Piensa, Prensa y Pega.

14 de marzo de 2012

Reflexiones y Precisiones


No está fácil sustraerse al bullicio, gritos, carcajadas y pataleos que se vienen dando por todo el país, con motivo de los relevos en la presidencia de la República, senadurías, diputaciones, ayuntamientos y gubernatura en Chiapas. No se habla, mayormente, de otra cosa que de “probables”, “muy posibles” y de “casi un hecho”. Día y noche sueltan rumores, “borregos” para distraer y dar falsas señales para confundir, entretener o desgastarse entre ellos. Todo lo que moviliza a los protagonistas de este proceso electoral, por el territorio nacional, está “energizado y aceitado” con recursos públicos, muy probable “dinero sucio” y si le buscamos, encontramos que detrás de cada uno de los “políticos”, del nivel que se trate, está alguien que es gobierno o algún grupo político que siempre ha utilizado y usufructuado poder en beneficio de ellos y siempre a espaldas de las mayorías que continúan yendo, a mayor velocidad, de muy pobres a miserables.




Los priistas y verde “ecologistas” no desaprovechan la ocasión para mostrarse sobrados y como dando a entender que ya muy pronto recobrarán la Presidencia de la República, no pueden disimular y menos ocultar la cara de alegría y satisfacción que se les ve, que muestran, presumen y placean. Ya hacen tantos y tamaños de lo que esperan hacer al recobrar el poder, inclusive, ya tienen alineados a sus parientes y amigos en la esfera política o empresarial, para que estén a la mano en los momentos de la recuperación y el reparto del botín. En los priistas y verde “ecologistas” ya todo es algarabía y festejo, planes y promesas, exhortos y compromisos, acuerdos y complicidades, y no faltan aquellos, que a la muy vieja usanza, andan tratando de sorprender, “subastando” espacios políticos o futuro cargos públicos. Desde luego, no escasean los incautos, ambiciosos o hambrientos, que ya invierten dinero suyo o ajeno, con la intención de amarrar algo que les asegure poder y dinero.




Los panistas que durante casi 12 años han probado y les han gustado las mieles y los buñuelos que les da el uso y abuso del poder, abierta o discretamente, desde el ejecutivo federal, se preparan con todo lo que les permite el poder casi absoluto, para por las buenas o malas retener el cargo de Presidente de la República y con ello, la capacidad de maniobra política y económica que esto significa. Por lo que es del conocimiento público, es una realidad que el ejecutivo federal se organiza y pertrecha con lo que puede -“armamento” legal o prohibido- para dar la pelea electoral, pretendiendo salir airoso de la batalla política decisiva, “mortal”, que ya inició y cuyo resultado se concretará el 1 de julio de este año. Es innegable que hoy, como siempre, la prioridad para el gobierno de la república panista, no es la pobreza, marginación, desempleo, inseguridad o violencia espeluznante, no, lo preocupante para ellos es cómo conseguir, organizar, orientar y operar satisfactoriamente los recursos a su alcance, que les asegure conservar y consolidar el poder que los ha vuelto inmensamente ricos y soberbios. Parecen decididos a darse con lo que tengan a la mano, y ya preparados para los peores escenarios y finales.




Por otro lado, también y adelantando éxitos con esmerados cuidados, trazos y trotes, se mueven “Los Amorosos” que llevan a la cabeza a Andrés Manuel López Obrador, aquél que hace 6 años no desaprovechó oportunidad para demostrar carácter difícil, “mecha corta”, intolerancia y radicalismo. A 6 años, ahora López Obrador asomó con un lenguaje, tono y movimientos, que por su suavidad y llamados a la concordia, comprensión y amor, muchos piensan que a lo mejor algún espíritu del Tíbet lo posee, o se lo metieron. Quién sabe, pero lo que personas de experiencia y opinión afirman, es que su comportamiento con excesivos “quiebres” y movimientos estudiados, no son confiables, no representan una expresión y reflejo de sus verdaderos sentimientos, principios y convicciones –de lo que piensa y haría-, sino la suma de todas las recomendaciones que le hacen sus asesores de imagen que buscan hacer de él un buen producto a ofrecer, colocar y vender. Es decir, lo mismo que hacen los otros candidatos, pero con color, piel y pelos diferentes, que de llegar al poder, no existe ninguna garantía de que “gobernará y administrará” como lo ofrece, y más cuando se hace memoria sobre los orígenes, desempeño, antecedentes generales y experiencias particulares, de la mayoría de quienes lo rodean, animan y orientan. Prevalece el temor fundando de que también “Los Amorosos” podrían engendrar una criatura “deforme”, difícil e impredecible como acostumbran los priistas y panistas que tienen a México en las peores desgracias, sufrimientos y emergencia nacional.




Es un hecho que del proceso electoral, que en la práctica ya inició y que concluirá con números el 1 de julio, surgirán no pocos machucados, descontados, quemados, castrados y reciclados. Surgirán los resultados que a muchos colocará en condiciones de poder servir a los demás, o como siempre sucede, de abusar del poder y sus recursos posibles, como ya es una tradición, pesadilla o maldición para la mayoría y millones de habitantes de este país. No es necesario esperar el 1 de julio para saber quiénes “gobernarán” y que continuarán mal administrando –en su beneficio- los recursos humanos, materiales, económicos y naturales de los mexicanos; serán los mismos partidos políticos, las mismas familias, con iguales actitudes, defendiendo y protegiendo los intereses de siempre, los de su misma clase social. Olvidados de los problemas torales del pueblo mexicano, ese comportamiento que a la sociedad mexicana, a decenas de millones de hombres y mujeres, solamente les asegura producción y reproducción de pobres, miserias, hambre, desempleo, inseguridad, enfermedades curables, mala o insuficiente educación e injusticia social en todas sus formas y por todos sus lados. 


 

Exagerados recursos económicos públicos habrán de gastarse en el proceso electoral, bastantes son los riesgos de sobrecalentamiento y desbordamiento social, de todo se escuchará. Se conocerán traiciones, arrebatos, irracionalidades, ingratitudes y si lo necesitaran, “accidentes” y desapariciones. Ellos de todo saben y pueden, en esencia son lo mismo: unos tienen a sus “chuchos”; otros, a sus “gatos” y a nadie de ellos les faltan sus bestias, esas que son capaces de las brutalidades que al pueblo mexicano, desde hace décadas, lo tienen sumido y arrinconado en una de las peores miserias del mundo, olvidados y despreciados, que no tendrá remedio y que puede empeorar, mientras los ciudadanos permanezcan apáticos, desorganizados y conformes con las caridades o limosnas oficiales que ayer repartía el PRI, que hoy entrega el PAN y que cualquier día de estos bien podría distribuir el PRD, acompañado del PT y de algún “movimiento ciudadano” de casimir, perfumados, con accesorios de “marca” y con algún libro de poemas bajo el brazo.

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