“EL AUSENTE”. Como
dice una canción, “Ya llegó el que andaba
ausente, se le concedió volver”.
Sí, pero esto provocó ardores hasta en las partes más íntimas de “los lolitos” y lelitos del ayuntamiento coleto, y “los lobatitos” que aún se sienten dueños de “La plaza San
Cristóbal”. Se ignora quién dispuso darle una nueva oportunidad a Mariano Díaz Ochoa, pero es evidente
que la parcela política usufructuada hasta hoy por “Lolitos y lobatitos” se achica, se alterará sensiblemente y los
acomodos no serán discretos, ni menores. Sólo hay que esperar. A ver de qué bocas
sale más saliva y qué abrazos producen más.
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