En el número 37 de fecha 8 de abril de “MIRADA SUR”, cuando se habló de las miserias, maltratos y olvidos en Chiapas; de las obligaciones del frailescano, que al igual que otros se le pueden olvidar, el Doctor Roberto Gil Zuarth, subsecretario en la Secretaría de Gobernación; de la corrupción, trabajo irresponsable e indigno de los políticos y gobernantes de todos los niveles; en ese entonces, se anotó que en Chiapas, en el 2005, según el Consejo Nacional de Evaluación de Políticas Públicas (CONEVAL), existían más de dos millones de chiapanecos en pobreza alimentaria y se agregó que en los últimos años, la situación social había empeorado dramáticamente. Once días después se confirmó oficialmente que es cierto y nos habíamos quedado cortos.
Lamentablemente, el 20 de abril, en los principales medios de comunicación del estado se le dio la razón a “Reflexiones y Precisiones”. La Delegada Federal de la SEDESOL, Socorro Zavaleta Cruz, dio a conocer en conferencia de prensa que en Chiapas más de un millón doscientas mil familias padecen pobreza alimentaria, es decir, algo así como cuatro millones ochocientas mil personas; que este año invertirán cerca de mil doscientos millones de pesos; y al hablar del mal uso de los programas sociales, dijo que “en el proceso de combate a la pobreza todos somos parte de la corrupción”, y reconoció algo grave cuando dijo que, es difícil decir que en una dependencia como la SEDESOL no haya nadie que practique este ejercicio indebido.
El anuncio público, bien documentado por todos lados y de todas formas, no es un asunto menor, porque esto, entre otras cosas, bien podría sintetizar los verdaderos “logros” de los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón, Pablo Salazar y Juan Sabines, en los últimos nueve años. Esta valiente y oportuna información oficial da para afirmar que en Chiapas, las personas en literal pobreza alimentaria han pasado de más de dos millones a más de cuatro, y con este indicador oficial bastante sensible y socialmente estratégico, se puede asegurar que, entonces, todos los recursos orientados hacia el pueblo chiapaneco, han servido poco más que para nada, que casi todo o todo, es un fracaso, que podrían existir corruptos en la delegación de SEDESOL, y lo más grave, que según el contenido dado a conocer en la conferencia, continúan los mismos programas, las mismas personas y de la misma manera. Preocupante todo y alguien está obligado a ponerle remedio.
Por otro lado, resulta hasta ofensiva la visión y ambición de poder del diputado federal priista Sergio Lobato García, quien mientras los “partidos menudencia” en el municipio, se pican, ensalivan y arañan, él ya pertrechó a su candidato para veinte meses, con $amplias posibilidades$ de ganar, y también ya colocó en el carril a su dócil “Puma”, sin jaula, para la subsiguiente. Ramos Herrera, para ocuparse de los negocios municipales en lo inmediato, y el “Carismático” Oscar Domínguez Gutiérrez, “echando mano a sus fierros”, para la que le tocará completa, la de tres años, según ellos y sus alegres cuentas; como si Juan y Felipe fueran para siempre, como si el poder fuera eterno.
En sus delirios y supuestos, en sus ejercicios mentales y proyección de negocios, indudablemente, así lo concibe, diseña y opera el diputado federal, el “Jefe de Jefes”, quien promovió, utilizó y abandonó a “Toyita”, quien es del PRI pero demostró en su momento gozar de versatilidad para ir con otros, quien aunque no parezca, es de temer, quien ya no falta mucho para empezar a verlo descender, caminar detrás y emular con el mismo “éxito”, las actitudes del exdiputado federal, que como siempre, volvió a su refugio en la Facultad de Derecho, con su borrador y gis, como ejemplo de fracaso, como prototipo y resultado de su soberbia.
En otro ángulo de la casera política municipal, bastante divertida, relajante y reveladora, la alianza “Unidos por Chiapas”, ya se pronunció por la empresaria Cecilia Flores Pérez, como su candidata para la Presidencia Municipal de San Cristóbal, argumentando que es una “propuesta ciudadana”, cuando en ningún momento participaron las comunidades, barrios y fraccionamientos, cuando a los ciudadanos no se les invitó a conocer, escuchar ideas, deliberar y proponer.
