Si hacemos caso a las costumbres y tradiciones de los gobiernos, después de los cambios de la semana anterior en el gabinete del presidente Calderón, es de esperarse que en cualquier momento se pueda dar una mediana o fuerte sacudida en Chiapas, de la cual no está exento el gobernador y mucho menos, sus secretarios de estado.
EL PELLIZCO:
Tremendas divertidas se ha de dar en privado el gobernador Sabines: encuerda al que se deja, manosea a quien se lo insinúa y juega con el que se le antoja para futuro gobernador. Por mucho tiempo le ha pasado calor y corriente al “Güero Velasco”; como cortesía, no olvida ponerle la mano en la cintura a la senadora Orantes; apura al tierno Yassir; y de última hora, le está aplicando voltaje mayor, volumen estridente y sombra espesa a Neto Gutiérrez. Travieso Don Juan, sabe bien que nadie de ellos será, que ya están fuera, que la plaza la decidirá personalmente Don Felipe, al precio que sea y con el partido político que le garantice el triunfo.
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