Piensa, Prensa y Pega.

14 de mayo de 2015

EL MAESTRO




Al maestro y a la maestra, de pizarrón, piso y prisas por el aprendizaje cabal y comprometido, hay que reconocerlo y felicitarlo.

Al maestro y a la maestra, que enseñan a ver, a comprender y a comprometerse a  desterrar las injusticias sociales, no es necesario construirles monumentos, basta y sobra con imitarles puntualmente, recordarlos con algún hecho, dedicarles alguna acción e intentar siempre multiplicar sus enseñanzas, transmitir su humildad.

Al maestro y a la maestra que enseñan cómo escuchar y cuándo hablar, para aprender y participar comprometidamente, no es necesario celebrar su día, es una obligación RECONOCER su esfuerzo, emular su comportamiento. 

Al maestro y a la maestra que entienden su misión, que comprenden su función y que su palabra y pluma sirven para formar conciencias y no para deformar realidades, merecen reconocimiento eterno y el sentido aplauso.

Al maestro y a la maestra que prestan el lápiz y cuaderno, alquilan la pluma, rentan la palabra y se ofrecen para engañar, ocultar, tergiversar, atontar, adormecer o entretener, HAY QUE EXHIBIRLOS, SEÑALARLOS Y ECHARLOS. Nada de festejos, ningún reconocimiento.

No hay comentarios: