Para
informar sobre la llegada de Enrique, como familiarmente le
llamó Adrianita, el PRI-VERDE coleto convocó a una
“Conferencia de Prensa” el 29 de marzo, que más bien pareció
una presentación oficial y anuncio público de que Carlos Bermúdez
y Edgar Rosales se tienen mucho amor y de que pronto se unirán en
“matrimonio”.
Nada
trascendente informaron. Se limitaron a presumir y celebrar, como
adolescentes, que regresarán a “Los Pinos”; dejaron claro que su
oficio sólo es acarrear personas; y por más que se simulan amor y
entrega, se nota mucho que no descuidan sus partes íntimas.
Entre
ellos, hoy todas son cortesías, cumplidos, piropos, aplausos mutuos
e insinuaciones traviesas con la vista, las manos y las caderas. Ya
conoceremos los forcejeos “en la cama” y el “divorcio
necesario” cuando se jaloneen por las regidurías, sindicatura,
presidencia, tesorería, dirección de obras públicas, dirección
de policía, dirección de servicios públicos y el SAPAM, entre
otros negocios municipales.
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