El Machucón

Magddy Martínez Solimán, representante de la ONU en México, parece esmerarse en aparecer como el gran amigo del gobierno de Chiapas; hoy, dentro de sus oficinas tiene la oportunidad, “gratuita”, de trabajar y mostrarse como eficiente funcionario de la ONU y verdadero amigo de miles de chiapanecos pobres. Magddy Martínez Solimán, seguro, ha estado detrás de los hechos del gobernador de Chiapas con Guatemala, Honduras, El Salvador, Dinamarca, Naciones Unidas y Harvard, entre otros, y ha tenido que ver con distinciones, reconocimientos y condecoraciones de todo tipo, ahora, ojalá también sepa sentarse y atender a campesinos, porque si no, puede resultar el peor damnificado. Si aspiramos con fuerza, algo muy raro se percibe en el ambiente, todo muy parecido a los olores de la juncia y el incienso de los meses previos al conflicto armado de 1994 y la masacre de 1997. ¡Cuidado!, ni en los momentos más difíciles del conflicto armado de 1994, entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno federal, ni cuando la masacre de Acteal, tuvo presencia la ONU; hoy la OCEZ, sus padecimientos, desesperación y creatividad, hicieron que en un movimiento maestro se pusieran a la sombra de la ONU. No es un salto pequeño e intrascendente, ya se verá. Ahora sí, con la ONU en la mesa de negociaciones, un descuido menor bien puede dar para zarandear a un Presidente de la República, asistir al funeral de un Secretario de Gobernación y enterrar a un Gobernador. Con actos criminales, ¿No querrán desaparecer, políticamente, a algunos?. Ah, ¿No será que buscaron a la ONU porque Magddy anda demasiado inmiscuido en las acciones e imagen del Gobierno de Chiapas?.