Ahora los constructores
dan trato de delincuente al ex gobernador Juan Sabines Guerrero; ayer se le hincaban.
Ahora profesionales de la abogacía
quieren en la cárcel a Juan Sabines; ayer
lo deseaban en su mesa.
Ahora presidentes
municipales se quejan sobre desmanes cometidos por Juan Sabines; ayer le decían “mi gobernador”.
Ahora diputados y senadores
tratan como rufián a Sabines Guerrero; ayer
le expresaban “con su venia, mi señor
gobernador”.
Ahora los teléfonos
celulares que marca Juan Sabines, lo mandan a buzón; ayer le contestaban de inmediato “mándeme, mi señor”.
Ahora con todo esto, debe
aprender Manuel Velasco Coello que quienes hoy le untan miel, mañana le
aventarán sal.
Ahora urge que el
gobernador Velasco Coello, formalmente, informe al pueblo de Chiapas las
condiciones en que recibió la administración pública por parte de Sabines, o
quedará como cómplice; aunque ayer le haya llamado “compadre”.
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