El gobernador de Chiapas, Manuel Velasco
Coello, no tiene quién lo despierte,
quién lo oriente y quién le escriba. Si
esto no fuera cierto, desde hace 40 días ya se estaría comportando como un genuino
Gobernador Constitucional del Estado, no andaría perdiendo el tiempo en
apariciones frívolas. Sin titubeos, ya estuviera dando los primeros pasos importantes
como titular del Ejecutivo Estatal y ya hubiera abandonado los comportamientos
propios de un político en campaña. Si el gobernador tuviera quién lo orientara,
para bien, ya se tendría conocimiento de reuniones de trabajo municipales,
regionales y estatales, donde estuviera conociendo, analizando y acordando
acciones urgentes para el campo, las ciudades y los municipios, que están
generalmente, en una verdadera desgracia, en todos los sentidos. No anduviera
en giras de trabajo que apenas medio
sirven para que se deje ver y acariciar,
y luego difundir fotografías acompañadas de contenidos bofos y forzados. Si el gobernador tuviera quién le escribiera,
sus comunicados de prensa oficiales no
darían la impresión de que lo escriben con las pezuñas y sus enemigos, sino
colaboradores leales y eficientes.
El gobernador Manuel Velasco Coello está solo
o muy mal acompañado, porque a 40 días de
que tomó posesión del cargo, por sus acciones y resultados, los
chiapanecos aún no sienten ni tienen la certeza de si va a continuar,
inmediatamente, en campaña política por algún otro cargo de “elección popular”,
o si se va a poner a trabajar como gobernador de Chiapas, con planes, programas
y proyectos formales y trascendentes que
beneficien, directamente y con urgencia, a los millones de chiapanecos a los que
desde hace décadas los vienen engañando con que “Ya llegó por quién soñaban” y resulta, como dice la canción, que “Ya llegó el aventurero”. Si Manuel
Velasco Coello no estuviera solo y sí bien acompañado para trabajar por los
chiapanecos, ya transmitiría confianza, seguridad y carácter para enfrentar la
realidad chiapaneca; no se le observarían indecisiones, trastabilleos, timidez
para ejercer el cargo, evidente vacío de poder, rectificaciones apresuradas,
nombramientos desafortunados y movimientos infantiles de los cuales debe
mantenerse alejado un gobernador. Está faltando pulso, liderazgo, timón, bujía
y brújula, para empezar.
El gobernador Manuel Velasco Coello está solo
o muy mal acompañado. Si esto no fuera cierto,
cuando menos ya tendría a su propio gabinete legal y ampliado, totalmente
integrado, cohesionado, interiorizado en la problemática, trabajando en equipo
y transmitiéndole conocimientos confiables, visión clara, sensibilidad social y
argumentos sustantivos para que el gobernador
Manuel Velasco Coello se dedicara a tomar decisiones trascendentes, con
implicaciones de impacto social. Un
gabinete que le permitiera al gobernador hacer sentir que ya hubo cambio de
gobernador, que ya llegó uno talentoso y
juicioso; pero sobre todo, con sus acciones en estos primeros 40 días, uno
que es capaz de convencer que en Chiapas ya no se continuará con gobiernos
irresponsables; que no seguirá haciendo negocios desde las diferentes áreas de
gobierno, dejando claro de que ya no se continuará traficando con el poder
político, de que, para bien o para mal, mandará él y no muchachos fuereños o su
familia. Si Manuel Velasco Coello no
estuviera solo o mal acompañado, ya le hubiera bajado totalmente a todo lo
que todavía huele a campaña política
recalentada, y emitiría señales
diarias de que se esfuerza cotidianamente por construir la cimentación de todo
lo que ofreció durante sus 12 años de campaña política para llegar a la
gubernatura chiapaneca.
El gobernador Manuel Velasco Coello está solo
o muy mal acompañado. Si esta apreciación
fuera incorrecta, no sería evidente que está tratando de tapar la gran deuda
económica que le heredó el ex gobernador Juan Sabines Guerrero, haciendo que la
paguen quienes nada tienen qué ver con la quiebra económica de Chiapas. Si el gobernador Manuel Velasco Coello no
estuviera solo o muy mal acompañado, ya tendría rindiendo declaraciones
ministeriales a “Los Nemesios”, “Los Perkings”, los ex Secretarios de Hacienda,
los ex Funcionarios de “Ciudades Rurales”, los paleros en eso de los “Biocombustibles”, los ex Secretarios de
Infraestructura, los ex Secretarios del Campo, los instrumentadores de los
negocios con los artistas, los que utilizaban al transporte aéreo del estado de
Chiapas para distraerse o para obtener beneficios personales inconfesables.
El gobernador Manuel Velasco Coello está solo
o muy mal acompañado. Si no fuera así,
también ya estarían rindiendo declaraciones ministeriales todos aquellos y aquellas
que disfrutaron atropellando los derechos humanos de los chiapanecos; todos
aquellos que con recursos públicos,
pagaban para que los medios impresos y electrónicos le construyeran al
gobierno de Juan Sabines Guerrero, una imagen de creativo, honrado, estadista e
iluminado. Si el gobernador Manuel
Velasco Coello no estuviera solo o muy mal acompañado, ya tuviera
presentados ante la Procuraduría General de Justicia del estado o la PGR, a
quienes presidieron las mesas directivas del Congreso Local, del 2006 al 2012,
e inmediatamente después, a la actual; y
en calidad de presentados ante la autoridad competente, para empezar, a los ex
presidentes de las Comisiones de Hacienda y Vigilancia, de los Congresos en
cuestión. Además de los 240 presidentes municipales y síndicos que muy
probablemente están implicados en ilícitos, desde los sencillos, hasta los que
tienen color de delincuencia organizada.
El gobernador Manuel Velasco Coello está solo
o muy mal acompañado. GOBERNADOR, está
fácil y a tiempo: primero, integre urgentemente,
pero con mucho cuidado, un verdadero equipo de trabajo, capaz, sensible,
comprometido con los chiapanecos, y que a marchas forzadas le den forma
confiable, fisonomía propia, objetivos posibles y fondo social, con
urgencia, a creíbles planes y programas
de gobierno 2012-2018; segundo,
búsquese a unos buenos barrenderos,
para que le quiten toda la basura humana que ya se le ha acomodado a su
alrededor; tercero, acéptelo ahora y
no deje para después, que ha tomado decisiones muy desafortunadas al nombrar a algunos
funcionarios de su gobierno, corríjalo, hay maneras, y ya deje de tomar decisiones con corazón y
cabeza ajenas; cuarto, ármese de
valor -nada pasa- organice su primer
círculo con hombres y mujeres honestos, con experiencia, de trabajo, con mística de servicio y que
verdaderamente les preocupe la construcción del bien común, y ya asúmase como gobernador de Chiapas; y
quinto, GOBERNADOR, para evitar que
se siga pensando que solamente se
dedicará a encarcelar a presidentitos municipales, nombre ya al
equipo especial de su total confianza,
que se ocupará de ya no agarrar charales,
sino que irá por “Langostinos”, “Robalos”, “Camarones de Exportación” y todos aquellos peces de buen tamaño,
engordados en los últimos años. Si le buscan detenidamente, hasta podrían traer
a rendir cuentas al vividor Magdy
Martínez Solimán, el de la ONU que todo le festejaba, aplaudía y cobraba
bien, al ex gobernador Sabines Guerrero.
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