Piensa, Prensa y Pega.

4 de agosto de 2009

El Machucón

En una nota firmada por José Leopoldo González, Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, expresa su “enérgica protesta” por que agentes de la policía federal detuvieron el sábado a un capo del cártel de las drogas, “la familia michoacana”, cuando asistía a una misa en la ciudad de Apatzingan.

Dice la Conferencia del Episcopado Mexicano que “nada explica la irrupción” en un templo católico de la diócesis de Apatzingan de los agentes federales “responsables de garantizar la seguridad de todas las personas”.

El Episcopado dijo también que, “la Santa Misa, es el acto sagrado más importante para los fieles católicos” y consideró que “los fines no justifican los medios utilizados”, que “nada explica este tipo de acciones dentro de un recinto religioso”.

Qué desea e insinúa el Episcopado Mexicano a través de José Leopoldo González: que en momentos de la Santa Misa, los criminales gozan de fuero; que un delincuente no puede ser molestado mientras esté frente a un ministro de culto religioso; que los narcotraficantes, si son católicos, no hay que aprenderlos dentro de la iglesia, para que el desprestigio no alcance al Episcopado; o que, están preocupados por que corren el grave riesgo de que se ahuyenten sus mejores clientes.

Quien sabe de que se trate pero, el resbalón fue mayúsculo y la ventaneada, de cuerpo entero.

P.D. Lo bueno fue que a la policía federal no se le ocurrió realizar un operativo, ahora que nuestro Obispo de San Cristóbal, Felipe Arizmendi Esquivel, fue a casar, al Estado de México, a la hija de Chuayffet Chemor, donde asistieron Carlos Salinas, Peña Nieto, Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, entre otros, si no capaz que levantan a los padrinos y testigos, y termina suspendido el acto. Además del gran susto para nuestro querido Obispo.

¡CUIDADO! Ministros de culto, no deben olvidar aquello de “dime con quien andas y yo te diré quien eres”.

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