Piensa, Prensa y Pega.

22 de octubre de 2014

Reflexiones y Precisiones



En el ambiente nacional mexicano, por los lamentables hechos de los últimos meses, algo sumamente grave se percibe: pareciera que nos vienen preparando anímica y emocionalmente para instalar una permanente y generalizada criminalización de la protesta social. MAYOR REPRESIÓN que continuaría con más hechos parecidos a las masacres de ACTEAL, en el estado de Chiapas; TLATLAYA, en el Estado de México y, recientemente, IGUALA, en Guerrero, entre las ejecuciones más visibles, salvajes y sangrientas de los últimos tiempos. Que los mexicanos se vayan acostumbrando y conformando a que se les asesine impunemente; a cualquier hora del día, de la manera más salvaje y cruel, en cualquier parte del país y, además, que se acostumbren a que pueden ser niños, adolescentes o adultos, mujeres u hombres útiles para la patria. Muy grave el panorama nacional que exhiben las autoridades mexicanas.

ES UN HECHO MUY PERCEPTIBLE DE QUE EL GOBIERNO, POR ACCIÓN U OMISIÓN, YA HA LOGRADO SEMBRAR EL TERROR EN EL PUEBLO DE MÉXICO Y BIEN PUEDE DAR LA IMPRESIÓN DE QUE HASTA BUSCA QUE NOS FAMILIARICEMOS CON ELLO, QUE LO ACEPTEMOS SIN CHISTAR, QUE EL TERROR NOS INMOVILICE. Es un hecho de que ya el gobierno de la República tiene muy  peligrosamente caliente la realidad nacional; es un hecho bien visible, el que ya el Estado mexicano tiene a miles de mujeres y hombres en las calles, manifestándose en contra de las actitudes de las autoridades de este país; es un hecho, ya inocultable, que el pueblo de México ya no aguanta más a sus gobernantes, y que los gobernados ya no están dispuestos a callarlo y permitirlo; es un hecho que el gobierno mexicano responde con las mañas y perversidades de siempre. También ya es un hecho de que hasta hoy, la comunidad nacional e internacional viene reaccionando como jamás se lo han de haber imaginado las instancias represivas de este país.

EL GOBIERNO MEXICANO y los gobiernos más ricos del planeta tierra, tienen que entenderlo y reaccionar en consecuencia. Las condiciones sociales y materiales de conciencia social, que hoy prevalecen en México y el mundo, no son las mismas de cuando se cometió la masacre de estudiantes en 1968, todavía impune después de 46 años. La situación es diametralmente distinta, más compleja, de mayor peligro y de consecuencias capaces de alcanzar a fondo, la vida política, económica y social, no sólo de México, sino también la de sus principales socios, en la economía y la política. Los actores represivos, internos e internacionales, tienen que pensar muy bien lo que dispondrán o permitirán en lo sucesivo: malas y sangrientas decisiones, pueden dar para que la realidad mexicana se hunda o arda con ellos y sus descendientes como combustible.

LAMENTABLEMENTE, DESDE HACE TIEMPO Y TODOS LOS DÍAS, LA SITUACIÓN EN MÉXICO YA ES DE EMERGENCIA NACIONAL. Si el gobierno federal no corrige, de manera radical y con urgencia -con la responsabilidad y premura a la que está obligado por las leyes de este país-, sus actos criminales, atropellos constantes y rumbo social, sólo es cuestión de tiempo para que las condiciones humanas y materiales se concreten y generen, de inicio, una gran revuelta social y la consecuente REPRESIÓN GENERALIZADA, donde al final todos perderán, sobre todo quienes más tengan. REPRESIÓN, tal vez la que los grandes dueños del capital nacional e internacional creen necesitar y vienen exigiendo, para “limpiar" de “incomodidades" y brindar la seguridad y tranquilidad que requieren sus inversiones, TAL VEZ, torpe y tristemente. Como sea, la situación mexicana ya es sumamente grave e inestable, y lo más lamentable, el Estado mexicano entre más se mueve, más se hunde; cuando más acciona, más complica la búsqueda de soluciones. Las decisiones gubernamentales, como debiera ser, no propician las urgentes salidas, sino sangre, corajes y muy peligrosos rencores acumulándose permanentemente.

PUEDE PARECER EXAGERADO, pero no, ahí están las decenas de muertos de todos los días por el territorio mexicano; PUEDE SONAR FATALISTA, pero no, ahí están los rafagueados, secuestrados, torturados, descabezados, desaparecidos, quemados, colgados y los destazados de forma salvaje; PUEDE PARECER UNA EXAGERACIÓN ENFERMIZA, pero no, ahí están las miles y miles de mexicanas y mexicanos, manifestando su rechazo y reclamos por las calles de las grandes ciudades y por los pequeños poblados de este país.

PUEDE SONAR A LO QUE SEA, pero no, ahí está; el presidente municipal de San Cristóbal de las Casas, Chiapas,  Francisco José Martínez Pedrero, violando la ley y simulando que la cumple, frente a los ciudadanos y los poderes Legislativo y Judicial, chiapanecos; ahí está el gobernador Manuel Velasco Coello, como niño de educación preescolar, jugando a pintar de color verde a Chiapas, agarrado de las manos de su mamá, Leticia Coello Garrido y de las de su novia, Anahí; y ahí está el presidente de México, Enrique Peña Nieto, frente a un pueblo empobrecido, maltratado, lleno de sufrimientos, decepciones y desesperanzas, comprándose un avión de los más modernos y caros del mundo. ¡CARAJO! Que suene a lo que sea, pero ahí están esas evidencias cínicas, infantiles, irracionales e insensibles, socialmente,  y existen muchas más.

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