Piensa, Prensa y Pega.

14 de enero de 2010

Reflexiones y Precisiones

En México, cuatro cuestiones dominarán y distraerán el escenario nacional a lo largo del 2010, principalmente: los escándalos magnificados, en horario “triple A”, que se deriven de las escaramuzas que se sostengan con la delincuencia organizada; el ruido que originen los movimientos de las piezas del tablero político, con miras al proceso electoral del 2012; la sobrevaloración y los ecos que se emitirán, con motivo a la desproporcionada celebración del bicentenario ya harto anunciado en México; y las manifestaciones sociales, que pueden ir de tibias a radicales, de pacíficas a armadas y de desesperadas a bien organizadas por todo el territorio nacional, como reflejo y rechazo a las mayores dificultades y sufrimientos para poder vivir con dignidad y cuando menos, morir de igual forma.

Sin duda, en la situación mexicana para todo el año 2010, estarán presentes y prevalecerán los cuatro elementos descritos con anterioridad, con mayor o menor intensidad, cada uno tendrá su tiempo y espacio, y según corresponda, serán promovidos, administrados, manipulados, hostigados o reprimidos, desde los gobiernos federal, estatales, municipales o entre todos, en “perfecta” coordinación y absoluta subordinación vergonzosa, hacia el ejecutivo federal y todos aquellos quienes disponen e imponen en este país. Se observa y espera, como siempre, un año nada bueno para no menos de 40 millones de mexicanos, que verán más mermadas, su capacidad de compra; las posibilidades para emplearse; su seguridad personal y familiar, en todos los sentidos; la salud pública; la educación; vivienda y todos aquellos aspectos de bienestar social que desde hace décadas, se vienen deteriorando, contrayendo y limitando en grados desastrosos, lamentables y lastimosos. Todo, casi como maldiciones o desgracias cíclicas, donde los gobiernos, del color que sean, entre más se acercan y lo tratan, más lo empeoran, y ellos, más se benefician.

Así pues, es sano no perder las esperanzas, sobre todo, bien parapetados en lo que se pueda estimular, provocar y enriquecer, desde abajo. Nada suficiente y verdaderamente bueno hay que esperar de los gobiernos; se debe estar preparado para todo, cada uno con lo que tenga y como pueda. Vienen tiempos todavía más difíciles, acompañados de elementos que dibujan un futuro con mayores incertidumbres para todos los que no son gobierno, donde sólo escapan, por hoy, aquellos que, directa o indirectamente, viven tranquilos y cómodamente succionando y alimentados con recursos públicos, patrimonio de los mexicanos.

Durante el 2010, mientras la administración de Felipe Calderón se desempeña en los aspectos aquí señalados, y el gobierno de Chiapas hace lo suyo, el gobernador Juan José Sabines Guerrero, además de continuar con las banalidades de siempre, agregará a su “agenda”, el nombramiento que, indudablemente, él hará de los próximos 40 diputados locales y los 118 ayuntamientos, esto, dando por hecho que su contrarreforma será rechazada y utilizada al máximo por los grupos políticos no afines a su gobierno, que son varios, aunque lo simulen bien y aprovechen mejor.

El 2010 en Chiapas se espera sumamente caliente y explosivo, todo con “mecha corta y pólvora enriquecida”: jaloneos, manotazos, simulacros y zancadillas entre los grupos políticos locales y nacionales, vividores de la politiquería, por el reparto de las diputaciones locales y los ayuntamientos; manifestaciones de inconformidades diversas, antes, durante y después del proceso electoral, siempre manoseado y contaminado en exceso; y, por si faltara, a todo esto habría que agregarle las expresiones de las luchas auténticas y verdaderas que surjan por toda la problemática social acumulada en las últimas décadas, que no han sido atendidas, que sólo se les han construido salidas temporales y no soluciones definitivas, que se les ha “olvidado” o que las han menospreciado o despreciado, por ineptitud o deliberadamente.

Complejo, delicado y difícil se presentará el 2010 en Chiapas, agravado con la falta de oficio político e irresponsabilidades de los gobernantes locales y sus “asesores”, donde en todo momento estarán presentes las condiciones y tentaciones, para que el gobierno federal se decida por tomar el control absoluto de la “plaza Chiapas”, inclusive, enfermando más al gobernador o permitiendo que las tensiones sociales se desborden en grados manejables, y que estas mismas empujen a Sabines fuera de Chiapas. Aquí, muchas cosas pueden suceder y de todo hay que esperar, incluido el chantaje, con un juicio político simulado.

Mientras todo esto sucede, ya en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, cuatro grupos juntan pertrechos y afinan puntería, para hacerse de la presidencia municipal y luego “modernizar y profundizar ” en los negocios posibles y probables desde un Ayuntamiento: la camarilla de Sergio Lobato, con su “chapiado” al frente; la pandilla del ex rector, con su “mariachi” a la cabeza; el clan Díaz Ochoa, con cabeza en “negociación” apresurada; y, quien pudiera resultar el más fuerte y peligroso, el “consejo ciudadano” con el grupo “Na Bolom” por delante, especialista en “bajar” recursos de todo tipo, en cualquier tiempo y de cualquier bolsa.

No hay comentarios: