Algo
de lo que ya se ve o de lo que podría venir con Francisco Martínez
Pedrero. Se debe recordar que Martínez Pedrero inició su
aparición pública/política apoyado por y como presidente de la
Asociación de Hoteles y Moteles del municipio de San
Cristóbal de Las Casas, Chiapas, como ya también ahora la empezó
Carlos Zepeda Trujillo, hijo del empresario panista Francisco
Zepeda Bermúdez. Antes, en el ámbito político, se sabía nada
de Francisco Martínez Pedrero. Por personas que han pasado algunos
años como empleados de él, se puede conocer que su carácter y
actitudes, autoritarias y arrogantes, son muy semejantes a los de un
hacendadito de mediados del siglo XX; que su comportamiento hacia
los demás siempre huele y sabe al de un viejo finquero o al de un
avaro empresario, preocupado solamente por su bienestar y el de su
familia, ocupándose de los otros sólo para que le produzcan
ganancias e incrementen su fortuna personal y la de los suyos. Así
lo expresan y ejemplifican empleados y dependientes que han estado o
están muy cercanos a él. Aunque uno que otro de sus compañeros de
empresa, dice que es bueno para la gestión, que es un dulce y que ha
sabido cuidar el patrimonio heredado. Ya veremos quién tiene la
razón y muy pronto.
Mucho
antes del proceso electoral, ya se decía con frecuencia, que
Francisco Martínez Pedrero tenía la bendición del gobernador Juan
Sabines Guerrero para ser presidente municipal, casi al final de la
contienda se confirmó, cuando entró en aprietos definitorios y se
notó claramente, la mano apresurada y abusiva del gobierno del
estado, atajando feamente a Hugo Pérez Moreno e imponiendo secamente
a Martínez Pedrero. No hubo democracia, sino imposición, y no lo
puso “El Güero”, sino Juan Sabines. Además, solo Martínez
Pedrero no hubiera podido con sus adversarios -Mariano Díaz Ochoa y
Pérez Moreno-, por ello necesitó y encontró apoyo en un par de ex
presidentes municipales, en un político venido a menos con
sobrenombre de ave de carroña, en un sujeto bueno para la alquimia
electoral y en uno más muy conocido por su gran capacidad para la
insidia, la simulación y las marrullerías de todo tipo y aroma,
acostumbrado a comportarse déspota con los de abajo y muy dócil con
los de arriba.
Quien
haya pensado en los nombres para dar forma al próximo Ayuntamiento
priista, los escogió bien, para lo que los necesitan; en su mayoría
ambiciosos, inexpertos, débiles –política y profesionalmente- y
potencialmente manejables. Mucho de lo que está por venir como
gobierno y administración pública municipal, para el municipio de
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, es fácilmente imaginable con
sólo observar y revisar, en quiénes ha recaído el apoyo y la
cercanía de Francisco Martínez Pedrero, personajes a la vista y
ocultos. Hasta ahora, ¿cuáles son los nombres más visibles e
importantes en primera línea, oficiales no tropa?: Sergio Lobato
García, Juan Carlos Bonifaz Trujillo (comiteco), Rolando Villafuerte
Aguilar, Rosendo Santiago Ramírez y César Lazos Álvarez; dos ex
presidentes municipales, dos ex regidores y un político venido a
menos. Lazos Álvarez, regidor en más de una ocasión y con bastante
qué decirse sobre su trayectoria en la municipalidad y como empleado
estatal con varios gobernadores.
