Piensa, Prensa y Pega.

28 de noviembre de 2012

Reflexiones y Precisiones



A pocas horas de que asuman el cargo las personas del nuevo gabinete federal que acompañará a Enrique Peña Nieto como presidente de los Estados Unidos Mexicanos, prevalece la incertidumbre sobre “los garrotes” oficiales que ellos traen escondidos, “las máscaras” que desempolvaron para presentarse a los mexicanos; la cantidad de agua bendita que lograron adquirir o convenir, para con ella regar sus actividades; y en general, cuáles serán las novedades que el PRI ha decidido poner en práctica para intentar quedarse con el poder político y las decisiones económicas en este país, de ser posible, para siempre. Solamente, los ilusos o los ciegos ante los movimientos de la politiquería nacional, podrían pensar que los priistas sólo vienen por 6 ó 12 años, no, ellos con el hambre que siempre los ha caracterizado y la acumulada durante los últimos dos sexenios, ahora vienen por todo y de resultarles, eternizarse en el poder.

Algunos de los representantes de los grupos políticos de este país, los de costumbre, ya hasta tomaron posesión y posiciones  en el Congreso de la Unión. Ex gobernadores, ex secretarios de estado, ex senadores, ex diputados federales y ex funcionarios, mozos  de otros presidentes de la república o gobernadores, de los que todavía viven, ya se les observa que le hacen sombra o que harán mancuerna con Enrique Peña Nieto. Hurgando en lo que ellos hicieron durante sus responsabilidades públicas anteriores, ninguna buena carta de presentación, socialmente útil, se les encuentra; corrupciones, ejercicio indebido del cargo, ineficiencias, atropellos, interés por los recursos ajenos, tráfico de influencias, entre otras, son sus credenciales y pasaporte.

Lo peor de lo priista se agrupa, aloca y alista por todas partes. En los municipios, los grupos de politiquerillos, hacen tantos y tamaños  de lo que esperan hacer y obtener; al nivel del estado de Chiapas,  ya se les escucha sobre los planes que traen  para saciar su hambre acumulada en los recientes doce años fuera de la ubre presupuestal, tiempo donde tuvieron que conformarse con migajas oficiales y tratamiento de gatos. Aquí en la entidad chiapaneca, la cuestión se pondrá divertida,  y a no pocos actores políticos se les verá incurrir en desfiguros, deslealtades y moverse, muy por debajo de lo indigno, afiliados al Partido Acción Nacional coquetearán o, en definitiva, se cambiarán al PRI; “distinguidos” y movidos perredistas buscarán espacio para treparse al PRI; verde-ecologistas se sentarán sobre las piernas de los priistas, aunque ellos paguen, aunque ellos, en apariencia, lleven las riendas;  y muchas personas de los otros partiditos se irán con quien mejor los compense, con quien mejor les finja, con el que mejor satisfaga sus deseos. Aunque los maltraten o estén conscientes que solamente los utilizan. Algunos que se hacían pasar por hombres, se volverán hembras y algunas mujeres simularán el carácter de los machos. De todo se verá y distraerá bastante, mientras se acomodan Enrique Peña Nieto y Manuel Velasco Coello.

En esto de los nuevos garrotes, máscaras, piñatas, payasos y dulces que traerá la administración pública de Enrique Peña Nieto, han hecho que llame bastante la atención eso que se les ha dado por llamar “Comisión Nacional Anticorrupción”. Esta Comisión no es algo nuevo ni novedoso, recuerda bastante aquellos tiempos cuando inició el gobierno del presidente Miguel de la Madrid Hurtado, quien en su campaña política había logrado empalagar bastante con aquella su canción de “renovación moral de la sociedad” y que ya en posesión del cargo la concretó con la creación de la “Contraloría de la Federación”, y que ya luego los estados -muy dados a copiar lo que hace su patrón-, lo imitaron creando sus respectivas “Contralorías Estatales”. Ahora, 30 años después, con obvios y sobrados  elementos,  se puede afirmar que todo aquello sirvió para nada socialmente favorable; los gobernantes de aquel entonces lo utilizaron sólo para tres cuestiones: cobrarles a sus enemigos del pasado; mantener dóciles a los funcionarios del presente; y condicionar a los posibles actores del futuro. La corrupción, al final de cuentas, no aminoró, sólo se multiplicó y se ha incrementado cada vez más.

Si la “Renovación Moral de la Sociedad” concebida e intentada por Miguel de la Madrid Hurtado hace 30 años, se hubiera convertido en una realidad,  impulsada verdadera y suficientemente, entre gobierno y ciudadanos, la descomposición y el daño al tejido social que hoy se padece en  todo el territorio nacional, no sería tan completo. CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD es la música y el alimento en cualquier rincón de la república mexicana. Ningún estado y municipio del país, en mayor o menor medida, escapa a estos padecimientos. Desde la autoridad de la comunidad más pequeña y alejada, pasando por los ayuntamientos,  gobernadores, secretarios de estado, ejecutivo federal, “legisladores” y magistrados, en su gran mayoría, su sello es la corrupción; y su firma, la impunidad. Ejemplos de autoridades corruptas sobran, y muestras de impunidades humillantes y desgarradoras no hay que buscarlas, se les encuentra en cualquier lugar. Personas enriquecidas con recursos públicos, los hay en todos los estados y municipios del país, y la impunidad casi la han convertido  en un deporte nacional,  que por un poco más, supera al futbol.

También para el caso de lo que viene con los “nuevos gobiernos”, inquietan bastante  los nombres, novedades y distracciones que en menos de 10 días anunciará el gobernador electo, Manuel Velasco Coello. Sin embargo, de lo sustantivo y determinante, mucho ya se puede adelantar: el gobierno de Manuel Velasco Coello será un gobierno del estado excesivamente sumiso a las disposiciones  de sus superiores; Velasco Coello, con tal de agradar a “su presidente”, copiará con exactitud todas las novedades que anuncie e inicie Enrique Peña Nieto; en los nombramientos de los futuros y más importantes secretarios que   acuerparán a “El Güero”, antes que él, tendrán mano los principales personajes de la política nacional, iniciando con Enrique Peña Nieto y seguido de Emilio Gamboa Patrón y de Manlio Fabio Beltrones, entre los más determinantes, pero no los únicos; el gabinete estatal definitivo y total de Velasco Coello, se amacizará en forma posterior al primero de diciembre, no antes; y como Manuel Velasco Coello es hiperactivo o lo hacen, y  además anhela mucho participar en las grandes ligas de la política nacional,  PREPÁRENSE, es altamente probable que no concluya su sexenio gubernamental; pero de irse, no se irá antes de dos años, a no ser que se decida por modificar la Constitución del Estado de Chiapas. Ya siendo gobernador, se puede esto y mucho más.

No hay comentarios: