Si a los individuos o a las instituciones las juzgamos por sus hechos y consecuencias verdaderas, existe menor margen de equivocaciones, la calificación es más exacta y las observaciones que resulten, bien comprendidas, bastante pueden ayudar a superar insuficiencias y mejorar desempeños; siempre pensando en el bien común, en lo socialmente útil, lo humanamente justo, lo impostergable, todo aquello que a los ciudadanos siempre se les ofrece en las campañas políticas, pero, ya en los ejercicios de gobierno, se les niega, regatea o simula.
Durante los primeros 12 días de “trabajo” del nuevo Ayuntamiento coleto -donde en lo importante y jugoso sólo están disponiendo y cosechando, hasta hoy, el PRD y el PAN-, ya se han dado bastantes evidencias para afirmar que estamos, en su mayoría, ante un cuerpo edilicio demasiado tierno, de muy bajo perfil y con rasgos fértiles para la manipulación. Puede resultar igual o todavía peor que los otros, claro, con fachada de otro color, empleados domésticos “educados”, discurso de “revolución democrática”, ocurrencias chilangas, mañas un poco más discretas y distractores más refinados y oportunos. Ya se puede afirmar que de fondo, no hay que esperar nada nuevo; todo ya huele igual y se encamina a concluir con los mismos sabores y malos olores.
Los acuerdos del Ayuntamiento, hasta ahora más importantes para el futuro de la vida municipal, se han tomado con empíricos criterios políticos mercantiles; vienen siendo perversamente condimentados en privado, ablandados en lo oscurito, cocinados a escondidas, y de puro trámite, ratificados en público; para vender la idea de que “ciudadanizan”, que el accionar es democrático, que son diferentes y que por lo tanto, el pueblo decide. Es absolutamente falso y lo están construyendo de la peor manera. Sólo disfrazan, decoran y distorsionan, para en la confusión aprovecharse.
El Ayuntamiento coleto designó a sus directores y jefes de departamento, entre otros, a puerta cerrada, sin conocer currículos y para muchos de ellos –así lo confiesan en privado- sin siquiera identificarlos físicamente. Si la mayoría del Ayuntamiento no sabe a quién nombra, mucho menos los ciudadanos pueden conocer en manos de quiénes estará la administración pública municipal y el consecuente futuro social de la municipalidad. Este Ayuntamiento que ofertó “cambio”, con las actitudes de 13 días, documentadas en audio y video por Reflexiones y Precisiones, ya inició su traición y desprecio a la sociedad.
El 7 de enero, desengaño, decepción y lástima causó la primera “función ordinaria del cabildo”, sí, fue eso, una “función” de pésimo espectáculo; abundante en irresponsabilidades y simulaciones, donde prevaleció un notorio y burdo “desahogo de un libreto” mal aprendido, tal vez ensayado a prisas, con actores polluelos o en exceso improvisados, pero eso sí, que se conducen, no pocos, como muy sobrados y soñados. Los hay hombres y mujeres, unos en apariencia mayores, otros de facha joven, pero, igual dará, “servirán” como siempre para lo mismo y los mismos, con uno que otro apellido nuevo agregado de última hora.
Como lo prevé la ley, pero con excesivos desfiguros, en la primera “función del cabildo” coleto, decidieron a escondidas y ratificaron en público –como lo reconoció públicamente la regidora Ricci-, a los miembros de las diferentes comisiones en que se “organizarán” para asumir sus funciones, y sucedió que no fueron plurales, tampoco incluyentes y menos prevaleció la equidad de género, como lo ofrecieron en campaña. Puede afirmarse, con argumentos irrefutables, que las comisiones fueron constituidas pensando primero, no en el beneficio colectivo, sino en el buen negocio, de 20 meses, que puede representar el actual gobierno y administración municipal.
En las Comisiones Municipales de Hacienda, Obras, Gobernación, Adquisiciones, Contrataciones, Seguridad, Desarrollo Económico y Desarrollo Urbano, entre otras, “las macizas”, que pueden significar y producir dinero, poder y mayor vida política, se las apropiaron el PRD y el PAN; las Comisiones “menudencia y cueritos” se las aventaron al PRI, Verde, PT y a los otros que están, pero parece que no, y que según se ve, no sabrán siquiera ponerse precio y mucho menos venderse bien.
Concluida la primera “función ordinaria del cabildo” y ya constituidas las “Comisiones” a modo, gusto y según el apetito de quienes invirtieron en la campaña política del actual Ayuntamiento, pueden ya dormir un poco más tranquilos: todo quedó ya armado para aprovecharse al máximo de los recursos públicos; todo construido para utilizar a plenitud el poder político; y en estas condiciones, no dejar ir cuanto negocio se presente y se pueda hacer desde la presidencia municipal de “el cambio”. Negocio en la economía y la política, esa será la verdadera esencia y apariencia del actual “gobierno” municipal de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
Obras, adquisiciones, arrendamientos, permisos, fraccionamientos, las “transacciones” en la policía y vialidad, los lucros desde los servicios públicos; todos los negocios municipales, por lo que ya se vio en la primera “función ordinaria del cabildo”, están visualizados, cuantificados, organizados y repartidos entre los “inversionistas de la campaña”, que hoy lo hicieron con Victoria Cecilia Flores Pérez y mañana bien lo pueden hacer con cualquiera. Son comerciantes del dinero fácil, vividores de lo ajeno, caza ingenuos, hace tontos, expertos en la simulación y diestros en la manipulación. Ya de ellos se irán haciendo dibujos a colores, con oportunidad, aunque a uno, tal vez el más execrable, ya muchas veces se le ha mencionado.
