Ya los titulares de los poderes ejecutivos, en sus tres niveles, no encuentran la forma de cómo esconderse del pueblo engañado, saqueado y atropellado en sus derechos. Ahora, con motivo de las fiestas patrias, no se midieron, se pasaron dirían los chavos, y le metieron mano hasta el equipo de sonido que utilizaron, cada uno de ellos, para transmitir su grito de dependencia.
Si le pusimos la debida atención al GRITO del presidente Enrique Peña Nieto, fue tanta la manipulación a su voz que no tiene parecido con la del Ejecutivo Federal, más bien se asemeja mucho a la de un MEROLICO DE PUEBLO,intentando vender y engañar con sus baratijas.
Si le pusimos la debida atención al GRITO del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, mejoraron tanto su voz que pareció que se estaba frente a un VARONIL cantante de música de banda, arengando para que le aplaudieran.
Si le pusimos la debida atención al GRITO del Alcalde Coleto, Roberto A. Morales Ortega, pareció la de un descompuesto JEFE DE MESEROS, borracho, ofreciendo sus bebidas y urgiendo su respectivo pago.
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