundir, diestro para manejarse lejos de la verdad y sobredimensiona los alcances de sus tímidos esfuerzos con carga social. Sólo para ejemplificar que su gestión legislativa durante 10 años no ha sido exitosa, van algunas interrogantes o ejemplos:

Si es cierto que ha sabido promover y proteger el bienestar social de los chiapanecos, cómo es que, según información oficial, en los últimos 10 años ha crecido desmesuradamente la migración de la población estatal hacia los Estados Unidos de Norteamérica, compitiendo fuertemente con estados como Zacatecas y Guanajuato, entre otros; si en Chiapas se dieran las condiciones socioeconómicas para vivir bien, nadie se iría, y menos cuando saben bien que exponen su vida y que padecerán abusos y humillaciones.

Si el Senador Velasco Coello ha cumplido en velar por los intereses de los chiapanecos, cómo explicaría que el Consejo Nacional de Evaluación de Políticas Públicas, recientemente documentó y afirmó que la entidad chiapaneca, en la última década, ha empeorado dramáticamente su situación de pobreza extrema, y que las miserias que se padecen son equiparables a las que se soportan en países y comunidades africanas.

Velasco Coello, con excesivo y dadivoso entusiasmo, destaca y aplaude los logros de la administración Sabinista, como en su momento festejaba los “triunfos” del ex gobernador Pablo Salazar. Evidencias de todo tipo, bien soportadas, sobran y dejó por todos lados, ahí están. Cómo esta actitud, cuando todo el campo chiapaneco está en notorio abandono e incapacitado siquiera para producir los alimentos básicos para los habitantes de las ciudades y aquellos que necesitan los campesinos para sobrevivir; cómo explicaría el Senador que a Chiapas lleguen por mar, periódicamente, miles y miles de toneladas de maíz para medio alimentar a los chiapanecos, ¿a esto es correcto llamarle éxito de gobierno, cuando la población chiapaneca es incapaz de producir lo que necesita para medio malvivir?.

El Senador Velasco Coello acostumbra ponderar los “grandes” avances en Chiapas. Si está convencido y desea contagiar su satisfacción y alegría, está fácil, por qué no da números, por qué no confronta las cifras y detalles en salud hace 10 años y ahora; por qué no compara con nombres y números la cobertura y condiciones en la educación, hace una década y hoy; por qué no explica el ritmo creciente de la población chiapaneca y sus necesidades insatisfechas, contra los irracionales y ridículos montos de recursos económicos federales asignados a Chiapas; por qué no desmiente, con elementos tangibles, que hoy la tasa de desempleo en Chiapas, es mucho mayor que en el año 2000, que el subempleo es desastroso y que podrían, muy pronto, miles de chiapanecos, tener que escoger entre delinquir o morir de hambre, robar o fallecer por enfermedades curables, o irse a los Estados Unidos y exponerse a todo tipo de violaciones.

Si al oficio de “representante popular” por 10 años, de Manuel Velasco Coello, le colocamos todas las cifras reales del bienestar social chiapaneco, originadas en el mismo periodo, bastan y sobran para enterrarlo políticamente, y son suficientes para afirmar que no ha sabido cumplir, que le ha fallado a los ciudadanos, que si su abuelo viviera se avergonzaría de él y que ni de manera caricaturizada ha cumplido su función social.

Un legislador, responsable socialmente, después de 10 años le sobrarían las acciones y resultados concretos para ejemplificar su buen desempeño y “el güerito” no los tiene. Hoy en Chiapas la salud de sus habitantes no es mejor que hace 10 años; la cobertura en educación está en peores condiciones que hace una década; la vida en las ciudades es más difícil que hace 10 años; el hambre y todo tipo de dificultades sociales entre las mujeres y los hombres del campo, son mayores y peores después de una década; en resumen, la problemática socio política y económica en Chiapas se ha deteriorado más y rápidamente en los últimos 10 años, y podríamos estar expuestos y nada lejos de “sustos mayores”, como consecuencia de irresponsabilidades, corrupciones, impunidades, sorderas y cegueras institucionales.

El Machucón

En los municipios chiapanecos, es tan pobre y prostituida la concepción que se tiene sobre los Institutos Municipales de Planeación que lo interpretan como un organismo propio para ingenieros, arquitectos, contadores y empresarios en general.