En la reunión de “Unidos por Chiapas” o más bien “Unidos Contra Chiapas”, hubo nada nuevo: las mismas personas, a excepción de Mariano Medina López; los mismos ofrecimientos; las mismas frases; iguales acentos y tonos; una retórica condicionada por hambre política irracional y búsqueda de regidurías, que todos confesaron, menos Mariano Medina; y “Cinismo Puro” cuando hablan de caciquismo, corrupción, secuestro y atraso en el gobierno y ámbito municipal. Cinismo porque son ellos como partido, los que incurren en esas prácticas que ahora señalan, que nunca denunciaron y que ellos como gobierno no sólo han omitido, sino que en ocasiones, se les ha visto promover, solapar y hasta encabezar.
A ver si a Mariano Medina López, después, no le “cambian los escenarios” y termina aceptando y haciendo lo que hoy rechaza o niega, como cuando públicamente dijo: “no vamos en alianza con el PAN” y luego terminó empiernado; que porque “cambiaron los escenarios”, que porque “es una alianza estratégica, inteligente y necesaria”, ya veremos.
Por todo lo ya conocido, observado y filtrado hasta hoy, sobre los partidos, candidatos e integración del posible nuevo Ayuntamiento, donde habrán de estar otra vez el PRI, PAN, PRD, Convergencia, PANAL y el PT de los Hernández Cruz, nada responsable y nuevo hay que esperar del próximo gobierno municipal jodeleño, de joder; seguro no sólo tendrán la capacidad para seguir igual, sino hasta para empeorar.
En el Ayuntamiento jodeleño que viene, ya es un hecho, no faltarán los apellidos abusivos de siempre; los conocidos de los prósperos constructores; los “socios” de proveedores de bienes y servicios; los alcahuetes de antros y prostíbulos; los rostros facilitadores de la delincuencia organizada y desorganizada; los corruptos probados; y los ineptos disfrazados.
Todo continuará igual o empeorará, mientras el ciudadano no cobre conciencia, se organice y participe, persistirán los Lescieur, Zepedas, Morales, Bermúdez, Cancinos, Hernández, Villafuertes, Lobatos y Díaz, sólo mientras el pueblo continúe permitiéndolo. Seguirán los teatros, circos y cuadriláteros electorales, sólo mientras el pueblo no despierte, les exija, los sacuda y los entierre.
Lamentablemente, el 20 de abril, en los principales medios de comunicación del estado se le dio la razón a “Reflexiones y Precisiones”. La Delegada Federal de la SEDESOL, Socorro Zavaleta Cruz, dio a conocer en conferencia de prensa que en Chiapas más de un millón doscientas mil familias padecen pobreza alimentaria, es decir, algo así como cuatro millones ochocientas mil personas; que este año invertirán cerca de mil doscientos millones de pesos; y al hablar del mal uso de los programas sociales, dijo que “en el proceso de combate a la pobreza todos somos parte de la corrupción”, y reconoció algo grave cuando dijo que, es difícil decir que en una dependencia como la SEDESOL no haya nadie que practique este ejercicio indebido.
El anuncio público, bien documentado por todos lados y de todas formas, no es un asunto menor, porque esto, entre otras cosas, bien podría sintetizar los verdaderos “logros” de los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón, Pablo Salazar y Juan Sabines, en los últimos nueve años. Esta valiente y oportuna información oficial da para afirmar que en Chiapas, las personas en literal pobreza alimentaria han pasado de más de dos millones a más de cuatro, y con este indicador oficial bastante sensible y socialmente estratégico, se puede asegurar que, entonces, todos los recursos orientados hacia el pueblo chiapaneco, han servido poco más que para nada, que casi todo o todo, es un fracaso, que podrían existir corruptos en la delegación de SEDESOL, y lo más grave, que según el contenido dado a conocer en la conferencia, continúan los mismos programas, las mismas personas y de la misma manera. Preocupante todo y alguien está obligado a ponerle remedio.
