Piensa, Prensa y Pega.

14 de diciembre de 2011

¡REPÚBLICA AMOROSA!



¡República Amorosa!, ¿no querrá decir, continuar sumisamente a los pies de los americanos?.


¡República Amorosa!, ¿no será la manera novedosa de hacerle señales de cariño al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional?.


¡República Amorosa!, ¿no significará la decisión de seguir entregando irracionalmente nuestros recursos naturales a los extranjeros?.


¡República Amorosa!, ¿no será ponerse a las órdenes de los dueños del país, y con “finura” simular honestidad, justicia y amor a los millones de mexicanos en la miseria?.


¡República Amorosa!,“con dimensión social y grandeza espiritual”, ¿no será una súplica de bendiciones al estado Vaticano?.


¡República Amorosa!, ¿no será una forma de tocar el corazón con una mano y con la otra, vaciar nuestros bolsillos?.


¡República Amorosa!, ¿no será un ofrecimiento para acariciar a los pobres durante el día y entregarse en los brazos de los ricos por las noches?


Reflexiones y Precisiones

A muy pocos días de que se celebren las festividades de “navidad y año nuevo”, esos momentos en los que abundan las frases fáciles y cargadas de hipocresía, buscando muchas veces sólo cumplir con las “costumbres y tradiciones”, que cada vez se vuelven más huecas y fingidas; a pocas horas de que el “feliz navidad y próspero año nuevo” inunde todo, y muchos lo expresen “en automático”, solamente como cortesía, algo más para librar las festividades decembrinas; a escasos días de que todo esto suceda y millones de mexicanos se muevan como enajenados o desquiciados, adquiriendo lo que no necesitan y muchas veces gastando lo que no tienen, comiendo, bebiendo y dándole rienda suelta a sus sentimientos reprimidos o instintos frenados, donde al final o desde el principio, millones de ellos terminan olvidando los verdaderos orígenes y objetivo de las celebraciones anuales; lo que sí es necesario y urge que todos procuremos con detenimiento y honestidad, es revisar nuestras actitudes y superarlas, comprometernos en lo común –donde estemos y como se pueda–, cuidar de la congruencia entre nuestro discurso y práctica, jamás ponerle precio a nuestra dignidad, nunca olvidar el valor y los alcances posibles de la palabra empeñada. Caminar siempre erguidos, no agachados; exigir, no suplicar; avanzar de pie, no arrodillados; denunciar, no encubrir; construir acuerdos, no pactar negocios ilícitos; hablar de frente y de día, no detrás de la casa y en la oscuridad, como acostumbran los delincuentes o los cobardes. Con exhortar a la búsqueda de estos ejercicios y conductas, basta y sobra como deseo y objetivo para “navidad y año nuevo”.



En estos días, es bastante común que muchos (as) le pongan tarifa a su dignidad y se vuelven ricos; otros, les enseñan y aprenden a olvidar su palabra y se transforman en poderosos; otros más, desarrollan una enorme capacidad para simular que cumplen sus responsabilidades sociales, y se vuelven ricos y poderosos. Proliferan los que han decidido vivir para siempre arrastrándose, boca abajo o implorando limosnas a quienes tienen la obligación de cuidar de la riqueza social; identificando, estimulando, guiando, transformando y convirtiendo en fuente de felicidad las potencialidades naturales y humanas, volviéndolas paz y desarrollo con justicia, donde el hambre, las enfermedades curables y las insatisfacciones de todo tipo, no existan y mucho menos se cultiven.



El que vende, oferta a plazos o renta su dignidad, el que “olvida” el valor de la palabra, el que simula cumplir a la sociedad, el que se decide por suplicar y no exigir y aquellos que se desentienden o permiten que otros se ocupen de las obligaciones comunes, todos, son culpables de las condiciones de insatisfacción, injusticias, violencia, corrupciones y de las desgracias cotidianas en que hoy se encuentra la sociedad mexicana. No son castigos divinos y, menos, sufrimientos que deban pedirse nos los resuelvan desde el más allá, son resultados de los malos pensamientos y extraviadas acciones de hombres y mujeres, a los que aquí hay que buscarle y encontrarle solución, entre todos, con lo que se tenga, donde se esté, y prepararse para el disfrute terrenal, antes que el celestial.