Durante los primeros 12 días de “trabajo” del nuevo Ayuntamiento coleto -donde en lo importante y jugoso sólo están disponiendo y cosechando, hasta hoy, el PRD y el PAN-, ya se han dado bastantes evidencias para afirmar que estamos, en su mayoría, ante un cuerpo edilicio demasiado tierno, de muy bajo perfil y con rasgos fértiles para la manipulación. Puede resultar igual o todavía peor que los otros, claro, con fachada de otro color, empleados domésticos “educados”, discurso de “revolución democrática”, ocurrencias chilangas, mañas un poco más discretas y distractores más refinados y oportunos. Ya se puede afirmar que de fondo, no hay que esperar nada nuevo; todo ya huele igual y se encamina a concluir con los mismos sabores y malos olores.
Los acuerdos del Ayuntamiento, hasta ahora más importantes para el futuro de la vida municipal, se han tomado con empíricos criterios políticos mercantiles; vienen siendo perversamente condimentados en privado, ablandados en lo oscurito, cocinados a escondidas, y de puro trámite, ratificados en público; para vender la idea de que “ciudadanizan”, que el accionar es democrático, que son diferentes y que por lo tanto, el pueblo decide. Es absolutamente falso y lo están construyendo de la peor manera. Sólo disfrazan, decoran y distorsionan, para en la confusión aprovecharse.
El Ayuntamiento coleto designó a sus directores y jefes de departamento, entre otros, a puerta cerrada, sin conocer currículos y para muchos de ellos –así lo confiesan en privado- sin siquiera identificarlos físicamente. Si la mayoría del Ayuntamiento no sabe a quién nombra, mucho menos los ciudadanos pueden conocer en manos de quiénes estará la administración pública municipal y el consecuente futuro social de la municipalidad. Este Ayuntamiento que ofertó “cambio”, con las actitudes de 13 días, documentadas en audio y video por Reflexiones y Precisiones, ya inició su traición y desprecio a la sociedad.
El 7 de enero, desengaño, decepción y lástima causó la primera “función ordinaria del cabildo”, sí, fue eso, una “función” de pésimo espectáculo; abundante en irresponsabilidades y simulaciones, donde prevaleció un notorio y burdo “desahogo de un libreto” mal aprendido, tal vez ensayado a prisas, con actores polluelos o en exceso improvisados, pero eso sí, que se conducen, no pocos, como muy sobrados y soñados. Los hay hombres y mujeres, unos en apariencia mayores, otros de facha joven, pero, igual dará, “servirán” como siempre para lo mismo y los mismos, con uno que otro apellido nuevo agregado de última hora.
Como lo prevé la ley, pero con excesivos desfiguros, en la primera “función del cabildo” coleto, decidieron a escondidas y ratificaron en público –como lo reconoció públicamente la regidora Ricci-, a los miembros de las diferentes comisiones en que se “organizarán” para asumir sus funciones, y sucedió que no fueron plurales, tampoco incluyentes y menos prevaleció la equidad de género, como lo ofrecieron en campaña. Puede afirmarse, con argumentos irrefutables, que las comisiones fueron constituidas pensando primero, no en el beneficio colectivo, sino en el buen negocio, de 20 meses, que puede representar el actual gobierno y administración municipal.
En las Comisiones Municipales de Hacienda, Obras, Gobernación, Adquisiciones, Contrataciones, Seguridad, Desarrollo Económico y Desarrollo Urbano, entre otras, “las macizas”, que pueden significar y producir dinero, poder y mayor vida política, se las apropiaron el PRD y el PAN; las Comisiones “menudencia y cueritos” se las aventaron al PRI, Verde, PT y a los otros que están, pero parece que no, y que según se ve, no sabrán siquiera ponerse precio y mucho menos venderse bien.
Concluida la primera “función ordinaria del cabildo” y ya constituidas las “Comisiones” a modo, gusto y según el apetito de quienes invirtieron en la campaña política del actual Ayuntamiento, pueden ya dormir un poco más tranquilos: todo quedó ya armado para aprovecharse al máximo de los recursos públicos; todo construido para utilizar a plenitud el poder político; y en estas condiciones, no dejar ir cuanto negocio se presente y se pueda hacer desde la presidencia municipal de “el cambio”. Negocio en la economía y la política, esa será la verdadera esencia y apariencia del actual “gobierno” municipal de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
Obras, adquisiciones, arrendamientos, permisos, fraccionamientos, las “transacciones” en la policía y vialidad, los lucros desde los servicios públicos; todos los negocios municipales, por lo que ya se vio en la primera “función ordinaria del cabildo”, están visualizados, cuantificados, organizados y repartidos entre los “inversionistas de la campaña”, que hoy lo hicieron con Victoria Cecilia Flores Pérez y mañana bien lo pueden hacer con cualquiera. Son comerciantes del dinero fácil, vividores de lo ajeno, caza ingenuos, hace tontos, expertos en la simulación y diestros en la manipulación. Ya de ellos se irán haciendo dibujos a colores, con oportunidad, aunque a uno, tal vez el más execrable, ya muchas veces se le ha mencionado.
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