Es importante y válido que
uno haga referencia a lo que acontece en Europa, Asia, África, Oceanía, América
Latina, la República Mexicana o particularmente, en el estado de Chiapas, pero
siempre será más urgente abordar, reflexionar, precisar y proponer sobre lo que
sucede en el municipio de San Cristóbal de Las Casas. Si uno quiere cumplir con
la obligación de participar responsablemente, desde el municipio, donde
interactúa la autoridad inmediata al ciudadano: el gobierno municipal, el
Ayuntamiento, siempre habrá mucho que decir y hacer. Desde la municipalidad
mucho se puede hacer para tratar de incidir en una buena vida y nivel de
bienestar social del sancristobalense, el chiapaneco y el mexicano. Si todos
los mexicanos empujáramos juntos y en la dirección socialmente correcta, desde
las miles de comunidades, municipios y entidades federativas del país, la
fuerza sería indestructible, insuperable y decisiva en la consecución de los
objetivos sociales comunes e inaplazables. Tristemente, hasta hoy, y en su
mayoría, cada uno va por su lado y según sus intereses.
Cada vez que se pueda hay que
decirlo; en este espacio siempre se intenta reflexionar, precisar, proponer y
alertar, pero no con el objetivo de incomodar a la autoridad, insinuarle
dádivas o tratos preferentes, sino con el único interés de llamar su atención
para que razone y rectifique sus olvidos, improvisaciones, malas
decisiones o extraviados esfuerzos. Se
pretende obligarla a que entienda que de ellos depende el bienestar presente y
futuro de la colectividad; que en ellos está depositada la confianza y la
óptima utilización de las capacidades humanas, materiales, naturales y
económicas; y que, quiéranlo o no, son
responsables en las disposiciones y manejo de los recursos del pueblo. Robar,
traficar con el poder, cobrar un salario y no devengarlo, comportarse
frívolamente, ocultar información, corromperse, entre otros extravíos, tienen
que entenderlo, la ley se los prohíbe y les prevé sanciones.
Si con participaciones
puntuales y precisas desde el municipio, se puede hacer mucho en beneficio de
los demás, no hay que perder el tiempo y hay que entrarle decisivamente, con
lápiz y leña. Al 8 de octubre, el nuevo Ayuntamiento de San Cristóbal de Las
Casas, Chiapas, ha efectuado cuatro actos importantes que bien pueden servir
para imaginarnos de qué sabor y con qué
condimentos cocinarán las nuevas autoridades coletas. Los cuatro momentos, hasta el día 8, más sobresalientes
han sido: la toma de posesión realizada el día 30 de septiembre; la primera
sesión extraordinaria del Cabildo, el primero de octubre; el homenaje cívico y
banderazo de salida del nuevo transporte y demás equipo de limpia, y la primera
sesión ordinaria del Cabildo del 2 de octubre. Sobre estas cuatro cuestiones es
necesario destacar algunos elementos de forma
y contenido; para que unos no se vuelvan a repetir, para que otros se
traten de implementar y para que algunos otros, los acertados, si los hubiera,
se mejoren.
De lo bueno, regular o malo
que haya sucedido en estos cuatro primeros actos, es responsable el presidente
municipal, Francisco Martínez Pedrero, pero también son igualmente
responsables, el Síndico y el resto de los Regidores; así hay que entenderlo y
señalarlo siempre, y vale nada eso de “no
me tomaron en cuenta”, “nos
mayoritiaron”, “nos madrugaron”.
Sobre la toma de posesión. Fue evidente la desorganización y el
protagonismo de los niños, las niñas y uno que otro adulto: no consideraron la
capacidad de las instalaciones al calcular el número de invitados; en los
asistentes, no cuidaron que se diera una representación equilibrada entre
habitantes de las comunidades y la ciudad; del área urbana, no previeron que
estuvieran debidamente representados todos los barrios y colonias; con el
“protocolo” que se siguió -fue notorio- se comportaron irrespetuosos y abusivos
con la autoridad que entregaba el cargo (primero debió iniciar la sesión
extraordinaria del Cabildo y no “El
cortometraje” del nuevo presidente municipal).
