La realidad cotidiana de Chiapas, frecuentemente desmiente a las empalagosas celebraciones y comedidas cortesías del gobernador y sus bufones hacia el gobierno federal, representado por Felipe Calderón Hinojosa, el belicoso presidente que hasta hoy todavía no cumple las promesas que hizo a los mexicanos, limitándose sólo a discursos cínicos y resultados con mayores padecimientos reales.
“Don Juan” o algunos de sus empleados del poder ejecutivo o legislativo, no permiten pasar una semana en la que no envíen al presidente de México, “agradecimientos por el buen trato que reciben los chiapanecos, como nunca en la historia de la entidad”, dicen.
Juan Sabines Guerrero, el 14 de enero, en extraña reunión con delegados federales, subrayó que “el gobierno federal tiene un trabajo en Chiapas, que se reconoce”; lo que nos faltaba, mansas expresiones ante hechos que contradicen cualquier agradecimiento: la salud en Chiapas apenas se desempeña con muletas; la educación se desplaza en silla de ruedas; y, el sector comunicaciones y transportes, pareciera que está guiado por perros para invidentes.
El año pasado, cuando la “influenza política”, fue el mismo gobierno de Chiapas quien a través de su secretario de salud, con cifras y porcentajes, se quejó del humillante maltrato que recibe el sector, después cesaron al funcionario; esta semana, con dos casos se documentó de sobra el abandono en que la federación mantiene a la educación en Chiapas, se ilustró muy claramente con la Escuela Secundaria Técnica Número 131, ubicada en la capital chiapaneca y el CBTIS 92 de San Cristóbal de las Casas; y, la semana anterior, los empresarios organizados urgieron la intervención del gobernador y la Secretaría de Gobernación para que la “autopista” a las Choapas, por fin y ya pronto, después de varios años, pueda constituir una vía de comunicación segura y en mejores condiciones. ¿Serán estos ejemplos, un trato justo de la federación a Chiapas?, ¿existen motivos para festejar? y ¿se deben agradecer y afrontar con palabras mansas estos desprecios? .
Todo esto, constituye una muestra pequeña, el resto, lo más, es tratado con parecida indiferencia e igual desdén; y los gobiernos, todos, hasta fiestas con música les organizan.
Sobre la “reunión de trabajo” del 14 de enero, presidida por el gobernador del estado y sus más cercanos colaboradores, con todos los titulares de las delegaciones del ejecutivo federal en Chiapas, con fundamento, se puede decir mucho.
A 37 meses de iniciado el gobierno de “Don Juan”, inquieta bastante una reunión de esta naturaleza y bien puede dar para suponer que la colaboración entre el estado y la federación no es buena, que se da con demasiados jaloneos por poder y recursos, y que existen asperezas urgentes de limar; si todo caminara bien, la reunión sobra. En pocas palabras, nos dejan claro que el trabajo de los empleados del gobernador y los del presidente de México, no se vienen dando como debe ser y se necesita, a no ser que la junta haya sido para la presentación formal del inicio de la campaña del PAN en la entidad y mostrar que el gobernador presidirá la coordinación general en Chiapas.
En la misma reunión que encabezó el gobernador el 14 de enero, se hizo evidente que las delegaciones federales en Chiapas, están total y deliberadamente “empanizadas” y en condiciones de empujar ventajosamente cualquier proceso electoral federal, estatal o municipal, a favor del Partido Acción Nacional, y no sólo eso, por si faltara, en el mismo mes de enero el gobernador entregó al PAN la Secretaría de Pueblos Indios, es decir, amplios recursos económicos, humanos y materiales, que sin lugar a dudas, serán utilizados para hacer política en una parte considerable y estratégica del medio rural chiapaneco.
Bien “saboreada” la reunión empanizada del 14 de enero, con todos los delegados federales, y la entrega al PAN de la Secretaría de Pueblos Indios, da y sobra para pensar que el gobierno de Chiapas ya inició los trabajos reales para los próximos procesos electorales, y lo hará sin disimulo a favor del PAN, aunque aún tiene mucho margen como para, “inteligentemente”, también ir con el PRI y el PRD, al mismo tiempo, como en el proceso anterior, como lo acostumbran hacer todos los inseguros y abusivos que quieren ganar a cualquier precio, olvidando aquello de que, al final, resultan igual de ingratos y dañinos; el amor comprado o el odio gratis.
En el tema de la semana, nadie ha dicho que el principal damnificado no es “El Chunco”, sino el gobernador Sabines Guerrero: fue quien lo hizo regidor de Tuxtla Gutiérrez; diputado local; diputado federal; e indudablemente tenía grandes planes para él, incluida la alcaldía de la capital chiapaneca.
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