Hace 12 años, con el ex
gobernador Pablo Salazar Mendiguchía, la
canción sexenal fue “Uno con todos”.
Al concluir ese gobierno, quedó claro que había sido “Uno contra todos”. Ya después, se convirtió en “Todos contra uno” y lo llevaron a la
cárcel.
En los últimos 6 años, con el
ex gobernador Juan Sabines Guerrero, la
canción del sexenio fue “Son hechos,
no palabras” y ya es evidente que fueron “Malos hechos y puras palabras”. Ahora hay que esperar si deciden
también llevarlo a un reclusorio o si se conforman con encarcelar solamente a
alguno de sus parientes o amigos.
Hoy, con el gobernador Manuel
Velasco Coello, llegó la melodía “Chiapas
nos une” y ya podría uno preguntarse y preguntar muy seriamente: ¿las
miserias de miles y las riquezas de muy pocos, unen?, ¿el abandono de miles y
la sobreprotección a unos cuantos, unen?, ¿de dónde une?, ¿en qué une?, ¿cómo
une? Hablar de unidad en un estado donde prevalecen las desigualdades sociales,
suena a burla o a chascarrillo. Quizá la política entienda de sarcasmos, pero
la realidad de la gente no.
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