Piensa, Prensa y Pega.

20 de marzo de 2007

CHIAPAS; 100 DÍAS DE SOLEDAD.

Federación insuficientemente presente; planes y programas sin elaborar; gobierno y sociedad caminando separados; realidad, discurso y práctica, divorciados, y; gabinete ajeno.
Si a cien días de gobierno, todavía no están elaborados los planes y programas; si a cien días se desconocen los proyectos y acciones específicas, para cada una de las regiones económicas del estado; si en cien días a los miembros del gabinete no se les ha visto actuar y resolver; si en cien días, parece continuar la campaña; si en cien días, no se ha dado muestras de querer ir al fondo de los problemas; si en cien días, sólo se les ha visto, confundidos y abrumados, buscando salidas y no construyendo soluciones; si en cien días, por el estado más se les ha observado como turistas y no como responsables gobernantes; si en cien días, les ha preocupado más los medios que los males; si cien días no han sido suficientes para que los chiapanecos puedan conocer qué, cómo y cuándo se hará algo serio para detener y revertir los abandonos, las miserias y las injusticias, todas reales y contabilizables, en la selva, sierra, altos, centro, norte, soconusco, costa, fraylesca y frontera de Chiapas, y; si en cien días, vemos cómo siguen casi los mismos funcionarios, sin funcionar, y que el gobernador que se fue, parece haberse llevado la silla, los teléfonos y la pluma del ejecutivo, los chiapanecos, con propiedad podemos afirmar y difundir que, hemos estado ante cien días de soledad.

Saludar a Tony Garza, pasear a Josefina Vázquez, aplaudir en el puerto, darle algunas monedas a los viejitos, caminar tras el secretario de gobernación, ponerse flojito ante Felipe Calderón, simular intenso trabajo en las “relaciones internacionales”, invocar a los muertos, despertar al CODECOA y CODECOM, volver al viejo, en sus acentos y actitudes, todo, es absolutamente insuficiente para sacar a los chiapanecos de su crónica marginación, de la eterna pesadilla y de absurdas e irracionales injusticias.

Empujar un desarrollo social justo para los chiapanecos, pasa por ciudadanizar el ejercicio de gobierno y los trabajos propios de la administración pública, desde abajo y no a la inversa, escuchando y hablando con todos, no sólo con los “líderes” de siempre, los charlatanes de la política, los políticos de cartón, los de precio y no principios, los que el diez de mayo, por más que le buscan, no encuentran a quien celebrar.

Urge que el actual gobierno rompa con la “camisa de fuerza” que le impusieron, que haga a un lado la silla de ruedas en la cual lo desplazan, que se quite los lentes que le colocaron, que haga a un lado el “guión” al que lo ataron desde el principio, que se sacuda a los “asesores” que actúan como bufones, que les de “marcaje personal” a los niños de papá que más trabajan ya para el próximo sexenio, que para la actual responsabilidad, y se busque colaboradores capaces, responsables y leales, con lealtad a principios sociales, antes que a personas, que lo ayuden a ver y salir no a confundirse, hundirse y ahogarnos.

Se tiene que entender que, el responsable de los resultados de esta administración, es el actual ejecutivo, no el que se fue, y que es un “descuido fatal” confiar observación, análisis, decisiones y acciones a, ojos, cerebro, corazón, hígado, brazos, piernas y pulso del que “se fue”, de esta manera al final, los aciertos se explicarán por el pasado y, los errores serán los únicos frutos del presente. Con valor y firmeza se debe dejar claro ya que, un sexenio acaba con seis años y que no es sano cobrar con un hombre y, servirle pensar y suspirarle al otro. No deben olvidar esa canción que dice: “si hasta en mi propia cara coqueteabas mi vida…”

Cien días ya gastó el actual gobierno del estado, y como todavía los planes y programas aún no se conocen y formalizan, bien se puede afirmar que todas las acciones, hasta hoy, han nacido de la ocurrencia, se orientan al tanteo y se alimentan con la música agradable y tranquilizadora que emiten los medios; los que medio se leen, los que medio hablan, medio muestran y medio cobran, bueno, algunos cobran de más porque le hacen creer a dios, le mienten al diablo, duermen con ambos y les cobran a los dos.

En estos primeros cien días donde, igual daño han hecho los que cobran por callar, por hablar, o por ayudar a que otros no hablen, mucho se ha dicho que el actual ejecutivo tiene voluntad, se esfuerza, no descansa, que platica con todos, que vive en la gestión permanente y que a diario arranca proyectos de impacto; pero se han olvidado mencionar que la voluntad debe ir acompañada de convicciones, conocimientos y equipo de trabajo propio; que todo esfuerzo, para que sea útil, debe ser ordenado y orientado con planes, programas, proyectos y acciones, nacidas y controladas, verdaderamente, desde abajo; que es necesario platicar y acordar más allá de los partidos políticos, de los vividores de la política y de los grupos que actúan para cuidar sus parcelas de poder, “olvidan” decirle al ejecutivo, que debe intentar “tocar fondo y meter ruido”, para que verdaderamente aprenda y actúe, empuje e impacte; los medios olvidan decir al ejecutivo, que los buenos resultados de las gestiones y magnitud de los beneficios, se miden en el bienestar social objetivo, no con el aroma del incienso y variedad de las imágenes en los medios, y; se han olvidado decirle al actual gobernante chiapaneco que, no es necesario dejar de descansar o simular insomnio para poder avanzar, que no dormir por los demás, es un grave trastorno de conducta, que acaba terminando con el que lo padece y haciendo ningún bien a los demás, han olvidado decirle que, es suficiente con imprimirle responsabilidad social a todo el quehacer gubernamental, poniendo al servicio de los no gobierno, la política y el gobierno, el pensar y el hacer, el decir y el quehacer.

Si en cien días en Chiapas, la federación no ha pasado, lo suficiente, del discurso a la práctica; si en cien días, se ha profundizado el descontrol en la frontera sur; si a cien días, el que se fue todavía no entrega la silla y quienes quedaron sirven más al pasado gobernador que al actual; si a cien días, los “colaboradores” aún no concluyen los planes y programas de gobierno; si a cien días, los grupos de poder no se terminan de acomodar; si a cien días se desconoce cómo, cuándo y con quiénes se trabajará en las nueve regiones económicas de Chiapas; si a cien días, preocupan más los medios que los males; si a cien días, los padecimientos de los ciudadanos son unos y las preocupaciones de los gobiernos son otras; unos se mueven sólo arriba, mientras otros caminan, solos, abajo, este capítulo bien se le puede llamar, cien días de soledad.

Documento publicado originalmente en el periódico "la Fja Coleta" el 20 de marzo del 2007.

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