Piensan que es un espacio idóneo para aquellos que sólo se preocupan por identificar y definir obras y servicios que incrementen el valor de sus propiedades; los que atraen acciones pensando primero en vender, comprar y aumentar sus riquezas; los que se preocupan por concentrar más y mayores decisiones que multipliquen su poder para todos aquellos que su dios es el dinero; quienes ven en la honradez, el diablo; y para quienes la responsabilidad social, es peor que el infierno.

Que la casi ex diputada Ana Elisa López Coello hace todo por llegar a la delegación federal de la Sedesol, si no, cuando menos espera llegar al IMSS: ojalá que no sea como paciente.

EL PELLIZCO:


Quién sabe si es cierto, si juega o Ceci, la próxima alcaldesa coleta, se está burlando, pero, cuentan que ya tomó la importante decisión sobre quién nombrará como el “gran facilitador”, el que promoverá y provocará el entendimiento entre gobierno y sociedad, el que tejerá fino.

Dicen que Ceci designará al ocurrente Chusito: el que convoca, cocina y coordina los desayunitos casuales donde luego Ceci se hace la aparecida; el que organiza las cenitas escasas donde después Ceci suelta su voz; quien promueve las imploradas solicitudes de empleo, envueltas en “reconocimientos”; el de los encuentros causales necesarios para apuntalar el ego y el halago de quien, si no atornilla bien sus zapatillas, la pueden desgraciar haciéndola sentir la muñequita del pastel municipal.

10 de noviembre de 2010

Reflexiones y Precisiones

En México y particularmente en Chiapas, existe una casi nula cultura de la planeación para el cumplimiento de las responsabilidades y obligaciones propias de los gobiernos federales, estatales y municipales. Aunque generalmente todos, en su momento, de alguna manera hacen alusión a “planes y programas de gobierno”, en la práctica, cuando existen, son ornamentación y éstos no guían el quehacer gubernamental cotidiano y mucho menos se vuelven instrumentos decisivos en la orientación de las acciones institucionales, en la ejecución de las decisiones, en el seguimiento de los planes y programas, en la evaluación de los esfuerzos, y en el control de los resultados.

En México y Chiapas –Federación, Estado y Municipios- muchas, cuando no todas, las acciones y respuestas oficiales son producto de corazonadas, improvisaciones politizadas u ocurrencias trasnochadas, surgidas muy de noche o por la madrugada, con la particular carga emocional, dosis biliar y el escaso razonamiento que a esas horas se acostumbra y disfruta. Ninguna acción como consecuencia de diagnósticos serios o pronósticos honestos: el ingenio, la emoción y las vísceras, sustituyen a la ciencia y experiencia.

Mientras en los buenos gobiernos, con ciudadanos responsables, nada se desarrolla sin la debida y verdadera consulta, coordinación y colaboración cercana, entre sociedad y gobierno. En Chiapas y sus municipalidades, hoy y desde hace mucho, pueblo y autoridades acostumbran caminar divorciados y en simulación plena y permanente: uno, imponiéndose a los otros; “representantes populares” aprovechándose del cargo, como ordeñando; la mayoría de los medios de comunicación y comunicadores, en el negocio de manipular, inflar, decorar y adular; y una sociedad, casi toda, en apatía patológica, esperando que le resuelvan su existencia, aunque para ello tenga que soportar toda clase de abusos, injusticias, humillaciones y desprecios.

Desde luego que, los gobiernos, del nivel que se trate, no descuidan comprar la complicidad suficiente para aparentar excelente comunicación y compromiso con su pueblo: contratan todo lo que tiene precio; colocan de su lado todo lo comprable; prostituyen hasta lo inimaginable; y pudren casi todo lo que tratan o tocan.

En México y Chiapas, es absurdo siquiera pensar que existe la planeación con genuino compromiso social, cuando las necesidades urgentes de la población son unas y las “grandes” acciones publicitadas y celebradas por los gobiernos, son otras; cuando se anuncian y presumen éxitos, frente a fracasos y miserias inocultables; cuando la planeación responsable es sustituida por la intuición, auxiliada por estimulaciones no naturales e insanas, donde la ocurrencia sustituye a la planeación y los buenos deseos se festejan como resultados.

Los gobiernos, es enorme el daño que ocasionan al no cumplir con su obligación constitucional de planear rigurosamente sus actividades, pues, como consecuencia, por si faltara, con ello también desperdician los recursos públicos que deben aplicar con profesionalismo, transparencia y honestidad. Primero, de madrugada mal orientan los recursos; su brújula es la ocurrencia o imitación, y después, a los dineros mal invertidos se ven obligados a abonarles más: contratando opiniones favorables; agradecimientos fingidos; cortesías internacionales Magdianas -de la ONU- con factura anexa; y adquiriendo diversos maquillajes temporales, que generalmente se deterioran y escurren al concluir el sexenio o trienio de los gobernantes en turno.

Ahora en Chiapas, si revisáramos con rigor profesional las acciones y resultados en los 118 ayuntamientos, nada cuesta concluir que ninguno ha tenido la visión y habilidad para diseñar, adoptar e implementar un Sistema Municipal de Planeación, que aproveche adecuadamente las capacidades, que dé certidumbre a la población y que contribuya verdaderamente a resolver las necesidades sociales, reflejo de cuestiones estructurales: que primero atiendan el fondo y dejen de entretenerse, perder el tiempo y desperdiciar los recursos públicos en la atención a las formas.

En Chiapas, hace todavía muy poco que en los ayuntamientos y grupos económicos, empezaron a sentir la necesidad de constituir Institutos Municipales de Planeación, y no necesariamente porque entiendan las dimensiones e importancia que podrían adquirir organismos públicos descentralizados de esta naturaleza, con estas características y con las funciones que le son afines.

Hoy, ni la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez, cuenta con un Instituto Municipal de Planeación, constituido y funcionando como se debe, y el único municipio que ya tiene, Comitán de Domínguez, por las particularidades en su integración y frutos, es una figura puramente decorativa con funciones de utilería política, que no cumple su función social: promover desarrollo sustentable y suficiente, donde estén debidamente representados todos los sectores y todas las comunidades, barrios, colonias y el pleno de los actores sociales que interactúan en ese espacio geográfico.

En las municipalidades de Chiapas, los pocos urgidos en constituir Institutos Municipales de Planeación lo están concibiendo de manera extraviada y degradada, garantizándoles a las autoridades que el producto a parir, nacerá muerto, complaciente o cuando menos, mudo.

De acuerdo con experiencias mundiales en materia de Institutos Municipales de Planeación, éstos son organismos públicos descentralizados de los gobiernos locales, auténticos espacios ciudadanizados donde se representan y tienen voz, voto, obligaciones y mando, todos los habitantes del municipio. Los Institutos Municipales de Planeación no son un departamento más de la administración pública municipal: no están bajo las órdenes de los ayuntamientos; son autónomos; no son nombrados por la autoridad municipal; no concluyen con cada gobierno local o estatal; el horizonte de su quehacer se desplaza del corto, al mediano y largo plazos; se deben a los ciudadanos; y sus definiciones, responsabilidades y compromisos, los establecen, ejecutan, evalúan y corrigen, ellos mismos.

El Machucón

¿Sabía usted que si en este momento se aplicara un estudio profesional, para identificar zonas de alto riesgo ante inminentes inundaciones, en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, ya son muchas las colonias y demasiados los ciudadanos expuestos peligrosamente?.

¿Sabía usted que han sido los ayuntamientos, los principales promotores y culpables de que muchos ciudadanos tengan en grave riesgo su patrimonio y vida?.

¿Sabía usted que los principales fraccionadores son familiares, personas ligadas o asociadas, de alguna manera a “líderes” caza votos, a políticos de “medio pelo” o a funcionarios de algún nivel de gobierno?.

¿Sabía usted que los “desastres naturales”, resultan prometedores negocios express para autoridades deshonestas, líderes corruptos y “voluntarios” en el establecimiento de centros de acopio?.

Tiene usted idea de ¿cómo los damnificados en San Cristóbal lograron superar su situación de emergencia?; ¿cuánto con sus propios medios y cuánto con ayuda oficial?.

EL PELLIZCO:


En un hecho importante que pretende golpear mortalmente a los delincuentes, el Ayuntamiento coleto inauguró el programa “Cíclope”, cuyo instrumento principal lo constituye un sistema de cámaras de alta definición colocadas en lugares estratégicos de la ciudad.

Si pues, pero les faltó instalar algunas en lugares sensibles, como: la Tesorería, Obras Públicas, Contraloría y al interior de la Dirección de la Policía Municipal.