Piensa, Prensa y Pega.

19 de agosto de 2009

Reflexiones y Precisiones

Bien podría decirse que, ya es una grave patología en los Gobiernos tratar de engañar siempre a los ciudadanos, a sus tímidas acciones le acomodan connotaciones que están lejos de tener o de alcanzar; a la realidad mexicana desastrosa y miserable, la visten y acuerpan con los términos que más le imprimen suavidad, colorido o conformidad; no desaprovechan oportunidad para compararse con gobiernos anteriores y autodefinirse como de vanguardia y los mejores, y se la viven, permanentemente, señalando y presumiendo que van en el camino correcto y que este sí conduce a soluciones de gran alcance e igual fondo.

Si escuchamos con atención lo que dicen todos los días los gobernantes, y lo asociamos con la realidad que vive la mayoría de los ciudadanos, cotidianamente encontramos que prevalece y destaca la intención de esconder, de deformar o manipular. Dificultar el entendimiento de los hechos, para tergiversarlo en provecho de los gobernantes y detrimento de los gobernados, para fortalecer más a la clase política dominante y continuar manipulando a las mayorías necesitadas.

El engaño, la manipulación, el desgaste y el olvido, han sido siempre algunos de los instrumentos favoritos de los malos gobiernos, que hoy tienen trabado al pueblo mexicano en una de las peores crisis de su historia: bienestar social crítico y en deterioro permanente y profundo, es de lo que más ofrece el actual modelo de desarrollo mexicano, que ya no da más, y que ya sólo produce pobres y problemas.

Por más que los gobiernos se esmeren en ilustrar soluciones con sus actos, la terca realidad les restrega en la cara que, sus acciones no son oportunas, que resultan insuficientes, que apenas son pequeños paliativos y que las insatisfacciones y atropellos que diariamente se acumulan, están adquiriendo peligrosos ingredientes de explosividad, que dan y sobran para originar estallidos sociales, en cualquier momento y por cualquier lugar.

Un buen ejemplo de huecas alegrías, manoseo de hechos y festejos absurdos, bien puede ser lo que sucedió en Chiapas el jueves13 de agosto, cuando en el marco del banderazo de salida para la construcción de 3043 aulas, se señaló algo del desastre que prevalece en el sector educativo chiapaneco; que el Gobierno del Estado anterior informó como atendido y superado, y que el Gobierno de Don Juan Sabines en casi 3 años había dicho nada.

El Gobernador Sabines dijo, asistido en vivo por todo el Sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía, que en Chiapas el rezago en infraestructura educativa es un asunto grave, que ahora cuando está la contingencia sanitaria detectaron que más de 9 mil escuelas no tienen baños, y que las que tenían no contaban con agua. Así lo anotó el Gobernador, cuando en la capital anunció una inversión estimada en 300 millones de pesos para iniciar y concluir 2524 aulas, antes de que inicie el ciclo escolar 2009-2010.

Hasta aquí, la información sobre la inversión podría parecer interesante, sin embargo, todo se desvanece cuando Javier Álvarez Ramos, Secretario de Educación en Chiapas, abunda un poco más sobre otras cifras y estimaciones.

El mismo día que el Gobernador, y también acuerpado por todos los medios oficiales, desde Tapachula Javier Álvarez Ramos afirmó que, de las 22 mil escuelas de nivel básico en Chiapas, en el 30%, algo así como 6 600, urge algún tipo de reconstrucción; que se requieren, cuando menos, 7 mil millones de pesos para espacios físicos; que “el rezago en materia de infraestructura educativa en la Entidad es altísimo”, y que en materia de aprovechamiento, Chiapas ocupa los últimos lugares.

Javier Álvarez, habló únicamente de educación básica y demostró con ello, suficientemente, apenas un poco del gran abandono en que se tiene la educación en Chiapas: ¿Qué niveles alcanzaría el verdadero maltrato económico de la Federación hacia la educación de los chiapanecos, si el Secretario se animara a informar también lo relativo al nivel medio y a la educación superior en Chiapas?.

Con todo esto, puede resultar ridículo y hasta una burla la transmisión televisiva en vivo realizada el 13 de Agosto: ¿Cuánto podrá avanzar el Gobernador Sabines con los 300 millones de pesos que anunció, si su Secretario de Educación, el mismo día en Tapachula dijo que cuando menos se necesitan 7 mil millones de pesos?. El Gobernador no está aplicando ni el 5% de lo que su Secretario de Educación planteó como necesario y urgente.

Este hecho más reciente, puede constituir una muestra bastante ilustrativa de cómo los gobiernos manipulan hechos, se auto complacen en todo y se aplican “oportunos” tratamientos cosmetológicos, que ya no son útiles para cubrir fisonomías, construir figuras mitológicas y mucho menos personajes casi sagrados, como alguna vez, dicen, sucedió con el “ciclón del sureste”.

Felipe de Jesús, Juan José o Mariano Alberto, como se llame el gobernante, está obligado a decir la verdad y a cumplir como autoridad; no ocultar, no deformar, no minimizar, no magnificar, acercar el gobierno al pueblo y hacer buen gobierno, es responsabilidad de Felipe, Juan y Mariano.

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