Como
sea, en el municipio de San Cristóbal, después de tantos años, los
empresarios retoman el poder político, acuerpados por los
politiqueros. Ahora sí, ellos estarán un poco más tranquilos
respecto a sus intereses e intenciones. En principio, se puede
afirmar que nada novedoso y trascendente, socialmente, hay que
esperar del Ayuntamiento que está por estrenarse el próximo primero
de octubre, aunque el futuro presidente se esmere por vender lo
contrario. A excepción de Roberto Morales Ortega, de antecedentes
bastante malolientes y nada halagadores, en cargos federales y
municipales, el resto del Ayuntamiento priista son analfabetas en
cuestiones de gobierno y administración municipal –empírica y
profesional- y las personas que ocuparán los puestos de dirección,
subdirección, jefes de departamento y de oficina, entre otros
espacios de la futura administración, serán familiares, ex
empleados, conocidos o recomendados directos de Sergio Lobato, Juan
Carlos Bonifaz, Rolando Villafuerte, Rosendo Santiago y César Lazos,
principalmente. Serán ellos, los jefes, quienes manipularán
y aprovecharán a su antojo la nueva administración coleta, y con
ello, al gobierno y sus jugosos dividendos económicos que se pueden
obtener desde el gobierno y la administración pública. Dirigiendo y
controlando las direcciones de Obras Públicas y Desarrollo Urbano,
la de Policía, la de Servicios Públicos, la Tesorería, la
Oficialía Mayor, la Contraloría y el SAPAM, fundamentalmente, y no
descuidando las “atenciones oportunas y suficientes” al “señor
presidente”, oficio en el que varios de ellos son expertos, el
negocio de tres años está asegurado y las respuestas negligentes e
insuficientes hacia los barrios, colonias y comunidades de San
Cristóbal, como siempre, están garantizadas.
Para
ilustrar lo que se ha visto y lo que es altamente probable que venga
como nuevo gobierno y administración local, vale la pena traer a
cuenta algunos detalles que a Francisco Martínez Pedrero se le han
observado en su comportamiento público. Durante el “debate”
municipal, por su tono de voz, genuflexiones y movimientos en
general, mucho se pareció a la conducta de un finquerito de los de
“tienda de raya” frente a sus “peones acasillados”, y guardó
bastante similitud a la de un mal patrón dedicado a la hotelería,
tratando con camaristas, maleteros y cocineras; no transmitió
capacidad, experiencia y predisposición, verdaderas, para ocuparse
de asuntos públicos, por más que finja, no convence. En su
participación, que siempre fue leída, aderezada con algunas
palabras mal pronunciadas en tzotzil, leyó con prisas y atropellos,
fue notorio que él no elaboró el texto y dejó claro que estaba
lejos de comprender lo que leía. Se le nota demasiado que la
sencillez no es lo suyo, que le gana lo autoritario, que lo auténtico
no va con él, que lo generoso no es su fuerte, que su mecha es muy
corta, que no está acostumbrado a dialogar, sino a imponer, que no
sabe escuchar y que le cuesta mucho ver hacia abajo, aunque se
esfuerce en simular.
Igualmente
y durante la entrevista que Hugo I. Robles Guillén le hiciera por la
radio XEWM, posterior a las elecciones, Francisco Martínez Pedrero
dejó ver con claridad que no dimensiona correctamente la realidad
que le tocará enfrentar en el municipio de San Cristóbal de Las
Casas; aborda la cuestión con excesiva ligereza, como lo haría
alguien que equivocadamente piensa que contará con todo o como lo
expresaría un ignorante; despierta demasiadas expectativas, seguro
inalcanzables, que ya luego verá le resultarán contraproducentes;
se ve que no entiende de medir, comparar, razonar y concluir,
antes de hablar; nunca se le ha escuchado maduro y mesurado,
se comporta como si fuera a ser el gobernador y que podría disponer
de todo el dinero para San Cristóbal; olvida o desconoce que son
122 municipios con grandes rezagos y enormes urgencias de recursos
económicos, igual o más necesitados que San Cristóbal de Las
Casas, en una entidad quebrada económicamente en sus finanzas
públicas, entre muchos otros aspectos que él no alcanza a ver o
los evade irresponsablemente.
Francisco
Martínez Pedrero, para empezar, debe corregir urgentemente su
incontinencia y ligereza verbal, que amenazan con meterlo en
problemas muy pronto. También es necesario que modere su acento, ese
que le hace parecer que busca proyectarse como omnipotente,
omnipresente e inmortal, a sabiendas de que no lo es. Francisco
Martínez Pedrero no lo tendrá todo y además, las demandas y
malestares sociales se le incrementarán, las presiones políticas y
de “negocios”, local y estatal, aparecerán, lo distraerán y lo
desgastarán, y al final con el apoyo de Sergio Lobato, Juan Carlos
Bonifaz, Rolando Villafuerte, Rosendo Santiago y César Lazos, más
los que prefieren pasar inadvertidos, como “Don Paquito”,
corre el grave riesgo de terminar igual o en peores condiciones que
los ayuntamientos coletos de los últimos 19 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario