El
12 de julio, en México, se celebra el día del abogado, una
profesión y oficio que puede llegar a ser muy noble e importante,
más en estos tiempos de injusticias y abusos cotidianos hacia los
ciudadanos.
Lamentablemente,
la mayoría de abogados, en una actitud absurda, festejan lo que
deberían de corregir:
¿Es
de festejar la manera en que muchos abogados ayudan a los Agentes del
Ministerio Público para extorsionar al presunto culpable o a quien
denuncia un atropello?
¿Es
de festejar la forma en que muchos abogados ayudan a los jueces, para
que “el cliente” se ablande y coopere económicamente lo
suficiente?
¿Es
de festejar cómo muchos abogados trabajan para enriquecer
deshonestamente a las autoridades, y vejar y empobrecer aún más al
indefenso?
¡Felicidades
a los buenos abogados!
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