Si en esta temporada de frivolidades y felicidad temporal y aparente, nos damos tiempo para analizar nuestro quehacer diario y el entorno de nuestras actividades, encontraremos que no es poco lo que podríamos aportar a la sociedad y más si aprendemos a comprometernos con honestidad, si cuidamos de nuestra palabra y si desarrollamos nuestras capacidades para acompañar a alguien y recibir compañía en la tarea de enfrentar, resolver y construir todo aquello socialmente preocupante, responsabilidades de la sociedad y gobiernos.



Desde un medio de comunicación se puede hacer mucho, a favor o en contra de los ciudadanos, cuando a las autoridades se les hace saber las opiniones y propuestas de la comunidad, o cuando sin razón, a sus resultados se les magnifica y festeja, cuando con cualquier motivo se les alaba y cuando a la mínima insinuación, se les llena de “piropos y fragancias”, con el costo implícito y sus facilidades de pago.



Fácil, muy productivo y sin riesgos, es el desempeño de un medio de comunicación y cualquier comunicador, si olvida o extravía su función social, si pierde el rumbo, si alquila su palabra, si renta su pluma, si oferta su tinta, si se decide a deformar la realidad, por ocultar hechos, por sobredimensionar resultados, en pocas palabras, si termina cobrando por hablar y recibiendo por callar.



Son inmensos los daños que se pueden ayudar a infringir a la sociedad desde un medio de comunicación, y resultan incalculables los beneficios que se pueden identificar, estimular y orientar hacia la comunidad, cuando en un medio domina la preocupación por lo común, el celo por la verdad, los cuidados por lo íntegro, las plumas certeras, las expresiones directas y las palabras valientes, aunque peligre la libertad o se arriesgue la vida, vale la pena y en estos tiempos, puede costar hasta la vida. No son exageraciones y siempre puede estar más cerca de lo que nos imaginamos.

El Machucón

Don Felipe Calderón, a Ud. que le gusta presumir cifras frescas, ahí le va: el 31 de noviembre de este año, según el Coneval (www.coneval.gob.mx), 52 millones de mexicanos continúan sumidos en la pobreza y al 30 de noviembre, de acuerdo a la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), el número de pobres e indigentes, han aumentado en México.



Presidente, no le parece que estos datos, bien duros, resumen el fracaso de la política social de los gobiernos, cuando menos, de los últimos 23 años. Desde el programa “Solidaridad” hasta “Oportunidades”, sólo han servido para promover negocios, maquillar miserias, encubrir saqueos y repartir caridades, cuando la cuestión mexicana de fondo no es un asunto de limosnas, sino de justicia social, que no se supera invirtiendo más en los medios de comunicación, sino ocupándose con profesionalismo y honestidad de los podridos y putrefactos aspectos estructurales de este país.



Don Juan Sabines, también a Ud. lo alcanza la información dada a conocer por el Coneval el 31 de noviembre. La municipalidad más pobre del país es San Juan Tepeuxila, en el estado de Oaxaca, y luego le siguen los municipios de Aldama y San Juan Cancuc, en el estado de Chiapas.



Don Juan, ¿no sería recomendable, ahora que ya está Ud. de lleno en campaña política federal y estatal, generar la publicidad suficiente para que por todos los medios de comunicación se aproveche eso de que en Chiapas se encuentran dos de los tres municipios más pobres de México? Imagínese, de 2,456 municipios mexicanos, dos de los más miserables los tiene usted y ha sabido conservarlos. Esto no es cualquier cosa, debiera de cacaraquearlo “El Güero” Velasco.


EL PELLIZCO:


Merecido el reconocimiento, en letras de oro, que el Congreso de Chiapas otorgó al ex gobernador Manuel Velasco Suárez. Muy lamentable que lo contamine su nietecito -él anda en campaña para la gubernatura-, y este hecho se entiende que es más para arropar y aromatizar a “El Güero”, antes que para distinguir e inmortalizar al científico y humanista universal.

7 de diciembre de 2011

¿BRECHA O ABISMO?

Publicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en sus países miembros, en los últimos 30 años, la BRECHA entre ricos y pobres alcanzó su nivel más alto.



Afirmó: “México tiene el segundo nivel de desigualdad de los ingresos en la población activa en la OCDE”.



Muy bien, y si quieren ejemplos, en los municipios de Chiapas se tienen excelentes casos: un presidente municipal obtiene no menos de 3 mil pesos diarios, mientras un trabajador de limpia puede ganar 100 pesos al día; un síndico, fácilmente cobra 70 mil pesos mensuales, cuando un trabajador del rastro, 3 mil pesos al mes; un regidor recibe, regularmente, 45 mil pesos mensuales, al mismo tiempo que un policía devenga, muchas veces, no más de 6 mil pesos al mes; y un Tesorero, Director de Obras Públicas o titular de la Policía Municipal, obtiene lo que le da la gana o la “habilidad en manos y tamaño de sus uñas”, mientras miles de personas ni el salario mínimo –que no rebasa los 55 pesos al día-, tienen asegurado.

Reflexiones y Precisiones

Hace seis años, durante el proceso electoral que se desarrollaba, los candidatos a la presidencia de la república ofrecían a los mexicanos todo lo bueno que se les ocurría, con tal de ganarse el voto de ellos, obtener la mayoría de los sufragios y hacerse del cargo de presidente de la república mexicana. Después, quien “triunfó”, ya como ejecutivo federal, se ha dedicado a cuestiones bastante distintas a las prometidas, olvidando ofrecimientos o en definitiva, “trabajando” en total sentido contrario a los intereses y necesidades nacionales. Por los hechos y resultados, hoy algunos ya intentan fundarle y promoverle delitos ante tribunales internacionales, y seguramente después lo acusarán de enriquecimiento ilícito y hasta de traición a la patria en la medida que se ha ocupado más en pensar y servir a los poderosos de los países extranjeros, antes que a los millones de mexicanos en miseria extrema, inseguridad espantosa e incertidumbre absoluta, anidada, desarrollada y fortalecida, cuando menos, muy bien en los últimos 23 años.



Cada que tienen oportunidad y con argumentos bien buscados y presentados, los priistas exhiben a los panistas como cínicos santurrones, incongruentes, corruptos e irresponsables. Cuantas veces pueden, los panistas muestran que los priistas son deshonestos, perversos, simuladores y dados a prostituirse en el ejercicio del poder. Luego, aparecen los perredistas mostrando y explicando que ellos son diferentes a los otros, que son de fiar y que el único interés que los mueve es el servicio al pueblo, su bienestar presente y futuro, aunque su desempeño, frutos y aromas, prueben cotidianamente que son bastante iguales a los panistas y priistas. Lo único diferente entre ellos es la imagen y el color en su logotipo, sólo eso.



Particularmente en Chiapas, se han tenido gobiernos estatales y municipales, priistas, panistas, perredistas y mezclas absurdas de donde nada bueno –socialmente trascendente- ha obtenido la mayoría de chiapanecos en pobreza y empobrecimiento constante. Las prácticas de gobierno, de todos ellos, son idénticas, y aunque traten de disimularlo con costosas inversiones en los medios de comunicación y otras marrullerías, hasta hoy, independientemente de los colores partidistas, en mayor o menor medida, todos “administran y gobiernan” de espalda a los ciudadanos; todos, incurren en hechos de corrupción; todos, cuidan bien las enraizadas impunidades; todos, disponen de los recursos públicos como si fueran bienes privados; y todos, con gran facilidad, mejoran o aprenden a desarrollar, como enfermedad, la simulación, el olvido y la traición, abierta o discreta, para los que confiaron en ellos los intereses colectivos, el bienestar social y el bien común que jamás debieran descuidar.



Aunque oficialmente se diga e insista en lo contrario, los chiapanecos tienen bien claro que los partidos políticos en su ejercicio administrativo y de gobierno, en su esencia y apariencia, son idénticos, inician y concluyen en los mismos términos: primero, enfrentándose con todo por obtener el poder; segundo, confrontándose a muerte para conservarlo, más allá del tiempo para el que fueron electos, pero, en beneficio de ellos, no de los millones de habitantes que los escuchan y ven llegar con infinidad de promesas, y al final, los observan irse fracasados, hinchados de dinero y deformados por tanta soberbia.



