Piensa, Prensa y Pega.

1 de agosto de 2012

Reflexiones y Precisiones






 Quién sabe si “El Güero” Velasco, gobernador electo de Chiapas, y su equipo asesor, estén dimensionando y dándose cuenta del tamaño y la verdadera complejidad de la problemática chiapaneca que ya existe y la que les está por venir en los próximos 6 años. Quién sabe si “El Güero” alcance a ver y a sentir el grado de explosividad social latente en la entidad y que le podría explotar en las manos. Quién sabe si Manuel Velasco Coello alcance a comprender que el buen tratamiento a los problemas de Chiapas, no sólo es cuestión de más y puro dinero y amistad con el presidente de México. Quién sabe si Velasco Coello comprenda que no es lo mismo integrar un grupo humano para emprender una vistosa y ruidosa campaña política, que dar forma a un equipo de trabajo, honesto, profesional, sensible, sencillo y comprometido a desarrollar acciones de buen gobierno y administración pública, en beneficio de los intereses de las mayorías necesitadas de todo, empezando por autoridades capaces, confiables y creíbles.


A un mes de efectuadas las elecciones en Chiapas, donde en una operación de Estado hicieron surgir como gobernador electo a Manuel Velasco Coello, él está dando la impresión de que no se ha dado cuenta y que sus asesores no lo saben conducir con responsabilidad y respeto: por un lado, el contenido de sus discursos acompañados de gráficas no recientes, donde él está frente a multitudes, que manda a publicar y se conocen por los medios de comunicación, sigue siendo el de un candidato en campaña que busca el voto del electorado y no el de alguien que en pocas semanas habrá de asumir el cargo de gobernador del estado; por otro lado, “El Güero”, pudiendo ser mesurado y propiciar ya desde ahora la gradual e inteligente distancia con el gobernador Sabines, que ya se va, está dando la impresión de que aún busca constantemente cómo agradarle, agradecerle y manifestarle admiración y reconocimiento a su buen desempeño gubernamental, frente a una realidad chiapaneca que le exhibe y denuncia resultados con sabor a fracasos y aroma a atropellos, sazonado con endeudamientos abusivos, obvios malos manejos de los recursos públicos e irresponsabilidades administrativas, por donde se le busque.

Por lo que deja ver y se le puede escuchar, “El Güero” Velasco no tiene conciencia plena de la magnitud de la problemática social y económica a la que se enfrentará, y no porque carezca de la información necesaria, sino porque él y su equipo asesor, por cuestiones de formación y clase social, están lejos de comprenderla. También, “El Güero” está dando la impresión de que mucho de su futuro político y como gobernador, únicamente lo está fincando en la buena relación y en los probables voluminosos apoyos que pueda obtener de Enrique Peña Nieto, que si otra cosa no sucede, podría ser el próximo presidente de México. No dimensionar responsablemente el tamaño, la complejidad y la profundidad de las injusticias sociales que determinan hoy la realidad chiapaneca, y aspirar a éxitos trascendentes en los próximos 6 años, apostando todo, exclusivamente, a las buenas relaciones públicas y privadas con Peña Nieto, seguro se puede adelantar que solamente lo conducirán a repetir los mismos errores de otros gobernadores y a cosechar iguales frutos; mal madurados, madurados con “químicos” o podridos, los que constantemente luego tienen que “inflar”, disfrazar o embellecer, utilizando con todo a los medios de comunicación que siempre están en condiciones de cobrar por callar y cobrar para hablar. La complicidad y complacencia como negocios mutuos.

Después de las elecciones estatales de hace un mes y ante las evidencias abundantes, se puede decir que al “Güero” Velasco le supieron estructurar su equipo y la logística para su campaña. Todos los recursos humanos, materiales, económicos y los necesarios y oportunos desde la “Procuraduría de Justicia” de Chiapas, estuvieron al servicio de Manuel Velasco. Y a él como gobernador electo próximo, de igual manera, quien pensó y puso a su servicio todo el poder del estado para hacerlo gobernador, indudablemente, ya se apresta para cobrarle, ya también está pensando lo suficiente para proteger el gobierno que heredará y tratando de ocupar las posiciones estratégicas necesarias en la administración de Velasco Coello, que le permitan continuar ejerciendo el mayor poder político y económico, posibles. “Don Juan”, para empezar, ya le deja como herencia al “Güero”: 122 ayuntamientos que él escogió o dio su anuencia; 41 Diputados Locales, un Congreso del Estado más identificado con Juan Sabines que con Velasco Coello; 12 Diputados Federales que en su mayoría saben que se deben más a Sabines que a Velasco; y 5 Senadores por Chiapas que tienen claras las “facilidades” recibidas de Sabines y su deuda con él, antes que con “El Güero”. El gobierno y administración de “El Güero”, en síntesis, iniciará mayormente, con equipo ajeno y las indisposiciones y dificultades que ello pudiera llegar a generar. Además, no hay que olvidar ni perder de vista que, más de un Secretario de Estado del gobierno “Güerista” será claramente “Sabinista”.

A las implicaciones desfavorables para hacer buen gobierno y administrar bien una entidad, que pudiera tener al iniciar con equipo humano de otro gobierno, habría que agregarle que “El Güero”, al igual a lo que han experimentado pasados gobernadores, tampoco resistirá la tentación o antojo de incurrir en la práctica de traer de fuera a su grupo de trabajo íntimo, el más cercano –los que le endulzarán el oído y, si lo consideran, le taparán los ojos-, con la intención de que le ayuden a visualizar los problemas, a tomar decisiones, a ejecutar las acciones que se dispongan o a sobrellevar las tensiones que surjan. Con estos dos ingredientes, demasiado adversos, equipo ajeno por todos lados y fuereños asesorando y ejecutando, al “Güero” no le irá nada bien y a los chiapanecos sólo puede esperarles lo mismo de siempre, con tendencias a empeorar. Iniciará un nuevo sexenio político y administrativo, por un lado, cómo los Sabinistas buscarán continuar aprovechándose del cargo, y por otro lado, veremos a fuereños, muy apurados en la exploración y aventura con Velasco Coello, tratando de acostumbrarse y aprovechar, lo más pronto posible y de la mejor manera, la realidad que le presentarán municipios como Chanal, Chalchihuitán, Chamula, Siltepec o Zinacantán, entre muchos otros, que distan mucho parecerse a las populosas zonas residenciales de Polanco, Las Lomas u otras similares de la ciudad de México.

Manuel Velasco Coello no la tiene fácil y ya da sobradas muestras de no darse cuenta: continúa comportándose como candidato en campaña y a un mes de las elecciones, aún no se asume, responsablemente, como gobernador electo. Debería ya dar señales claras de que está trabajando para asumir su responsabilidad, y en lo posible, hablar menos y bajarle a su publicidad de contenido electoral. Durante su campaña política, “El Güero” habló de todo y se comprometió con todos. Con quienes tuvo encuentros, contrajo el compromiso de construir un mejor Chiapas: escuchar, entender, atender, gobierno plural, incluyente, cercano y sensible a la gente. No son pequeñeces ni fáciles de concretar estos ofrecimientos, enormes fueron las expectativas despertadas y alimentadas por Manuel Velasco Coello. NO LA TIENE FÁCIL, no parece darse cuenta, y lo más grave es que ya da la impresión de que le preocupa más qué cargo federal podría seguir después o a partir de la gubernatura, qué puede conseguir utilizando a Chiapas, a la pobreza y al abandono de los chiapanecos. A lo mejor ahora se le antoja la Secretaría de Gobernación o de una buena vez, la Presidencia de la República.

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