Piensa, Prensa y Pega.

1 de septiembre de 2010

Reflexiones y Precisiones

Tristemente, en cualquier centro educativo que visitemos o del que tengamos conocimiento por alguna razón, desde la educación preescolar hasta las universidades públicas o privadas, encontramos preocupantes signos de corrupción, extravíos en su función social, abusos, irresponsabilidades en el cumplimiento de sus objetivos, muchas prácticas semejantes a las comerciales y jaloneos de pasillos que las equiparan bastante a las conductas propias de los mercados o centros de abasto de cualquier ciudad donde casi todo se vende y compra; no faltan las mafias acostumbradas a la cosecha de todo; tampoco escasean los grupos en lucha permanente por más ingresos con menores responsabilidades; y son comunes las actitudes docentes para hacer sentir que ellos lo saben todo y el resto son ignorantes.

Un ejemplo bastante claro y muy bien acabado de perversos grupos de poder y enraizamiento, de todo aquello que no se debe hacer al interior de una institución educativa, lo representa hoy el CBTIS 92 ubicado en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde los apellidos que siempre han puesto y dispuesto de todo y sobre todos, ven en riesgo sus privilegios: ingresos fáciles y relaciones inconfesables, porque hace 6 meses nombraron para la Dirección de la institución, a alguien que no tiene compromisos con ningún grupo y menos con quien mandó y se mandó en los recientes casi 10 años.

Lo que ha venido sucediendo en los últimos 10 días en el CBTIS 92, es el resultado de más o menos lo siguiente: 10 años de calculada anarquía; igual tiempo de vivir cultivando egos y apariencias; una década donde la dirección del plantel dejó que todos hicieran, para que le permitieran hacer, de lo irresponsable a lo absurdo y de lo abusivo a lo cínico.

Indudablemente, las convulsiones que apenas empiezan a asomar en el CBTIS 92, están estimuladas y alimentadas, pero podrían empeorar lastimosamente para todos, los de adentro y los de afuera, y todo esto bien puede ser un logro indiscutible del Lic. Heberto Villatoro Culebro, hoy subdirector de enlace operativo de los CBTIS en Chiapas, quien se ocupó de la Dirección del plantel por casi una década, y quien según se ve y huele, propició y permitió de todo; construyó y afianzó un robusto cacicazgo que hasta hoy le permiten a su antojo, movilizar, sacudir, violentar normas y confrontar peligrosamente a directivos, docentes, estudiantes y padres y madres de familia. Todo es ya demasiado riesgoso y la violencia puede aparecer en cualquier momento, con costos y resultados tal vez sin remedio, que todos podríamos llegar a lamentar si no se frenan las provocaciones.

Si se dieran condiciones en las que participaran los padres y madres de familia, en una auditoría externa a los recursos económicos aportados en los últimos 10 años, que suman no menos de 20 millones de pesos, encontraríamos los verdaderos orígenes y explicaciones a los muchos jaloneos que hoy se presentan en el CBTIS 92. Son bastantes los millones de pesos de los que jamás se ha informado sobre su utilización a padres y madres, y mucho menos a la comunidad del CBTIS 92 en su conjunto; en qué se aplicaron los recursos y de qué manera; mientras, hasta hace 6 meses, la infraestructura física de la institución “lucía” casi en el abandono absoluto, y según confían en privado algunos trabajadores, los insumos y suministros más elementales escaseaban y se regateaban siempre.

Por todo lo que se observa, escucha y es inocultable en el CBTIS 92, durante casi una década se cultivaron vicios, abusos y malas costumbres; prácticas que contravienen las normas internas establecidas para el buen desempeño, desarrollo y armonía institucional, que garantizan las buenas relaciones y resultados entre directivos, docentes, estudiantes, trabajadores en general y padres y madres de familia.

Lo que hoy se está viviendo en el CBTIS 92 es la descomposición y crisis de todos esos acuerdos, complicidades y valores entendidos a los que se mal acostumbraron y con los que trabajaban, se relacionaban y se entendían.

Al interior del CBTIS 92, nadie ignora y bien ejemplifican las añejadas prácticas de nepotismo; señalan bien a las familias que siempre dan órdenes; ubican bien a las parejas dedicadas a la presión y chantaje como forma común de relacionarse y prevalecer; a la menor provocación ilustran fácilmente sobre casos de corrupción económica y académica; y es de todos conocido cómo se ejercían los recursos económicos que “voluntariamente”, cada semestre, aportan los padres y madres de familia.

Resulta increíble que el Lic. Julio Cesar Santos Puon, jefe de los CBTIS en Chiapas, desconozca lo que sucede en el CBTIS 92, y hasta ahora, pareciera que tiene demasiado temor por enfrentar una situación que en su momento puede poner en grave riesgo su cargo, carrera administrativa y futuro político.

Si el Lic. Julio Cesar Santos Puon no interviene pronto, enérgicamente, con imparcialidad y aplicando las leyes, caiga quien caiga, la cuestión CBTIS 92 se le puede contaminar más y gravemente, de manera irreversible, y colocará en riesgo de mayor tensión, polarización, confrontación y probable violencia a una comunidad educativa que para iniciar son 1522 estudiantes con 1522 padres y madres de familia, y por si hiciera falta, en una ciudad como San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde se desempeñan actores políticos con una fortaleza de voz que pueden llegar a ser escuchados en cualquier parte del mundo, y de la talla y peso suficiente que ya en muchas ocasiones han dado dolores de cabeza, ablandamientos de estómago, “calambres” de piernas y “temblores” de manos a gobernantes municipales, estatales y nacionales. Puede decirse que ya inició la cuenta regresiva y el futuro dependerá de cómo encamine todo el Lic. Julio Cesar Santos Puon.

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