En el país, hace seis años, el presidente panista Felipe Calderón ofertó a los mexicanos una vida digna, con niveles de bienestar social humanamente aceptables, pero en cinco años de gobierno azul celeste, es evidente, todo ha empeorado y no se necesitan encuestas para confirmarlo: más desempleados, mayor inseguridad y violencia, niveles de pobreza y desamparo pocas veces visto; en síntesis, un país a la deriva, sin rumbo en lo económico, social y político, garantizando peores escenarios de bienestar, mayores sufrimientos a la población y la amenaza constante de muy posibles estallidos sociales en cualquier momento, del que nadie escapará y donde perderá más el que más tenga. Entiéndanlo.



En Chiapas, hace seis años, el gobernador perredista ofreció construir una entidad justa y de menos desigualdades: productiva, próspera, tranquila y satisfecha en sus necesidades, mínimamente, las más elementales. A cinco años de gobierno amarillo, no se han cumplido los ofrecimientos sustantivos, no se ha visto ni se ha sabido de esfuerzos verdaderamente serios por resolver las dificultades chiapanecas, de fondo no de forma, en la realidad, no en los medios de comunicación. Los “grandes esfuerzos oficiales” se han orientado a la adquisición y aplicación de cosméticos corrientes, que sólo el tiempo los deteriora o destruye y que harán crisis al concluir el sexenio, cuando llegue el próximo gobernador y busque vestirse con los errores del anterior, perfumarse con los fracasos del pasado y consolidarse, encarcelando y humillando a quien pueda o a quien se la deba.



En el municipio de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, hace un año, la presidenta perredista, Cecilia Flores Pérez prometió “El Cambio”: responsabilidad, transparencia, honradez y democracia. A 11 meses del “nuevo” Ayuntamiento, no ha podido ni con los agujeros de las calles, y por las quejas y denuncias ciudadanas, diarias, se puede afirmar que ha trabajado en total sentido contrario a sus promesas, igual que los otros gobiernos, y en muchas ocasiones, peor que sus antecesores. No existe transparencia verdadera y plena en las acciones de administración y gobierno; la participación ciudadana ofrecida, jamás ha rebasado los límites del discurso sobado y tramposo; y las sospechas fundadas de corrupción descarada y desatada, públicamente, los mismos miembros del Ayuntamiento se han encargado de aportar los elementos y señalar sus alcances.



Fracasos, anarquía, ineptitudes, irresponsabilidades, cinismos, terquedades y decepciones, serán la herencia, el sello y la firma que dejará para la posteridad el gobierno local amarillo que supo, medianamente, maniobrar una campaña política, pero que hasta hoy, no ha sabido ser gobierno.



Si se desea conocer y ejemplificar a una tricolor administración y gobierno priista, destacado prototipo de corrupción, nepotismo e impunidades, abusivas y arraigadas, basta y sobra con anotar al reciente ex gobernador del estado de Coahuila, ex presidente nacional del PRI, Humberto Moreira Valdez, que no solamente –como gobernador- endeudó y robó a su antojo, sino que además, impuso a su hermano como su sucesor.

El Machucón

La expresión de los habitantes del poblado Gustavo Díaz Ordaz: “No nos dejen solos, no permitan que nos maten, que muramos de hambre y de sed en medio del desamparo”, bien se puede complementar y comprender mejor, si al principio le colocamos el “Ya basta” que gritó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional hace 17 años y que hoy tiene más vigencia que nunca.


EL PELLIZCO:


Los asesores del senador Manuel Velasco Coello son un fraude, ¿cómo no le han recomendado al “Güero” ir a “Los Chimalapas” a invertir saliva, repartir despensas, entregar juguetes y tomarse fotografías con flores en el pescuezo, abrazando niños, mujeres y adultos mayores pidiendo auxilio? En esa realidad, bien podría ejemplificar sus “grandes logros” desde el senado y su enorme preocupación por el campo y las ciudades chiapanecas.

¡VAMOS GÜERO!

