Piensa, Prensa y Pega.

21 de mayo de 2015

Reflexiones y Precisiones

“Chiapas empieza a cambiar de rostro”


A los empleados del gobernador chiapaneco, Manuel Velasco Coello, y a él mismo, a dos años de estar viviendo, abusando y disfrutando de los recursos del pueblo, ya les entró la prisa por empezar a gritar lo que quisieran ver en Chiapas, eso que debido a su ineptitud y ausencia absoluta de responsabilidad no han podido siquiera imaginar, mucho menos construir: una fisonomía humana, de igualdad y justicia, a la realidad social, económica, política y cultural de los hombres y mujeres del estado fronterizo con Centroamérica.

Ahora resulta que los funcionarios, amigos y admiradores del “Güero”, ya acordaron decir una mentira más, una abierta provocación a los ciudadanos conscientes, que “Chiapas empieza a cambiar de rostro”, como si ya se estuviera mejorando la situación de abandono e improductividad, lastimosa, en la que medio sobreviven los habitantes de las áreas rurales; como si no se dieran cuenta de que las condiciones de inseguridad, crecimiento anárquico, insuficiencias en los servicios públicos, desempleo y muy visible subempleo, cada día se agrava más y amenaza con una incontrolable desestabilización social. 

 

“Chiapas empieza a cambiar de rostro” vociferan todos aquellos y aquellas que buscan agradar al gobernador Velasco Coello, para que les dé una caridad o limosna en forma de regiduría, sindicatura, alcaldía, diputación local, legislatura federal o algún espacio dentro de los poderes ejecutivo, legislativo o judicial, ahora con los acomodos y enroques  que se están dando en el escenario político y administrativo de Chiapas; esa es la intención de fondo y no una apreciación fundada, seria y de verdadera mejoría en la realidad cotidiana de los chiapanecos. Solamente un ciego, sordo o analfabeta en cuestiones de oficio político, es capaz de afirmar a gritos -como desequilibrado mental- que “Chiapas empieza a cambiar de rostro”. Lo que sí es cierto es que “Chiapas empieza a cambiar de manos”: ya no está en las manos de Patrocinio González, Eduardo Robledo, Roberto Albores, Pablo Salazar o Juan José Sabines Guerrero, ahora está en las manos y hasta en los pies de MANUEL VELASCO COELLO Y LETICIA COELLO GARRIDO, quienes vienen haciendo y deshaciendo con los recursos naturales, materiales, humanos y económicos del pueblo; solamente eso es visible, insultante y tremendamente desastroso en el presente y para el futuro de los más de 4 millones de chiapanecos.

 

“Chiapas empieza a cambiar de rostro”. Ahora bien, si los escribanos del gobernador y su mamá, si los paleros de mamá e hijo, con esta expresión intentan sintetizar la grave y muy preocupante explosión social que se avecina, que está por incubarse y a punto de asomar con “NUEVO ROSTRO CUBIERTO” en cualquier momento, tienen toda la razón. Chiapas únicamente estará en condiciones de “cambiar  de rostro” cuando terminen de unirse todas las inconformidades de los campesinos, cuando terminen de juntarse los chiapanecos atropellados en sus derechos humanos, cuando concluyan de unir sus fuerzas los inconformes con las arbitrariedades cometidas por los ayuntamientos, cuando se junten todos los olvidados y manipulados por el gobierno del Estado y de la República, cuando logren juntarse todos los corajes y rencores acumulados, sólo entonces, Chiapas cambiará de rostro, de cuerpo, de alma y en sus sentimientos, ni antes, ni después. Lo demás son niñerías verdes o moradas, principalmente. 

 

“Lo mejor está por venir”

Esta es otra frase de la que también ya están echando mano los colaboradores y hasta la ayudantía del gobernador Manuel Velasco Coello y su mamá, Leticia Coello Garrido. Presuntuosos y cínicos, con seguridad se refieren a quienes hoy se dedican al jueguito de hacer politiquería, gobierno y administración pública en Chiapasa aquellos y aquellas que ya ven venir mejores condiciones para continuar engañando, robando, simulando trabajar por el bien de los chiapanecos y sintiéndose “dioses de día y demonios de noche”. Esos “mejores tiempos” que a los habitantes de la entidad no les servirá para nada bueno, no los beneficiará, esos “mejores tiempos” para la clase política y económica en el poder, que solamente utilizará para dos cuestiones: enriquecerse más con los recursos del pueblo e intentar construir las condiciones de todo tipo que necesitan para eternizarse en el poder, como lo han buscado la mayoría de los ex gobernadores sin lograrlo del todo. 

 

Ambiciones y decepciones

Estamos a muy pocos días de conocer el resultado del manoseo político que en Chiapas se ha venido dando en los últimos 29 meses, desde que asumieron el cargo de gobernadores, Manuel Velasco Coello y su mamá, Leticia Coello Garrido. Desde cuándo los hombres y las mujeres dedicados a la politiquería, decidieron empezar a invertir saliva, sudor y salidas, para agradar a los gobernadores. 

Llevan, los politiqueros, más de dos años fingiendo obediencia, lealtad, cariño y capacidad para responder a las encomiendas de sus amos. Dos años intentando ganar cariño, una gracia, una sobada de lomo o una sonrisa que en tiempos electorales se convierta en regiduría, sindicatura, alcaldía, diputación local, legislatura federal o algún cargo en la administración pública de cualquiera de los tres poderes. En cuestión de días, se sabrá quiénes lograron su objetivo, a quiénes les creyeron lo que fingieron, a quiénes les pagarán la dignidad sacrificada, la intimidad ofrendada y a quiénes más, únicamente, les jugaron su cabecita, sólo los utilizaron para antojos, caprichos y deseos insatisfechos de la pareja gobernante. 

No falta mucho para conocer los nombres de aquellos y aquellas que muy pronto serán nombrados, formalmente, empleados de los gobernadores de Chiapas, Manuel y Leticia. Formalmente, servidumbre del gobernador Manuel Velasco Coello y Leticia Coello Garrido, no otra cosa y mucho menos verdaderos representantes populares, legisladores del pueblo, promotores de desarrollo y bienestar social. Personas que debieran ocuparse, desde el Congreso de la Unión, desde la Legislatura Local o desde un Ayuntamiento, en resolver las necesidades sociales insatisfechas o el futuro de las mayorías, para nada, solo se tratará de la terminación de algo así como una gran función de circo -al que llaman proceso electoral-, de donde al final saldrán escogidos los mamíferos más dóciles y mansos, los payasos más graciosos, las bailarinas más bonitas o mejor formadas, las trapecistas más atrevidas y los magos más hábiles, para lo que se necesite desaparecer. Todo es únicamente esto y muy pronto se conocerá, para alegría de unos y coraje de otrosEn nada ayuda a la sociedad y el costo se sufraga con recursos del pueblo.

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