En la toma de posesión del nuevo Ayuntamiento, a la mamá del gobernador
electo, Manuel Velasco Coello, que anunciaron venía en su representación, la
dejaron arrumbada en cualquier silla, no le previeron la recepción pertinente y
olvidaron ubicarla en el lugar que correspondía a la investidura de su
representado, ni siquiera la colocaron
en las primeras 6 filas (permanecieron más cerca del presídium los
familiares de las futuras autoridades y todos aquellos y aquellas que andan
buscando empleo); y el discurso del
presidente municipal que se estrenaba, fue desordenado en su forma; pobre e
insípido en su contenido. Intrascendente en lo político y en lo técnico. No
ofreció y menos transmitió conocimiento puntual y completo -metodológicamente
correcto-, sobre la problemática y capacidades de la ciudad y el campo
sancristobalense. Desaprovechó su primera gran oportunidad para hacer sentir el
conocimiento que tiene de la realidad municipal. No todo es turismo, servicios
públicos y negocios.
Sobre la primera sesión extraordinaria del Cabildo. El presidente
municipal, síndico y regidores, se condujeron como ignorantes de la Ley
Orgánica Municipal y dieron la impresión de que desconocen que en el municipio
de San Cristóbal, existe un reglamento interior del Ayuntamiento. En ninguna
pared de la sala del Cabildo colocaron la fecha y menos escribieron que era la
primera sesión extraordinaria del Cabildo; no propiciaron razonamientos
juiciosos; atropelladamente hicieron los primeros nombramientos; aun cuando la
sesión fue pública, a ninguno de ellos se le ocurrió, aunque sea por cortesía y
para vestirse, invitar a que el
público asistente participara con opiniones o comentarios (los hubiera habido,
les hubiera servido, los hubiera vestido y los hubiera proyectado como,
positivamente, diferentes a anteriores gobiernos; fueron sordos, insensibles y autoritarios. Lástima); por usos y costumbres desarrollaron la
reunión; y, salvo las tibias y tímidas participaciones de los regidores Sánchez
Guerrero y Pérez Jonapá, nadie parecía entender que estaban en una sesión del
Cabildo, que son el Ayuntamiento, la primera y máxima autoridad del municipio,
y que es su obligación participar
responsable y comprometidamente, proponiendo, preguntando, deliberando,
asumiéndose como auténticos representantes populares. Nunca lo hicieron,
permanecieron como engentados,
somnolientos y lo que es peor, se percibió que la mayoría de ellos no
entiende de qué se trata y menos saben cómo conducirse.
Sobre el primer homenaje cívico y banderazo de salida del nuevo equipo
de limpia adquirido a crédito. De nueva cuenta, hizo falta que en algún
lugar colocaran unas letras donde se dijera qué fecha era y de qué actividad se
trataba; otra vez, el presidente municipal desperdició la excelente oportunidad
para transmitir conocimientos, capacidades, habilidades y compromisos para con la sociedad (aunque
hable gritado, suena hueco, y sus conceptos huelen, saben y tienen el cuerpo de
la vieja retórica priista); sus compañeros de Ayuntamiento chachalaqueaban por otro lado, mientras los buscachambas, un poco más y los quitan del presídium
(informalidades y desorden fue la firma y sello); y si revisan las
videograbaciones que debieron haber tomado ese día, deben entender que el
militar que les acompañó en el presídium, no merecía que le dieran la espalda
por tanto tiempo, y menos que dieran la impresión de que, por momentos, todos
lo ignoraban. Corríjanlo o para la próxima les mandarán un soldado raso.
Sobre la primera sesión ordinaria del Cabildo del 2 de octubre.
Mucho hay qué observar, pero por cuestiones de espacio hoy solamente se dirá
que iniciaron incumpliendo lo que
establece el Art. 45 de la Ley Orgánica Municipal que dice: “en la primera sesión ordinaria que celebren
los ayuntamientos, se integrarán entre sus miembros, las comisiones que sean
necesarias para la eficaz organización administrativa interna y el mejor
desempeño de las funciones atribuidas a la corporación municipal”. El 2 de
octubre, olvidaron, no quisieron o no pudieron nombrar a las 13 comisiones que
debieron de haberse constituido por ley, ese día. Ayuntamiento coleto, no olviden aquello que dice “lo que mal inicia, peor termina”.
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