Por la radio XEWM se dio información y la invitación para asistir a trabajos a los que invitaba Extensión Universitaria de la UNACH, denominados, “hacia la construcción de una agenda mínima para el desarrollo municipal”, donde esperaban que asistieran los candidatos y candidatas del próximo gobierno del municipio de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
De acuerdo a lo previsto, los trabajos iniciaron a las 6 de la tarde del 18 de junio en el teatro “Daniel Zebadúa”, y comenzaron con la exposición precisa del Dr. Apolinar Oliva Velas de la UNACH, quien dio cuenta clara del objetivo de la reunión y lo sustantivo de los 10 puntos contenidos en la “agenda mínima”, los cuales deberían guiar al participante y sobre estos contenidos se invitaba que abundaran y propusieran los candidatos asistentes.
La “agenda mínima para el desarrollo”, considera cuestiones relacionadas con aspectos urgentes, como son: un profesional plan de desarrollo municipal; rescate de zonas; saneamiento y rescate de la cuenca; una planta recicladora; turismo y desarrollo equilibrado; infraestructura urbana mínima; un programa de convivencia multicultural; y la acción convenida de los gobiernos e instituciones académicas y de investigación, para generar conocimientos que permitan atender seriamente la problemática municipal. Así fue dado a conocer.
En estos términos, el representante de la UNACH propuso que iniciaran y se desarrollaran los trabajos de la “agenda mínima”, a los cuales faltaron 3 de los candidatos y sólo asistió Victoria C. Flores Pérez, de la “Unidad por Chiapas”, de quien puede decirse que el acto la desvistió, en varios sentidos: demostró no tener asesores profesionales y un buen equipo de trabajo; no entendió lo de guiarse y enriquecer el contenido de la “agenda mínima”, como objetivo de las actividades; no comprendió la posible trascendencia académica y política del ejercicio a la que fue invitada; y desaprovechó el encuentro que dejó sabor a prefabricado de manera abusiva.
La candidata, dio la impresión de carecer de formación sólida, visión, tacto y propuestas de alto impacto social. La porra y sus “tiradores” que la “acuerparon”, le abarataron su imagen y la hicieron aparecer con perfil de “fajadora” para un “cuadrilátero” cualquiera; nadie se tragó el cuento de la “espontaneidad y participación ciudadana”, por su excesiva “fragancia”, la sobre actuación, los ruidosos apoyos, las zalamerías baratas, las cortesías corrientes, y el torpe abuso que se trató de hacer con los pocos asistentes no alineados; y por si hiciera falta, la sola dispersión y desorganización, notorias, con que su planilla se mantuvo en torno a ella, dan cuenta de lo dividida y conflictuada que se encuentra, facilitando nada y complicando todo.
Pero bueno, de haber asistido el resto de los candidatos, seguro, nos hubiéramos encontrado similitudes en los perfiles y desempeños, el desarrollo y los resultados no hubieran sido muy diferentes, el contenido y alcances de los trabajos serían los mismos; para nada los hubiera guiado y limitado la “agenda mínima para el desarrollo municipal”, cada uno hubiera llegado con lo suyo y su objetivo, sus porras, colores y respectivos provocadores. Sólo nos perdimos un teatro más diversificado, con actores tal vez un poco más atrevidos, ocurrentes y simpáticos, tal vez.
De haber llegado los 4 candidatos, unos más otros menos, todos hubieran dejado ver insuficiencias, fracturas, falta de brújula, notoria ausencia de compromiso social, niñerías de adultos, soberbias, limitaciones en su formación, absoluto desconocimiento de la verdadera función social de un Ayuntamiento y hasta escaso sentido del humor. Por supuesto, todos hubieran exhibido su incapacidad para concebir, diseñar y desarrollar un buen gobierno, con la administración municipal honesta que urge desde hace tiempo.
Considerando los perfiles de los candidatos (as) y lo que de ellos se conoce como práctica, nadie hubiera sido capaz de hablar y convencer, verdaderamente, con argumentos sólidos y proyectos creíbles; con visión de conjunto, amplia y clara; con honradez; y sobre todo, poder observarles congruencia entre lo que son y lo que ofrecen, incluidos sus hechos más íntimos, donde podríamos encontrar potenciales fortalezas o preocupantes debilidades.
