Piensa, Prensa y Pega.

7 de enero de 2011

Indígena, Doctora en Derecho Penal, exhibe y desnuda a gobiernos.

Francisco Ruiz Zuart.

El 18 de diciembre del 2010, en vacaciones, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez se efectuó una muy ilustrativa y aleccionadora graduación de Doctores en Derecho Penal, y ahí, una joven indígena tzotzil al hacer uso de la palabra, por haber obtenido el mejor promedio de su generación, denunció, desnudó y exhibió, un poco de las condiciones miserables, irresponsables y humillantes con que los gobiernos “ofrecen” educación en este país y particularmente en el estado de Chiapas.

Después de escuchar la narración crítica y puntual de la Zinacanteca, Doctora Arely López Pérez, quedó más que probada la enorme diferencia que existe entre los cotidianos discursos oficiales mentirosos relacionados con la educación, y la verdadera realidad lacerante que se vive en la práctica de esta obligación constitucional, por parte de las autoridades de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, chiapanecos.

¿Qué expresó textualmente la Doctora López Pérez?.

SEÑORAS Y SEÑORES:

Soy mujer tzotzil de Zinacantán, Chiapas y ofrezco disculpas anticipadas por hablarles de mi persona y es que por lo común y corriente que soy, a muchos les puede haber ocurrido lo mismo que yo.

Puedo decirles que en mí se encarna una partícula de la raíz humana y ancestral de México.

El México en resistencia, venciendo la fuerza del estado opresor para subsistir en la batalla de la superación personal.

Estoy aquí, graduándome en Doctorado, pese a los desplantes de la Secretaría de Pueblos Indios, pese a la cámara local de diputados, pese al ejecutivo del estado, pese a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pese a la contraloría de Chiapas, pese al poder judicial de la Federación: es decir, estoy aquí pese a todo el Estado mexicano que me cerró las puertas abandonándome sin el apoyo moral, económico y jurídico solicitados.

La Secretaría de Pueblos Indios atropelló cuantas veces quiso su reglamento de becas, me negó información, violó el Artículo 2do. Constitucional y su equivalencia en el Plan Chiapas, mandó a su departamento jurídico a atacarme con intrigas, todo con tal de negarme el apoyo de una beca.

Hablé personalmente con el gobernador del estado, mi documento lo entregó con otro y ese otro lo turnó a Atención Ciudadana y este Departamento lo envió directo a la basura.

Me quejé en la cámara de diputados y de la señora Ana Elisa de la comisión de equidad y género y como presidenta de la cámara, únicamente obtuve simulación y farsa en sus tardías respuestas hasta desvanecerse en la desilusión y el desengaño.

Contraloría por su parte fue aún más lapidaria: simplemente cerró sus oídos a todo toque de puerta que yo le hiciera.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos me demostró que es tan eficaz como la Carabina de Ambrosio, se colude con cualquier guiño y recula espantada con cualquier gesto que le hagan.

El juzgado de distrito, la federación pues, no tiene idea de la definitividad como sustancia del acto reclamado y desafortunadamente, “es de explorado derecho” que en esta institución el amparista, al recibir un expediente, ruega a Dios negarse a sí mismo buscando afanosamente indicios para rechazar en lugar de buscar indicios para amparar. Me contestó que había yo llegado tarde con mi solicitud y me dejó en el casi total desamparo.

Únicamente la asociación civil Fortaleza de la Mujer Maya ha estado siempre a mi lado apoyándome con lo que puede. Y en esto del Doctorado, este organismo educativo en el que estamos, es decir, la Universidad del Sur, fue sensible y solidaria conmigo al concederme un porcentaje de beca y abrirme créditos blandos que aún estoy cubriendo. Gracias ciudadano rector de Unisur, doctor Efraín Gutiérrez, y a su personal por su trato amable y comprensivo; gracias FOMMA por todo su apoyo. Gracias a ustedes estoy aquí graduándome en este posgrado acompañada de mi familia tzotzil y de mis 2 menores hijas anhelos e inspiración para salir adelante venciendo verdaderas dificultades de este sistema inhumano en que subsistimos, y, por supuesto gracias a los movimientos políticos que me pusieron en este camino de superación constante.

Muchas gracias a todos los presentes por su compañía. Los que ahora nos graduamos en Derecho Penal:

Dra. Lucía Guadalupe Alfonso Ontiveros, Dr. Mario Enrique Cordero Gallegos, Dra. Alba Guadalupe Cruz Sánchez, Dr. José Abner Morales de la Cruz, Dra. Minerva Moreno Trujillo, Dr. Jesús Eduardo Muñoz León, Dr. Ignacio Sol Ramos, Dra. Maricela Dávila Torres, Dra. Patricia Yolanda Villalba Pérez, Dr. Carlo Antonio Villafuerte Hernández y su servidora Arely López Pérez.

En cada uno de nosotros existe un halo de orgullo y satisfacción de haber culminado esta meta con harto sacrificio…y en cada familiar y amigo que hoy nos acompaña y que nos quieren, también existe ese halo de orgullo y satisfacción compartida.

Muchas gracias a nombre de todos nosotros y reciban un abrazo por haberme distinguido con su trato amable y de sentido común.

Hasta pronto compañeros… y ya se mira el horizonte…

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 18 diciembre 2010.

Posterior a las palabras de la Doctora, los más de 500 asistentes le aplaudieron de pie y con entusiasmo, en claras muestras de admiración y aprecio de todos hacia ella. Se debe añadir, respetuosamente, que la pequeña mujer tzotzil, luciendo su atavío netamente étnico entre todos los togados, se le dificultó colocarse a la altura del micrófono, pero, con enorme facilidad alcanzó los pensamientos, el corazón y los sentimientos de los cientos que llenaron el lugar. Sólo faltaba que el Rector, en un acto espontáneo, cancelara la deuda de la Doctora López Pérez con la universidad; y así ocurrió, aprovechando ese gran momento.

Hermosa e impactante la indumentaria regional que lució la Doctora López Pérez, algo que en el Instituto de Estudios Superiores “Manuel José de Rojas”, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, jamás hubieran permitido que utilizara, como es su costumbre. El Instituto lo prohíbe y no acatarlo, puede inclusive poner en riesgo hasta el grado que se obtenga.

Indudablemente la Doctora Arely tiene madera, molde, mirada y se le aprecia firmeza en sus principios, formación sólida y comprometida, que en cualquier momento podrían producir frutos de buen tamaño, aroma y sabor, de esos que se necesitan y urgen en el lastimoso y deprimente escenario de los miles o millones de indígenas que padecen miserias, represiones, manipulaciones, desapariciones, encarcelamientos, torturas, desprecios y olvidos. Ah, y habría que tomarla muy en serio cuando dice… “y ya se mira el horizonte”.

No hay comentarios: