Lo que sucede en el CBTIS 92 es un destacado ejemplo, muy bien logrado, de arbitrariedades, incompetencia, complicidades, apatía, impunidad y desprecio institucional hacia la educación. Que lejos de corregirse, se le alimenta, lo estimulan y lo premian.
En cumplimiento a su función social, desde el 21 de enero del año 2010, hace más de dos años, en el número 21 del semanario “MIRADA SUR”, se denunciaron las situaciones que se venían presentando en el CBTIS 92, ubicado en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. MIRADA SUR empezó dando a conocer el abandono en que las autoridades de este sector, todas, mantenían a este centro educativo. Edificio con problemas estructurales y en mal estado físico; laboratorios con equipos obsoletos; talleres en evidente descuido y rezago; sanitarios en condiciones deplorables; instalaciones hidráulicas y eléctricas con problemas; escasez de agua para atender las necesidades básicas de la comunidad del CBTIS 92, y “áreas verdes” propias para la engorda de caballos, no para embellecer el entorno. Por donde se observara -se denunció hace más de dos años-, asomaban pruebas de dejadez e irresponsabilidad institucional, tanto de la “dirección” de la escuela, como de las autoridades federales en el Estado y la Federación misma. Así lo habían conservado por más de una década y se resistían, con todo, al cambio positivo, necesario y urgente.
Desde hace más de dos años, MIRADA SUR informó, igualmente, que en el CBTIS 92, además de los problemas en el edificio, en su equipamiento, en los rezagos y en el mantenimiento, existían otros que tenían que ver con la administración de los recursos económicos que aportan, semestralmente, los padres y madres de familia. También se dio a conocer que en el CBTIS 92 prevalecían algunos privilegios, viejas prácticas de malos “usos y costumbres”, vicios, en las relaciones administrativas y académicas, entre algunos trabajadores y la “dirección” de la escuela. En síntesis, desde hace 25 meses y dos días, en estos términos se documentó la problemática interna del centro educativo. Así se denunció y se exigió solución inmediata a las “autoridades competentes”.
Desde hace más de dos años, de los abandonos, desviaciones, corrupciones, abusos e inmoralidades –fundamentadas con pruebas documentadas, obviedades o testimonios serios que se conservan-, MIRADA SUR encontró y exhibió como muy probable culpable, al hasta hoy subdirector de enlace operativo de la DGTIS en Chiapas, Heberto Villatoro Culebro. A Villatoro Culebro lo sindicaban las evidencias y los testimonios, que por casi una década, había promovido y provocado como “director” del CBTIS 92. De acuerdo a fundadas imputaciones públicas, en casi una década como “director” del CBTIS 92, Villatoro Culebro logró muy bien consolidar sus intereses personales, tejiendo fino, con dinero, promociones, chantajes, complicidades o diversiones, todo con cargo a los recursos económicos que los padres y madres aportan periódicamente a la institución, y que son los únicos, más significativos, que permiten sufragar los gastos elementales del CBTIS 92.
Las denuncias y exigencias iniciadas desde hace más de dos años, por padres y madres de familia, alumnos y trabajadores del CBTIS 92, por medio de MIRADA SUR, aunque de manera lenta y con mañas, han venido dando regulares resultados. Con recursos económicos que aportan los padres y madres de familia, las condiciones de infraestructura física, poco a poco avanzan; el equipamiento, con lentitud, ya se está dando; y el mantenimiento y conservación de las instalaciones, no como debiera, pero ya se atiende. En lo que no se ha podido avanzar como se necesita, es en el relajamiento del trabajo académico -donde algunos hacen como que trabajan, pero todos cobran-, en la transparencia real, del manejo de los recursos económicos y en la participación verdadera de los padres y madres de familia dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, quienes respetando las normas educativas, asumen obligaciones, exigen derechos y promueven el acompañamiento comprometido, en todo y de manera permanente. ¡Participación, no decoración!
En el lapso de las denuncias, exigencias y frutos a cuenta gotas, previo concurso nacional, se dio el nombramiento de Jerónima Toledo Villalobos como nueva directora del CBTIS 92. La nombró el subsecretario de educación pública en el país, no el subdirector de enlace operativo de la DGTIS en Chiapas, Heberto Villatoro Culebro, y según imputaciones públicas de Toledo Villalobos, desde ese momento inició toda una estrategia concebida y dirigida por Villatoro Culebro para recuperar “la plaza”, que logra el 13 de mayo del 2011, al nombrar a Javier A. Luna Mancilla como director encargado, recuperándola en definitiva, al concretar el nombramiento de Ramón Ismael Suárez Sancho como nuevo director a partir del 7 de febrero del 2012. Es cuestión pública y debe decirse que, tanto Luna Mancilla como Suárez Sancho, todos saben, desde hace más de una década, que han sido empleados muy cercanos a Heberto Villatoro Culebro; fieles e íntimos colaboradores, incluso afirman muchos, a niveles de maletín o portafolios.
Durante los meses que Jerónima Toledo Villalobos se desempeñó como directora del CBTIS 92, reveló mediante denuncias públicas dirigidas a las autoridades educativas, de fiscalización, de procuración de justicia, de la Secretaría de la Defensa Nacional e inclusive, y al mismo presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, presuntos malos manejos económicos y posibles corrupciones administrativas y académicas, durante el periodo en que Heberto Villatoro Culebro se desempeñó como director del CBTIS 92. Entre otros, Jerónima Toledo Villalobos destacó la desaparición de pólizas de ingresos y egresos de varios años de la administración de Villatoro Culebro y documentó la probable falsificación de una Cartilla del Servicio Militar Nacional y un certificado de estudios, donde aparece como presunto implicado, según la evidencia hecha pública, Ramón Ismael Suárez Sancho, quien el 7 de febrero fue nombrado nuevo director del CBTIS 92.
Lo que se ha venido exhibiendo, desnudando y exigiendo públicamente frente a las “autoridades competentes”, desde hace más de dos años, es un asunto de muy probables corrupciones e impunidades, posible delincuencia organizada que ha sentado un grave precedente, que hasta hoy, ninguna autoridad ha concluido con la investigación que se merece y urge, y menos han deslindado responsabilidades y aplicado castigo, al contrario, los implicados continúan en sus cargos y pareciera que en cualquier momento serán premiados, como ya sucedió con Suárez Sancho. ¿Por qué tanto abandono oficial, por qué tanto cinismo, por qué tantas complicidades y por qué tanto desprecio institucional hacia un centro educativo como el CBTIS 92?
En el CBTIS 92, las condiciones objetivas y subjetivas ya están dadas para una desestabilización de graves consecuencias, las culpables son las “autoridades competentes” que llevan más de dos años sin escuchar, y quienes pagarán las consecuencias serán los estudiantes, que tienen derecho a recibir una educación científica, crítica, de calidad y gratuita.
Las Autoridades educativas, uniformados y en cantinas toman acuerdos para definir el rumbo de la educación en Chiapas.
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