1 de diciembre de 2011

“GUTIERRITOS”

“Gutierritos”, hace un año, durante el proceso de entrega-recepción, quienes entregaban te calificaron de prepotente, abusivo, déspota e insoportable, así se publicó.



“Gutierritos”, sólo eres titular del COPLADEM, no lo has comprendido, no lo has asumido y te entrometes en todo sin responsabilizarte de nada.



“Gutierritos”, en la coordinación del primer informe de gobierno municipal, colgado de Pedro Cuanalo Estefan –el súper asesor- sólo atraerás desorganización, intrigas y confrontación.



“Gutierritos”, cuando vuelvan a homenajear a algún familiar tuyo en la sala del Cabildo, no adoptes actitudes arrogantes; están reconociendo las virtudes de ellos, no tu escasa formación profesional y pobre desempeño.



“Gutierritos”; serénate, ubícate y ocúpate bien de lo tuyo, con eso basta. No le compliques más su oficio a tu patrona.



Reflexiones y Precisiones

“No nos dejen solos, no permitan que nos maten, que muramos de hambre y de sed en medio del desamparo”, así se expresaron a finales del mes de noviembre, habitantes del ejido Gustavo Díaz Ordaz, del municipio de Cintalapa de Figueroa, Chiapas, y por toda la entidad chiapaneca se dan condiciones semejantes para que miles de chiapanecos, del campo y las ciudades, si tuvieran oportunidad, lo gritarían en los mismos términos, con igual angustia y parecida desesperación, aunque las autoridades opinen, como desquiciados, que aquí se vive como jamás se había experimentado nunca.



Apoyado con la información conocida a través de los medios de comunicación, con las limitantes y manoseos que se pudieran dar debido al control férreo que el gobierno de Chiapas ejerce sobre el trabajo que desarrollan en casi la totalidad de los medios impresos y electrónicos, se puede intentar sintetizar y destacar algunos aspectos sociales preocupantes que se han recrudecido como nunca en medio siglo, en la franja limítrofe entre los estados de Chiapas y Oaxaca.



Habitantes del ejido Gustavo Díaz Ordaz, del municipio de Cintalapa, Chiapas, integrado por 80 familias y un total de 350 personas, denunciaron que desde el 20 de octubre padecen bloqueos, provocaciones y amenazas por parte de comunidades oaxaqueñas. Han hecho público que las clases en educación preescolar, primaria y secundaria, permanecen suspendidas; que han perdido la cosecha de frijoles de 80 hectáreas; igualmente, que no pueden salir a trabajar, comprar o vender; y que ante la realidad que viven –peor que nunca y que puede empeorar-, ya están resueltos y dispuestos a juntarse con otras comunidades que les han ofrecido ayuda -alrededor de 4 mil habitantes-, calculan ellos, para enfrentar y resolver, por sí y directamente, la situación que vienen sufriendo y que los gobiernos no han podido o querido encontrarle solución en décadas.



Las denuncias se confirman y todo se vuelve aún más alarmante, cuando el 23 de noviembre, el Secretario General de Gobierno del estado de Chiapas, Noé Castañón León, reconoció públicamente los graves hechos que han denunciado los pobladores de la comunidad Gustavo Díaz Ordaz, al declarar: “en los Chimalapas, el conflicto se ha recrudecido en acciones incomprensibles, al mantener campesinos oaxaqueños, secuestrados a más de 350 habitantes del poblado Gustavo Díaz Ordaz”; “no dejan entrar ni al Ejército”; “ya se valora la actuación mediante el uso de la ley”; y “en todos los temas que se hablan, a Chiapas le asiste la razón y vamos a hacerla valer. No queremos llegar a los tribunales, pero si es necesario, lo haremos y estamos preparados”.



Es evidente que se está ante un conflicto social, muy bien conservado, con incapacidades, insensibilidad y sorderas de muchos años, por gobiernos de la federación y de los estados de Chiapas y Oaxaca, y que, aunque los actores gubernamentales actuales inicien precisando que llevan con el problema y sus consecuencias más de 40 años, no los exime de responsabilidades, y están en serio riesgo de ser ellos los que finalmente terminen pagando los resultados, más ahora que los pobladores afectados exclaman; “ya estamos al límite porque se nos acabó la normalidad y no podemos salir a ningún lado para comprar o vender nuestros productos”.



