Piensa, Prensa y Pega.

5 de mayo de 2010

Reflexiones y Precisiones

En el número anterior de “Mirada Sur”, apareció una entrevista realizada al director del “Sistema de Agua Potable y Alcantarillado Municipal” de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, que pareciera quiso utilizar para asearse las manos, lavarse la cara y ocultar sus incapacidades, sin embargo, con ella queda demostrado claramente que, Juan Carlos Flores Santiago, Director del SAPAM, derrocha miopía administrativa; incurre en exceso de cinismo; da muestras de que la ineptitud es su fuerte; y por si hiciera falta, tal vez queriendo presumir “habilidad política”, informó de cortes masivos a morosos, probable incremento del 50% a la tarifa actual y en una maniobra peligrosa e irresponsable, recurrió a la estrategia de “enfrentar y atemorizar para cobrar”, alertando a los usuarios cumplidos sobre la gran posibilidad de que todos queden sin el servicio de agua, por culpa de los morosos.

Juan Carlos Flores anuncia con gran “sabiduría”, que la solución a los graves problemas financieros del SAPAM, se resuelven con que paguen los morosos, que se superan no permitiendo tarifas preferenciales e incrementando el costo del servicio en un 50%. Dijo que la propuesta de aumento ya la hizo a la Junta de Gobierno del SAPAM y dejó el sabor de que sólo es cuestión de tiempo.

Juan Carlos Flores miente cuando atribuye los problemas financieros del SAPAM sólo a los actos de morosidad y a las tarifas preferentes, que no dijo, promueven y autorizan los presidentes municipales, que aunque es cierto, impactan en los ingresos del organismo operador, no explican todo, ni son suficientes para justificar la magnitud de los problemas económicos que periódicamente se viven en el SAPAM y que padecen constantemente buena parte de los 21 mil usuarios de la ciudad.

Los, ahora sí “históricos” y verdaderos problemas del SAPAM, se llaman corrupción, abusos e impunidades, que fácilmente quedarían al descubierto si se aplicara una auditoría profesional, acompañada de cerca por ciudadanos conocedores y honorables. No auditorías que contratan y pagan ellos mismos o de las auditorías políticas que acostumbra el Órgano de Fiscalización Superior del Congreso del Estado de Chiapas.

Juan Carlos Flores Santiago es marrullero y algo tramposo, cuando menos, porque para “explicar” los problemas del SAPAM, únicamente habla parcialmente de los ingresos y jamás se refiere a la totalidad de los egresos: cómo se da la planeación, programación y presupuestación anual en el SAPAM; cómo se gasta; con qué criterios, quién se encarga de las compras; cómo se establecen los montos de los salarios; y sobre todo, en la determinación de los ingresos y orientación de los egresos, cuánta independencia, real, existe del Ayuntamiento jodeleño. Seguro, las respuestas a todas estas interrogantes, sí explican los problemas de fondo en el SAPAM, y su atención honesta sí podría, en definitiva, asegurar escenarios económicos favorables para el organismo operador y un mejor servicio, hoy y a futuro, a los ciudadanos de San Cristóbal de las Casas.

Pretender resolver los problemas del SAPAM, agarrando el toro por la cola y no por los cuernos, es un acto mañoso para ganar tiempo, es evadir su responsabilidad echándole la culpa a otros y es exponer a todos a problemas mayores, más cuando hoy el director, para “resolver”, en una acción torpe, intenta enfrentar usuarios cumplidos, contra morosos.

Los ruidos provocados por corrupciones, malos manejos e impunidades en el SAPAM coleto, que se recuerde, se remiten cuando menos a los tiempos de Rodrigo Hess Poo, el hoy coordinador del patito “Consejo Ciudadano” Jodeleño, y llega hasta nuestros días. Muchas “auditorías” se han aplicado al SAPAM y abundantes elementos de corrupción han trascendido y filtrado a los medios, sin embargo, nunca se han deslindado responsabilidades y menos se ha aplicado castigo. Estos abusos y ausencia de sanciones, constituyen algo importante en los verdaderos problemas del SAPAM, que aunados a los “usos y costumbres” arraigados en el mismo, originan las dificultades económicas, mal servicio y crisis cíclicas.

En las condiciones actuales, el SAPAM no es capaz de atender satisfactoriamente las demandas del presente y está totalmente olvidado de su responsabilidad de prever las necesidades y respuestas responsables a futuro.

Todos saben, desde siempre, que los directores del SAPAM son nombrados directamente por los presidentes municipales en turno, que ellos y los demás miembros del Ayuntamiento, empezando por el síndico, disponen a su antojo de los recursos económicos, humanos y materiales; que al SAPAM lo convierten en la “caja chica” para atender sus necesidades de todo tipo; que con las tarifas del agua entubada, hacen “política” en la campaña y durante el “gobierno”; que desde el SAPAM, se arman jugosos negocios con fraccionadores; que ahí envían a cobrar a los parientes, amigos y amigas de las autoridades municipales; y que el director en turno del SAPAM, usa y abusa de los recursos, por supuesto, cuidando antes atender suficiente y oportunamente, al presidente municipal, síndico y regidores. En estas condiciones de operación y uso de los recursos, jamás habrá presupuesto que aguante y tarifa que pueda soportar estos niveles de desorganización y corrupción.

Hoy, un sólo ejemplo dibuja muy bien todo lo que sucede en el SAPAM y que solapa el Ayuntamiento jodeleño: al iniciar este “gobierno” municipal, hace 29 meses, con autorización del Ayuntamiento, el director y subdirector del mismo, incrementaron sus salarios en un 100%, y ahora el director cobra un salario “formal” de alrededor de $50 mil pesos mensuales, más otras “atenciones” a la mano, esto quiere decir que sólo para atender el sueldo mensual de Juan Carlos Flores Santiago, es necesario que paguen oportunamente el servicio de agua entubada, algo así como 830 familias; sintetizando, las cuotas de 830 usuarios del SAPAM se destinan exclusivamente para cubrir el salario del director.

Proponer y autorizar un salario así para un director del SAPAM, es mal manejo de los recursos públicos, constituye un abuso y puede tipificarse como corrupción. En un organismo operador de esta naturaleza y tamaño, no debe permitirse este monto de salario, que más bien parece sueldo de director de una empresa de Carlos Slim y no de un organismo “quebrado” como el SAPAM de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

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