DA GUSTO Y ESTIMULA ENORMEMENTE, observar que ya está con nosotros, los viejos, una nueva generación de mujeres y
hombres, mexicanos: más preparados profesionalmente,
preocupados por lo común, solidarios, valientes, enérgicos, decididos y dispuestos a no dejarse engañar y pisotear por ninguna autoridad: así ha quedado demostrado en los últimos dos meses, ahora con EL CRÍMEN DE ESTADO cometido en contra de los 43 jóvenes estudiantes normalistas de AYOTZINAPA, en
Iguala, Guerrero.
Como nunca en los últimos 50 años, que no son pocos, se ha expresado
tanta bravura, coraje y arrojo, racionalmente orientado, en contra de las
autoridades superiores de este país; mujeres y hombres, jóvenes, exigiéndole a los Poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, que cumplan con sus responsabilidades constitucionales:
que cumplan en procurar JUSTICIA, SEGURIDAD, BIENESTAR Y LA PAZ SOCIAL que
los mexicanos merecen y que les ha sido arrebatada de las manos por los malos
gobernantes, de todos los niveles.
En las áreas urbanas y
rurales de este país, los jóvenes mexicanos
han alzado su voz para hacerse escuchar, sentir y respetar; avanzan y se
multiplican poco a poco, pero con firmeza y fuerza.
Para sorpresa de los malos gobernantes, la
sangre nueva no está llegando de rodillas, suplicando,
improvisando, proponiendo arreglos a medias o solicitando cuotas de poder: llegan
de pie, con valentía y voluntad, organizados, exigiendo, con
visión amplia, convenciendo y resueltos, dispuestos a hacer
valer sus derechos y conscientes de que es su obligación hacer que los malos gobiernos cambien u obligar a
que se vayan. Sin duda, la enorme energía social que ha despertado el crimen de estado cometido en
contra de los 43 estudiantes normalistas, marcará claramente un
antes y después, en la lucha social de los mexicanos.
Nada se está sobredimensionando,
los testimonios a diario se multiplican y amacizan enormemente en México y el mundo entero. Hasta hoy, nítidamente, en estos
términos ha sido la reacción de las mujeres y los hombres jóvenes de México, al interior del país y en el extranjero, frente a LA MASACRE DE IGUALA cometida por
autoridades locales y solapada por el estado mexicano.
Como mínimo, vergüenza debe darnos a todos aquellos que hemos vivido nuestra existencia
de manera cobarde, cómoda, de forma egoísta o en complicidad con los gobiernos.
La enorme energía y solidaridad
social, interna e internacional, que ha despertado este crimen de lesa
humanidad, afortunada e indudablemente, no tiene vuelta atrás, llegó para quedarse y difícilmente podrá ser contenida, revertida o manipulada
por las autoridades. Llegó la sangre nueva a México, están
llegando las mujeres y los hombres jóvenes que
los mexicanos necesitaban: es obligación de los
viejos, nosotros, ACOMPAÑAR CON TODO, sin titubeos o medias
tintas; donde estemos
y con lo que podamos, a esta nueva generación
valiente y de valía. Hay que irse con extremo cuidado porque también, por todas partes, está asomando la nueva generación de jóvenes corruptos, marrulleros y
cobardes, de esas y esos que tienen al pueblo mexicano en las condiciones
de injusticia y miseria actual. De ellas y ellos luego hablamos, tienen nombres
con apellidos bastante conocidos; aquí, en el estado y
en el país.
¿“UN GOBIERNO CERCANO A LA GENTE"? Por todos los lugares de Chiapas y en
cualquier espacio que se pueda pintar, el gobierno de Manuel Velasco Coello viene
escribiendo que es “Un gobierno cercano a la gente", y para convencer de que su afirmación es cierta, muestra imágenes donde el gobernador se abraza con
niños y adultos; donde entrega juguetes desechables, donde proporciona
corrientes utensilios para el hogar, donde míseramente
entrega alimentos, donde da ridículas cantidades de insumos agrícolas o ganaderos, donde promueve dependencia y votos con personas
mayores de edad, donde brinca y baila públicamente,
donde el gobernador y su mamá aparecen como si estuvieran repartiendo
limosnas con dinero propio y no con recursos del pueblo.
Miente el gobierno de Chiapas cuando
grita o escribe que es “Un gobierno cercano a la gente". UN
GOBIERNO CERCANO es aquél que sabe asumirse como BUEN GOBIERNO. Un buen gobierno es el
que cumple, cabalmente, con las leyes vigentes que la sociedad se ha dado para
vivir con justicia, dignidad y en paz social. El gobierno del Güero Velasco incumple con los preceptos constitucionales a que está obligado: para empezar, adolece en su práctica diaria de
un Plan Estatal de Desarrollo, profesional y humanamente concebido,
elaborado y puesto en operación (por ahí mandó a hacer
uno que solamente le sirve para actos oficiales y encuentros para la adulación). PLAN DE DESARROLLO, un instrumento gubernamental
que observe las limitaciones y organice las capacidades y todo el esfuerzo
institucional; con honestidad, profesionalismo y en beneficio de la
colectividad. Pero no, sin exageraciones, la administración de Manuel Velasco Coello, después de casi dos años de
iniciada, bien se puede decir que es de ocurrencias, improvisaciones, de
discurso y mayormente DE NEGOCIOS, como muchas otras.
“Un gobierno cercano a la gente", para nada es el
de Manuel Velasco Coello, es una burla cuando se escucha que lo dice o manda
que se escriba, por las ciudades o pueblos, porque solamente utiliza a la pobreza, la miseria de
las personas y las necesidades sociales, para hacer “politiquería
verde", proselitismo
político a favor de su partido: para eternizarse en el poder, con el único objetivo de volverse cada vez más rico y políticamente más poderoso, no para organizar, orientar
y acompañar, responsablemente, a los marginados en
la solución de necesidades colectivas
insatisfechas. Todos
esos sufrimientos de décadas o siglos que están ahí materializados; como desempleo, inseguridad, violencia en todas sus
formas, analfabetismo y sus consecuencias sociales, escasez de vivienda para
todos, hambre, desnutrición infantil, jóvenes en la absoluta incertidumbre, adultos en el
abandono, enfermedades convertidas en incurables: en resumen, UNA TREMENDA
INJUSTICIA SOCIAL que diariamente se multiplica, mientras los gobernantes como
MANUEL VELASCO COELLO, gastan millones de dólares en
campañas publicitarias para simular que atienden sus
responsabilidades sociales, sus obligaciones constitucionales para con el
pueblo.
Sí, el gobierno de
Chiapas está “CERCA DE LA GENTE", pero para, como todos los
gobiernos; utilizarla, manosearla, engañarla y
treparse sobre los hombres y mujeres de Chiapas, para ellos y ellas vivir como
reyes.
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