Por lo denunciado por los habitantes afectados y reconocido por los gobiernos involucrados, es posible afirmar, lamentablemente, que estamos ante un conflicto que puede desbordarse en cualquier momento, al que urge encontrarle solución y no, como acostumbran, salidas endebles para la cosecha política de coyuntura. El hecho que el Secretario de Gobierno de Chiapas reconozca el secuestro a más de 350 habitantes y que declare que ahí no dejan entrar ni al Ejército, dibuja y pinta los colores de la magnitud y verdadera gravedad del problema; las dimensiones que puede alcanzar un muy probable desbordamiento de la violencia, que puede darse en cualquier momento, más si las autoridades continúan con el mismo comportamiento y si en las comunidades hacen crisis sus niveles de aguante, tolerancia y paciencia, demostradas en más de 30 años.



Al presidente de México Felipe Calderón y a los gobernadores de Oaxaca y Chiapas, urge hacerles algunas preguntas que a lo mejor no se les han ocurrido: sus organismos de inteligencia y seguridad, ¿no los han alertado, con datos precisos y sensibles, sobre los niveles de explosividad acumulados en los límites entre Chiapas y Oaxaca?, ¿a quién podría beneficiar que el conflicto se prolongue y agrave aún más?, ¿ustedes, no poseen los datos y las valoraciones frías, sobre el enorme potencial económico y estratégico –para actividades lícitas e ilícitas- que bien pueden darse o se dan en las 160 mil hectáreas de la franja limítrofe origen del conflicto? Don Felipe, Don Gabino y Don Juan, ¿no comprenden que cerebros y manos traviesas pueden aprovechar los niveles de desatención y la “temperatura social” que ya se presenta entre Chiapas y Oaxaca, para sobrecalentar la zona, distraer en beneficio de la delincuencia organizada, contaminar el proceso electoral en marcha, y en un descuido fatal, que con sangre chiapaneca y oaxaqueña, en cara y manos, ustedes tengan que despedirse de sus gobiernos?.



Tristemente, se debe reconocer, por los tiempos de politiquería que se vive, por las preocupaciones electoreras que los entretienen y por la calidad ética, moral y cognoscitiva de los actores oficiales involucrados, si bien va, que apenas alcanzarán a medio aplicar sedantes y nerviosas curaciones a la problemática que se desarrolla, complica y conserva, entre Chiapas y Oaxaca, no más, si les da tiempo y si no algunos malosos se deciden por un parto social sin prever sangrados, dolores, llantos y los consecuentes costos políticos para los recientes involucrados.

El Machucón

Ante los encarcelamientos de impacto, administrados durante todo el sexenio que está muy próximo a terminar, cuentan en privado que ya quienes operan el “Chiapas Solidario” están previendo la construcción de un nuevo reclusorio, que por sus dimensiones y equipamiento, podría llamarle “Ciudad Segura”. Quién sabe si sea cierto, pero el proyecto no es descabellado y seguramente lo necesitarán, aquellos que pronto llegarán a ejercer y disfrutar el poder que posibilita gobernar a Chiapas.



Ahora, con el encarcelamiento del ex presidente municipal de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, Mariano Díaz Ochoa, y su posterior liberación el martes 22 de noviembre, el gran beneficiado fue el diputado federal Sergio Lobato García, quien se consolida como el mero jefe de jefes, que si logra “invertir y tejer” con sensibilidad y visión –que no son atributos de su felino-, capaz incide de forma determinante en el nombramiento de algunos ayuntamientos y diputados, y en un descuido, hace presidenta municipal de San Cristóbal a su esposa. Es en serio, la posibilidad existe y como sea, ella ya tiene seguro un lugar privilegiado en el próximo gobierno coleto. ANÓTENLO.


EL PELLIZCO:


Los gobernadores de Chiapas, por costumbre, casi siempre llegan a San Cristóbal de Las Casas en helicóptero. Con eso que, parece, concluirán que la nubosidad tiró la aeronave de gobernación el 11 de noviembre pasado, es posible que, así, menos llegará un gobernador a San Cristóbal y de peor manera atenderán al municipio coleto.