De verdad, no me alegra reconocer que Victoria Cecilia y su planilla desaprovecharon la reunión del 18 de junio: perdieron, sin tener contrincantes en el escenario; se resbalaron sin que alguien les lanzara algún líquido; y se desnudaron, sin que alguien los ayudara o se los pidiera. Pobre Ceci, siempre pensé que podía cometer errores, pero no que le ayudaran tantos; que podía tener enemigos fuera, pero no que los peores los tuviera dentro: los que no le están cumpliendo sus responsabilidades o lo que ofrecieron; los que se vendieron como profesionales y no llegan ni a empíricos; aquellos que sólo se dedican a cultivarle el ego; y todos aquellos que le arman “buenas nuevas” porque quieren cosecharle empleo.
Seguramente y aún con todo lo sucedido en el Teatro Zebadúa, al final, no faltaron quienes se le acercaron para felicitarle, decirle que se vio como pocas y que tiene asegurado el triunfo. Que con todo esto, las encuestas continuarán a su favor y que se elevarán 6 a 1. Le mienten, la manipulan.
Sinceramente, esperaba más y diferente, y no me da gusto expresar que como van las cosas, dentro y alrededor de Victoria Cecilia, hoy, con mucho esmero están ayudando a construir el fracaso que compra y vaticina la mafia coleta del PRI, y que “el equipo compacto” de Flores Pérez, pareciera más trabajar para el enemigo que para su candidata: las ineptitudes de los “asesores” la entregan; las irresponsabilidades del “equipo”, la presentan débil y escasa de habilidades; la falta de oficio del “grupo asesor”, la muestran caminando con mareo y dificultad; y la contagiosa soberbia que denotan, arrastra peligrosamente a la candidata, a quien constantemente tratan de hacerle sentir que es la niña mayor de Doña Isabel y Don Juan. Como van, no cabe la menor duda que perderán; mientras ellos se entretienen con circos de pueblo, los mafiosos priistas “jodeleños” están en plena compra-venta de votantes, amarrando y poniendo candados.
De acuerdo a lo previsto, los trabajos iniciaron a las 6 de la tarde del 18 de junio en el teatro “Daniel Zebadúa”, y comenzaron con la exposición precisa del Dr. Apolinar Oliva Velas de la UNACH, quien dio cuenta clara del objetivo de la reunión y lo sustantivo de los 10 puntos contenidos en la “agenda mínima”, los cuales deberían guiar al participante y sobre estos contenidos se invitaba que abundaran y propusieran los candidatos asistentes.
La “agenda mínima para el desarrollo”, considera cuestiones relacionadas con aspectos urgentes, como son: un profesional plan de desarrollo municipal; rescate de zonas; saneamiento y rescate de la cuenca; una planta recicladora; turismo y desarrollo equilibrado; infraestructura urbana mínima; un programa de convivencia multicultural; y la acción convenida de los gobiernos e instituciones académicas y de investigación, para generar conocimientos que permitan atender seriamente la problemática municipal. Así fue dado a conocer.
En estos términos, el representante de la UNACH propuso que iniciaran y se desarrollaran los trabajos de la “agenda mínima”, a los cuales faltaron 3 de los candidatos y sólo asistió Victoria C. Flores Pérez, de la “Unidad por Chiapas”, de quien puede decirse que el acto la desvistió, en varios sentidos: demostró no tener asesores profesionales y un buen equipo de trabajo; no entendió lo de guiarse y enriquecer el contenido de la “agenda mínima”, como objetivo de las actividades; no comprendió la posible trascendencia académica y política del ejercicio a la que fue invitada; y desaprovechó el encuentro que dejó sabor a prefabricado de manera abusiva.
