Piensa, Prensa y Pega.

1 de octubre de 2014

Reflexiones y Precisiones



Una infantil burla oficial de buen tamaño es la cometida por el director del ICATECH en el estado de Chiapas, al intentar sorprender a la opinión pública, a la clase política y principalmente al gobernador, con eso de que le han otorgado un reconocimiento nacional por su buen desempeño como servidor público". En primer lugar, habría que precisar una cuestión determinante: quienes le otorgan el reconocimiento" a Enoc Hernández Cruz, no son instituciones reconocidas, de prestigio y serias, dedicadas a la administración pública, a la academia o la investigación científica, no, son asociaciones civiles vividoras, como existen muchas, dedicadas a ofrecer y vender distinciones para la promoción personal y relaciones públicas a quienes puedan pagarlas; asociaciones civiles que comercian distinciones" sin buscar algún sustento que lo explique o justifique más que: yo te puedo dar algo si tu cubres su costo". Algo parecido a adquirir chicharrones, chicharrines, camisas o calzones; del tamaño del precio son las características del artículo que se entrega. Estas asociaciones civiles, vividoras de las debilidades humanas, saben muy bien aprovecharse de la muy baja autoestima de algunas personas, de los traumas adquiridos en su niñez y de la necesidad patológica, del hambre insaciable de los politiqueros actuales, por el protagonismo ridículo como única forma de llamar la atención de sus amos y señores, para ser considerados en futuras promociones políticas o administrativas, en la esfera local o nacional. Así se explica el TLATOANI" adquirido por  Enoc Hernández Cruz, para auto reconocerse por su buen desempeño como servidor público", ni más ni menos.

EL TLATOANI" de plástico. De plástico o de zacate ha de ser el reconocimiento" adquirido y anunciado por el director del ICATECH, Enoc Hernández Cruz,  porque no se le conocen resultados o méritos, lo suficientemente valiosos, como para justificar una  distinción nacional". Más bien, sí podría ser uno de los principales funcionarios en Chiapas, que tiene méritos sobrados para abrirle, urgentemente, un par de investigaciones del fuero común y federal, por ejercicio indebido de recursos públicos, eso sí.
Lo único que se le conoce al director del ICATECH es que diariamente manda a escribir y publicar con sus empleados: que acompañó al gobernador, vestidos en color verde, a repartir promesas y abrazos; que asistió con la mamá del gobernador, vestidos en color morado, a distribuir mojarras tilapia, 2000 kilos para 4000 jefas de familia, 200 gramos por persona, como apoyo anual en carnes blancas; que visitó el municipio de Oxchuc y que disfrazado de oxchuquero, les ofreció de todo, acarició a quien se colocó a su alcance y les dejó bien claro que hablar con él, es como escuchar al gobernador o más aún, a la mamá de él, a quien todos y todas escuchan y obedecen sin chistar.
Nada lo suficientemente convincente, que dé certidumbre y confianza en su desempeño institucional, se le conoce o reconoce al director del ICATECH. Está más que claro -en niveles empalagosos y chocantes-, lo que él se esmera en publicitar en todos los medios de comunicación al servicio del estado y manipulados por él, que ya tiene en la bolsa al gobernador Manuel Velasco Coello y a su mamá, Leticia Coello Garrido; que su capital político podría darle para ser gobernador; que él es como el hermano moreno que el Güero no tuvo; que ya casi es Velasco, Coello o Garrido; y que todos deben cuidar, servir y estar bien con Enoc Hernández Cruz, porque en cualquier momento el gobernador Manuel Velasco Coello le otorgará el nombramiento más importante de su vida, la antesala para lograr la gloria eterna, el paraíso terrenal. ESO ES TODO y es la única bujía y brújula que mueve diariamente al director del ICATECH. Nada serio.

UNA CUESTIÓN ENFERMIZA. Antes de que el director del ICATECH comprara su TLATOANI  o TLACOACHE, instruyó -no se puede entender de otra manera- para que se le empezara a llamar líder moral" del partido político MOVER A CHIAPAS; y líder moral" de la fundación" Manuel Velasco Suarez, como si el científico y humanista universal hubiera sido un vividor de la política, una persona con trastornos severos de personalidad y sin principios éticos y morales.
Alguien como el actual director del ICATECH que dócilmente ha estado al servicio y usufructo, casi doméstico, de los ex gobernadores Pablo Salazar Mendiguchía y Juan José Sabines Guerrero, y que luego mañosamente se desmarca y niega, está imposibilitado para ser llamado Líder Moral". El director del ICATECH fue hechura de Pablo Salazar Mendiguchía a partir del cargo de presidente municipal de San Cristóbal de las Casas, por el Partido Alianza Social (PAS), y luego fue diputado local con Juan José Sabines Guerrero por el Partido del Trabajo (PT). Hoy se viste de color VERDE O MORADO, y con seguridad, estaría dispuesto a colocarse del color que se necesite, si ello le  promete buenos dividendos políticos o económicos.

Hablando con rigor técnico. Para que al director del ICATECH, Enoc Hernández Cruz, se le pudiera considerar candidato para algún reconocimiento nacional, tendría que empezar por documentar oficial y públicamente, todas las actividades académicas  que ha desarrollado durante los casi dos años que lleva al frente de la institución que representa, desglosando: universo de trabajo, recursos humanos y materiales, distribución geográfica, costos, tiempos y resultados -sujetos a auditoría-, en cada uno de los centros educativos, por municipios, regiones y a nivel estatal. Luego tendría que hacerse lo mismo con sus pares de las otras entidades de la República Mexicana, para, posteriormente, después de una rigurosa investigación de gabinete y campo, de una confrontación de información física y financiera, y el respectivo análisis de especialistas académicos en el tema, concluir que Enoc Hernández Cruz es el merecedor de un reconocimiento nacional. Solamente, mediante este mínimo procedimiento elemental, se podría estar en condiciones honestas de afirmar que el director del ICATECH es quien, por Mérito a su alto desempeño", se le otorga un TLATOANI, TLACOACHE o como se le denomine a la distinción. Caso contrario, como el que nos ocupa, bien se puede decir que sólo nos encontramos frente a una actitud tramposa de politiquería, ruin y de risa, que desnuda la miseria humana de quien la promueve, al intentar vender resultados chatarra, como si se trataran de logros profesionales, científicos y universales.

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