Por otro lado, resulta hasta ofensiva la visión y ambición de poder del diputado federal priista Sergio Lobato García, quien mientras los “partidos menudencia” en el municipio, se pican, ensalivan y arañan, él ya pertrechó a su candidato para veinte meses, con $amplias posibilidades$ de ganar, y también ya colocó en el carril a su dócil “Puma”, sin jaula, para la subsiguiente. Ramos Herrera, para ocuparse de los negocios municipales en lo inmediato, y el “Carismático” Oscar Domínguez Gutiérrez, “echando mano a sus fierros”, para la que le tocará completa, la de tres años, según ellos y sus alegres cuentas; como si Juan y Felipe fueran para siempre, como si el poder fuera eterno.
En sus delirios y supuestos, en sus ejercicios mentales y proyección de negocios, indudablemente, así lo concibe, diseña y opera el diputado federal, el “Jefe de Jefes”, quien promovió, utilizó y abandonó a “Toyita”, quien es del PRI pero demostró en su momento gozar de versatilidad para ir con otros, quien aunque no parezca, es de temer, quien ya no falta mucho para empezar a verlo descender, caminar detrás y emular con el mismo “éxito”, las actitudes del exdiputado federal, que como siempre, volvió a su refugio en la Facultad de Derecho, con su borrador y gis, como ejemplo de fracaso, como prototipo y resultado de su soberbia.
En otro ángulo de la casera política municipal, bastante divertida, relajante y reveladora, la alianza “Unidos por Chiapas”, ya se pronunció por la empresaria Cecilia Flores Pérez, como su candidata para la Presidencia Municipal de San Cristóbal, argumentando que es una “propuesta ciudadana”, cuando en ningún momento participaron las comunidades, barrios y fraccionamientos, cuando a los ciudadanos no se les invitó a conocer, escuchar ideas, deliberar y proponer.
En la reunión de “Unidos por Chiapas” o más bien “Unidos Contra Chiapas”, hubo nada nuevo: las mismas personas, a excepción de Mariano Medina López; los mismos ofrecimientos; las mismas frases; iguales acentos y tonos; una retórica condicionada por hambre política irracional y búsqueda de regidurías, que todos confesaron, menos Mariano Medina; y “Cinismo Puro” cuando hablan de caciquismo, corrupción, secuestro y atraso en el gobierno y ámbito municipal. Cinismo porque son ellos como partido, los que incurren en esas prácticas que ahora señalan, que nunca denunciaron y que ellos como gobierno no sólo han omitido, sino que en ocasiones, se les ha visto promover, solapar y hasta encabezar.
A ver si a Mariano Medina López, después, no le “cambian los escenarios” y termina aceptando y haciendo lo que hoy rechaza o niega, como cuando públicamente dijo: “no vamos en alianza con el PAN” y luego terminó empiernado; que porque “cambiaron los escenarios”, que porque “es una alianza estratégica, inteligente y necesaria”, ya veremos.
Por todo lo ya conocido, observado y filtrado hasta hoy, sobre los partidos, candidatos e integración del posible nuevo Ayuntamiento, donde habrán de estar otra vez el PRI, PAN, PRD, Convergencia, PANAL y el PT de los Hernández Cruz, nada responsable y nuevo hay que esperar del próximo gobierno municipal jodeleño, de joder; seguro no sólo tendrán la capacidad para seguir igual, sino hasta para empeorar.
En el Ayuntamiento jodeleño que viene, ya es un hecho, no faltarán los apellidos abusivos de siempre; los conocidos de los prósperos constructores; los “socios” de proveedores de bienes y servicios; los alcahuetes de antros y prostíbulos; los rostros facilitadores de la delincuencia organizada y desorganizada; los corruptos probados; y los ineptos disfrazados.
Todo continuará igual o empeorará, mientras el ciudadano no cobre conciencia, se organice y participe, persistirán los Lescieur, Zepedas, Morales, Bermúdez, Cancinos, Hernández, Villafuertes, Lobatos y Díaz, sólo mientras el pueblo continúe permitiéndolo. Seguirán los teatros, circos y cuadriláteros electorales, sólo mientras el pueblo no despierte, les exija, los sacuda y los entierre.
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