La candidata, dio la impresión de carecer de formación sólida, visión, tacto y propuestas de alto impacto social. La porra y sus “tiradores” que la “acuerparon”, le abarataron su imagen y la hicieron aparecer con perfil de “fajadora” para un “cuadrilátero” cualquiera; nadie se tragó el cuento de la “espontaneidad y participación ciudadana”, por su excesiva “fragancia”, la sobre actuación, los ruidosos apoyos, las zalamerías baratas, las cortesías corrientes, y el torpe abuso que se trató de hacer con los pocos asistentes no alineados; y por si hiciera falta, la sola dispersión y desorganización, notorias, con que su planilla se mantuvo en torno a ella, dan cuenta de lo dividida y conflictuada que se encuentra, facilitando nada y complicando todo.
Pero bueno, de haber asistido el resto de los candidatos, seguro, nos hubiéramos encontrado similitudes en los perfiles y desempeños, el desarrollo y los resultados no hubieran sido muy diferentes, el contenido y alcances de los trabajos serían los mismos; para nada los hubiera guiado y limitado la “agenda mínima para el desarrollo municipal”, cada uno hubiera llegado con lo suyo y su objetivo, sus porras, colores y respectivos provocadores. Sólo nos perdimos un teatro más diversificado, con actores tal vez un poco más atrevidos, ocurrentes y simpáticos, tal vez.
De haber llegado los 4 candidatos, unos más otros menos, todos hubieran dejado ver insuficiencias, fracturas, falta de brújula, notoria ausencia de compromiso social, niñerías de adultos, soberbias, limitaciones en su formación, absoluto desconocimiento de la verdadera función social de un Ayuntamiento y hasta escaso sentido del humor. Por supuesto, todos hubieran exhibido su incapacidad para concebir, diseñar y desarrollar un buen gobierno, con la administración municipal honesta que urge desde hace tiempo.
Considerando los perfiles de los candidatos (as) y lo que de ellos se conoce como práctica, nadie hubiera sido capaz de hablar y convencer, verdaderamente, con argumentos sólidos y proyectos creíbles; con visión de conjunto, amplia y clara; con honradez; y sobre todo, poder observarles congruencia entre lo que son y lo que ofrecen, incluidos sus hechos más íntimos, donde podríamos encontrar potenciales fortalezas o preocupantes debilidades.
De verdad, no me alegra reconocer que Victoria Cecilia y su planilla desaprovecharon la reunión del 18 de junio: perdieron, sin tener contrincantes en el escenario; se resbalaron sin que alguien les lanzara algún líquido; y se desnudaron, sin que alguien los ayudara o se los pidiera. Pobre Ceci, siempre pensé que podía cometer errores, pero no que le ayudaran tantos; que podía tener enemigos fuera, pero no que los peores los tuviera dentro: los que no le están cumpliendo sus responsabilidades o lo que ofrecieron; los que se vendieron como profesionales y no llegan ni a empíricos; aquellos que sólo se dedican a cultivarle el ego; y todos aquellos que le arman “buenas nuevas” porque quieren cosecharle empleo.
Seguramente y aún con todo lo sucedido en el Teatro Zebadúa, al final, no faltaron quienes se le acercaron para felicitarle, decirle que se vio como pocas y que tiene asegurado el triunfo. Que con todo esto, las encuestas continuarán a su favor y que se elevarán 6 a 1. Le mienten, la manipulan.
Sinceramente, esperaba más y diferente, y no me da gusto expresar que como van las cosas, dentro y alrededor de Victoria Cecilia, hoy, con mucho esmero están ayudando a construir el fracaso que compra y vaticina la mafia coleta del PRI, y que “el equipo compacto” de Flores Pérez, pareciera más trabajar para el enemigo que para su candidata: las ineptitudes de los “asesores” la entregan; las irresponsabilidades del “equipo”, la presentan débil y escasa de habilidades; la falta de oficio del “grupo asesor”, la muestran caminando con mareo y dificultad; y la contagiosa soberbia que denotan, arrastra peligrosamente a la candidata, a quien constantemente tratan de hacerle sentir que es la niña mayor de Doña Isabel y Don Juan. Como van, no cabe la menor duda que perderán; mientras ellos se entretienen con circos de pueblo, los mafiosos priistas “jodeleños” están en plena compra-venta de votantes, amarrando y poniendo candados.
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