Piensa, Prensa y Pega.

9 de octubre de 2013

Reflexiones y Precisiones



El alcalde coleto pisotea la Ley Orgánica Municipal. El 30 de septiembre del año 2013, por la tarde, en el “Teatro Zebadúa” de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, el presidente municipal constitucional, Francisco José Martínez Pedrero, frente a un auditorio lleno de invitados y ante los representantes formales del gobernador del Estado, Manuel Velasco Coello, del presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Congreso de Chiapas, además de la mamá del titular del Ejecutivo; frente a los tres poderes del estado y organizaciones civiles locales, sin ningún recato, se dio el lujo de mentir, simular y violar el artículo 40, fracción XXXI, de la Ley Orgánica Municipal que a la letra dice “… rendir a la población del municipio en sesión solemne del Cabildo, un informe pormenorizado de su gestión administrativa anual…”. Martínez Pedrero no lo hizo así y aún  no lo ha hecho.

¿Por qué, conscientemente, viola la ley Francisco José Martínez Pedrero? Porque dijo públicamente, que autorizaron un presupuesto de egresos de $419 millones de pesos, y que de este monto, el 41% lo destinaron a la inversión pública, y se infiere que el restante 59% se aplicó al gasto corriente. Es decir, no informó cómo los 171.79 millones de pesos se ejercieron en obra pública y cómo 247.2 millones se utilizaron en gastos administrativos. En “El informe” del 30 de septiembre, nunca dijo y menos explicó pormenorizadamente, cada una de las obras: su ubicación, tipo de obra, unidad de medida y meta, fecha de inicio y terminación, costo, quién la hizo o hace y cómo se asignó. Nada de eso informó el alcalde, y se ufanó diciendo que su gobierno practica la transparencia y rendición de cuentas. El presidente municipal, Francisco José Martínez Pedrero, o desconoce la definición que el Diccionario de la Real Academia Española da a estos conceptos o definitivamente decidió, una vez más, sorprender a los ciudadanos sancristobalenses. Igualmente, nunca dio a conocer con qué criterios se orientaron, cómo se desglosan y la forma en que se gastaron los 247.2 millones de pesos de gasto corriente. Otra vez, si siente que quien esto escribe miente, se le invita a demostrar lo contrario. Lo que él entregó el día 30 de septiembre y que tituló “Primer informe de gobierno”, no informa como dice la ley, se limita a rollos y choros, como dirían los chavos. Solamente mencionó lo que le era útil para encubrir y se dedicó a ocultar lo que lo desvestiría.

Francisco José Martínez Pedrero, con video en mano y por momentos casi a gritos, se mofó de Leticia Coello Garrido, mamá del gobernador; de Rutilio Escandón Cadena, titular del Tribunal Superior de Justicia, quien envió representante; de Fernando Castellanos Cal y Mayor, que lo representó el diputado Amarillo, verde y hoy priista”; y del gobernador, quien lo representó el sub secretario Mariano Díaz Ochoa. De todos ellos y de los ciudadanos que asistieron, se burló el alcalde coleto; intentó meterles gato por liebre. Atropelladamente, se limitó a leer 18 cuartillas llenas de retórica, demagogia y excesivas alabanzas corrientes al presidente de la república, al gobernador y a todos aquellos y aquellas que pudieran ayudarle a conseguir una buena carrera política. Martínez Pedrero pretendió transmitir honestidad, aun cuando los hechos prueban deshonestidades; intentó presumir democracia y siempre ha demostrado autoritarismo y prepotencia; quiso exhibir transparencia y rendición de cuentas y sólo demostró qué escondió, en qué y cómo gastó los 419 millones de pesos que dijo aprobaron como presupuesto de egresos. También pretendió mostrar unidad en el Ayuntamiento, cuando todos saben que siempre se están peleando por las obras y los potenciales negocios desde el poder.

El Ayuntamiento del municipio de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, cómplice dócil del alcalde. A diez días de que Francisco José Martínez Pedrero simulara un “Informe de gobierno”, ninguno de los restantes 15 integrantes del Cabildo ha levantado la voz para exhibirlo y exigir que el presidente cumpla, dando a conocer estrictamente, a lo que lo obliga el artículo 40, fracción XXXI de la Ley Orgánica Municipal. Que rinda un informe pormenorizado de los 419 millones de pesos que dijo, aprobaron como presupuesto de egresos; hasta hoy, ninguno de los ediles se lo ha demandado formalmente. Ninguno de los restantes 15 integrantes del cuerpo edilicio ha hecho público que el alcalde a nadie ha tomado en cuenta para decidir en qué se invierte, cómo se gasta y a quién se contrata. Señores y señoras del Ayuntamiento, a esto se le llama complicidad incondicional.

Si Francisco José Martínez Pedrero y el Ayuntamiento que lo acompaña, cumplieran con la Ley Orgánica Municipal, el pueblo podría conocer con claridad que están otra vez, en manos de un gobierno municipal corrupto, antidemocrático, frívolo, profesionalmente muy pobre, socialmente irresponsable y muy pequeño para “el pueblo más mágico entre los pueblos mágicos”, como acostumbran llamarle ellos. Si el alcalde coleto cumpliera con informar en los términos que establece la ley, podría conocerse en qué áreas de la administración municipal cobran los familiares del presidente municipal, el síndico y los regidores que tienen a sus parientes en la nómina. Se podrían conocer las propiedades que ellos mismos se contratan por cuantiosas rentas. Se sabría de los abultados viáticos y gastos de representación que se aprueban ellos mismos; se conocerían los escandalosos gastos en pachangas; se vería cómo se benefician los hoteles, restaurantes y agencias de viajes de ellos o sus familiares. Se identificarían aviadores, aeromozas y personas “pie tierra” con cabeza en las nubes.

Si Francisco José Martínez Pedrero cumpliera con la ley y verdaderamente informara, se conocería cuánto de obra pública hacen sus familiares a través de presta nombres; cuánto de obra le asignaron a la empresa traída de Monterrey, Nuevo León; cuánto comparte con funcionarios del poder Ejecutivo o Legislativo; cuáles obras son para el síndico, Roberto A. Morales Ortega; y qué obras y servicios –para taparles la boca y aflojarles el dedo- les da a los regidores. Si el presidente municipal informara como debe ser, encontraríamos fácilmente bastantes elementos constitutivos de delitos graves, de delincuencia organizada, suficientes para iniciarles juicio político y llevar a la cárcel a casi todos ellos. Por esto, frente a todos y hasta con video, el alcalde coleto no informó. Simuló todo, mediante un “Mensaje político”, que no fue mensaje y tampoco fue político. Sólo probó nuevamente que es analfabeta funcional, en más de un sentido.

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