Piensa, Prensa y Pega.

7 de noviembre de 2012

Reflexiones y precisiones



Decepciones y desconfianzas se cultivan en cada sesión del Cabildo del nuevo Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas; del que, formalmente, es presidente Francisco José Martínez Pedrero, pero donde el que pone y dispone es el síndico Roberto Morales Ortega. Mientras, el próximo gobierno del estado en el que deberá desempeñarse como gobernador Manuel Velasco Coello, a 30 días de tomar posesión del cargo, no da señales de estar vivo y mucho menos, ocupado en prepararse para tomar las riendas, política y administrativamente de una entidad que le entregarán  en total desgracia; llena de ofrecimientos, atropellos, fracasos, frustraciones y farsas. Con una clase política incrustada en los congresos, del Estado y de la Unión, totalmente ajena y despreocupada de la problemática de fondo que amenaza seriamente con sacudir y desestabilizar la aparente y frágil  paz social chiapaneca: la falsa armonía, desarrollo y felicidad que durante casi 6 años han construido y presumido los medios de comunicación y comunicadores, locales y nacionales, al servicio del gobernador Juan José Sabines Guerrero.

SOBRE LA CUESTIÓN MUNICIPAL. En San Cristóbal de Las Casas, considerando los 38 días que las autoridades locales llevan en el cargo y las 7 funciones públicas del Cabildo realizadas, bien observadas en su forma y escudriñadas en su contenido, solamente dan para alimentar desilusiones, tristezas, preocupaciones y sospechas. En ninguna de las actividades desarrolladas hasta ahora por los regidores, síndico y presidente municipal, se ha observado algo de profesionalismo, ética, moral y deseos de servir con honestidad y prontitud; se conducen como en un circo o teatro, como si jugaran,  y se mueven como lo hacen los juguetes de cuerda. Lo más preocupante es que nada parece casual y sí, todo bien da para pensar que hasta el mínimo detalle lo tienen previamente conocido, analizado, calculado y ensayado a favor de ellos, con un sólo objetivo, exprimir al máximo y en su beneficio personal, el cargo que hoy ostentan. La vergüenza, el decoro y la honradez, en 38 días, ya han dado excesivas muestras de no conocerlas e interesarles.

En 38 días de ejercicio político y administrativo  del nuevo gobierno municipal coleto, está más que claro que quien la hace de presidente municipal es el Síndico; quienes encuerdan a todos -menos al Síndico que se encuerda sólo-, son “Los Asesores” a la antigüita, con vicios viejos y nuevos. Aun con todo hay que reconocer los enormes esfuerzos que hace Francisco José Martínez Pedrero con tal de parecer presidente municipal, sin que hasta ahora pueda lograrlo. En esto de adquirir para parecer presidente municipal, empalagosamente  le invierten a diario por la radio XEWM. Ojalá Martínez Pedrero logre entender a tiempo que la responsabilidad que le confiaron, no se trata de invertir para parecer, sino de trabajar para ser. Hasta hoy, pareciera que todos los actores municipales  -politiqueros, autoridades  y “empresarios”- tienen un sólo objetivo: buscar la mejor manera  de manipular la inmadurez y aprovechar la inexperiencia política y administrativa de Francisco José Martínez Pedrero, a fin de obtener más poder, hacer más dinero o ambas cuestiones, aunque para ello tengan que recurrir a prácticas humanas indignas, al manoseo de sentimientos personales, al chantaje o al engaño descarado, aderezados con cariños fingidos que parecen ya gustarle al presidente municipal coleto. De los aspectos sociales sustantivos, todos los involucrados parecen no darse cuenta o ignorarlos a propósito, irresponsablemente.

Francisco José Martínez Pedrero inició mal, continúa peor y no da señales de que le interese corregir sus errores, ordenar su administración y organizar el gobierno; imprimirle y garantizarle organización y método al trabajo que pretende desarrollar durante su gestión política  y administrativa.  Como va y anuncia que irá, Francisco José Martínez Pedrero sólo está asegurando peores fracasos institucionales -como anteriores gobiernos-, más desilusiones para los ciudadanos y condiciones más deplorables en los niveles de bienestar social, que los habitantes de la municipalidad habrán de afrontar en su momento. Los únicos que ganarán, como siempre, serán los “políticos” marrulleros, las autoridades corruptas y los “empresarios” que viven y se enriquecen cada día más, tejiendo oscuros acuerdos con los gobiernos del momento. Francisco José Martínez Pedrero, como va, administrativamente, ya se está hundiendo;  políticamente, ya inició su  suicidio; y socialmente, nada de trascendencia les espera a los habitantes del municipio coleto. Francisco José todavía está a tiempo de corregir y, por el bien de todos, ojalá voltee al lado correcto, razone y reaccione juiciosamente, sacudiéndose lo podrido, repudiando lo falso, desechando lo putrefacto, eliminando lo oneroso, y haciendo a un lado lo inútil.

Para ejemplificar que el Ayuntamiento coleto nació discapacitado, viciado y con claras tendencias a la perversión, suficientes para no esperar algo bueno de ellos, sólo basta con señalar: “las comisiones” del Ayuntamiento continúan sin programas de trabajo soportados en diagnósticos,  pronósticos, objetivos, metas y estrategias confiables, creíbles y posibles, aprobadas en sesión del Cabildo; contraviniendo leyes, están contratando como empleados municipales a familiares de miembros del Ayuntamiento; están arrendando propiedades que pertenecen a familiares de las autoridades; están adquiriendo, simulando cumplir con la ley; han otorgado nombramientos “descuidando” groseramente el perfil profesional y su congruencia con la función a desempeñar; no han cumplido en publicar, cada principio de mes, como establece la ley, la nómina completa de los trabajadores municipales; el reglamento del Comité Interno para la Contratación de la Obra Pública, que aprobaron y esconden a los ciudadanos, en su esencia violenta la Ley de Obra Pública vigente en el estado de Chiapas;  pidieron un mes para resolver el asunto de la basura -para empezar, dejar de llevarla a la capital del estado-, y todo continúa igual; y, entre otros, por todas las áreas de la administración municipal abundan las personas que llegaron  con el nuevo gobierno,  que quién sabe de dónde obtendrán los recursos económicos para cubrirles los salarios. Anarquía, ignorancia, corrupción, ausencia de profesionalismo, inexperiencias y simulación, prevalecen y hasta fanfarronean en el nuevo Ayuntamiento del municipio de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.

Ya en el municipio de San Cristóbal, por el lado que se le vea, la cuestión es sumamente preocupante. El panorama empeora aún más, si intentamos conocer lo que viene sucediendo en el estado de Chiapas, donde observamos que a 30 días de que el gobernador electo, Manuel Velasco Coello, tome posesión del cargo, pareciera que no habrá cambio de gobernador, de secretarios de estado, de programas de gobierno y de formas de esconder los desaciertos, ocultar los abusos, minimizar los atropellos, disfrazar los saqueos y exagerar los avances. Se sabe nada del poder ejecutivo que habrá  de llegar en 30 días; se sabe nada sobre las serias y necesarias reuniones de trabajo, previas, interinstitucionales y multidisciplinarias, municipales, regionales y estatales;  se sabe nada de los programas y proyectos que  deben llegar con el nuevo gobernador, elaborados en Chiapas y por personas nacidas o establecidas aquí;  se sabe nada sobre las imposiciones,  de todo tipo,  que le harán los grupos políticos y económicos, locales y nacionales; se sabe nada sobre los hombres y mujeres que él escogerá para gobernar y administrar las riquezas y miserias de Chiapas. Desde hace más de cuatro meses,  se sabe nada importante del gobernador electo, Manuel Velasco Coello, y todo esto, en principio, no presagia nada bueno para los chiapanecos.

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