Piensa, Prensa y Pega.

8 de agosto de 2012

Reflexiones y Precisiones


Se publicite o no, quienes se encuentran ejerciendo el poder en los gobiernos de la república, del estado de Chiapas y del municipio de San Cristóbal de Las Casas, ya se preparan, angustiados, para entregarlo; y aquellos que resultaron “ganadores” se aprestan jubilosos para recibirlo. Las  entregas-recepciones, formal o informalmente, ya dieron inicio. En el gobierno de la república, ya se dejan ver los probables nombres de los que serán los hombres más poderosos después de Enrique Peña Nieto, si logra tomar posesión del cargo; ya se dan elementos para suponer con bastante certeza, quiénes podrían encargarse del manejo de la economía, de la política interior, de la procuración de justicia y de cuidarle el maletín y administrarle la agenda, pública y personal, a Peña Nieto.

En el estado de Chiapas, ya se dio a conocer  por todos los medios de comunicación al servicio del gobierno del estado,  que la transición ya inició, sin embargo, hasta hoy,  todavía no dejan ver con claridad los nombres y apellidos que irán a la cabeza en la recepción del gobierno que presidirá “El Güero” Velasco. Los que se atreven  a especular,  por curiosidad, necesidad de empleo político o administrativo, o ansiedad por hacer negocios, suponen equivocadamente que habrán de estar en la administración del gobierno “güerista”, todos aquellos que se movieron alrededor de él durante la campaña política. No será así, no alcanzará para tantos y tontos, sólo estarán en la administración de “El Güero”, mayormente, quienes acuerden la clase política estatal y nacional, de todos los colores;  los recomendados de los empresarios  que aportaron más recursos; los  escogidos y promovidos por el gobernador Sabines; algunos, muy pocos, que hicieron campaña con Velasco Coello;  y no faltará uno que otro impuesto directamente desde el centro del país, sin que él pueda negarse.

Ya se dijo que en los municipios de Chiapas iniciaron los trabajos previos para la entrega-recepción de las administraciones locales.  Particularmente en el municipio de San Cristóbal de Las Casas, poco se conoce y no es casual. En gran parte, se debe  a que a los grupos político y económico municipales, les está costando bastante trabajo ponerse de acuerdo, y el presidente municipal electo titubea no poco para tomar decisiones “consensadas”. Los políticos que conocen bien cuánto produce “la plaza” quisieran todo y un poco más; y los empresarios  que le invirtieron desean la suficiente holgura para recuperar su inversión, acumular ganancias y un excedente adicional que les permita capacidad económica para volver a invertir en el próximo proceso electoral.  Además y al mismo tiempo, el presidente municipal electo, Francisco Martínez Pedrero, siente tener todo el derecho para nombrar a las personas de su mayor confianza y a quienes “El Güero”  o  sus más cercanos, les sugieran o impongan.

Por todo lo anterior, los que debieran todavía no han cumplido plenamente con lo que establecen las normas para la entrega-recepción y entre otros, no han dado a conocer, públicamente, como es su obligación,  los nombres y apellidos de todos los que acompañarán a los miembros del Ayuntamiento electo durante el proceso de entrega-recepción, los que junto a los ediles, deben de responsabilizarse del proceso de transición, quienes podrían ser futuros funcionarios municipales, aquellos que deben de identificarse urgentemente con cada una de las áreas que constituyen el conjunto de la administración pública local, entre otras:  Secretaría del Ayuntamiento; Secretaría Técnica;  Tesorería; Contraloría; Obras Públicas y Desarrollo Urbano; Servicios Públicos; Policía, Tránsito y Protección Civil; Oficialía Mayor; SAPAM; DIF, etcétera.

¿Para qué debe servir y para qué se utiliza, comúnmente, el proceso de entrega-recepción? Por “costumbre y tradición”, los que entregan lo aprovechan para distraer al público y crear una nube de humo alrededor de sus fracasos, ocultar sus incumplimientos o respuestas a medias y mostrar exageradamente sus “logros”; y quienes reciben, antes que aprovecharlo para interiorizarse en la realidad política y administrativa por venir, se dedican a buscar, con urgencia, qué facilidades puede ofrecerles su posible ocupación futura, para mejorar su vida y sobrealimentar sus excesos,  para promover transacciones comerciales prometedoras, para multiplicar su patrimonio personal y familiar,  para politiquear e intentar eternizarse en la política, en la administración o  en ambas opciones combinadas, que les garantice hacer negocios, dinero y afianzar y multiplicar el poder. También no faltan, además, quienes aprovechan la transición sólo para ver si ahí pueden encontrar pareja sentimental.

El proceso de entrega-recepción, en muy poco o casi nada, se le aprovecha para lo que fue concebido originalmente: conocer el estado real que guarda la administración y el gobierno que unos entregarán y otros recibirán y que este conocimiento les ayude a prever con toda anticipación, profesionalismo y sentido de responsabilidad social, un inicio sin pausa e improvisaciones y con las acciones, proyectos, programas y planes de gobierno, urgentes, viables, creíbles y posibles, alejados de frivolidades, sueños marcianos, antojos suicidas, utopías  o maniobras deshonestas. Lamentablemente, hoy los procesos de entrega-recepción sólo sirven para confrontarse y humillar a los que entregarán y para que quienes reciben la administración pública,  presuman el tamaño de su arrogancia, la magnitud de su despotismo y las particularidades  de sus complejos, traumas y extravíos  en su formación.

El proceso de entrega-recepción,  en sentido estricto, debiera ser muy útil para conocer por dentro y sin reservas, las capacidades y limitaciones de la administración pública que se recepcionará y todas las necesidades y demandas prioritarias del entorno social, responsabilidad del nivel de gobierno que se trate: Federal, del Estado o Municipales. Tristemente, y más en los municipios de Chiapas, esta estratégica oportunidad para conocer, razonar y prever seriamente, se desperdicia, luego inician “patas para arriba” o dando “palos de ciego” y no solamente eso,  también sirve  para que el grupo que ya se va y el equipo que llega, se midan, se presuman, se confronten, se juramenten pleitos futuros y se prometan venganzas que incluyen sangre, desprestigios personales, humillaciones y hasta cárcel; las que generalmente, de una u otra forma, terminan cumpliendo, las que luego más tiempo les ocupa y desgasta y que en nada contribuyen  a resolver las necesidades de la sociedad que debieran representar, cuidar y satisfacer.

En el municipio de San Cristóbal de Las Casas, el presidente electo, Francisco Martínez Pedrero, no la tiene “TRANQUILA Y TIERNA”: la cuestión administrativa, política y social  que heredará, es un desastre; los rezagos en la atención a las necesidades y problemática social,  del área urbana y rural, ya presentan una sintomatología de “añejamiento” e “intoxicación”; le dejarán no pocas obras inconclusas,  de mala calidad o con vicios ocultos que pronto aflorarán, y acciones prometidas sin iniciar; le endosarán deudas urgentes de solventar;  recibirá muchas presiones por parte de las personas que le apoyaron en su campaña política y que él  les insinuó u ofreció abiertamente un empleo en su gobierno.

Francisco Martínez no la recibirá “TRANQUILA Y TIERNA”, los empresarios constructores, fraccionadores y de servicios, entre otros “inversionistas” de campaña, que le aportaron  dinero, saliva o “cerebro”, en público o privado, como Don Paquito, igualmente lo presionarán con los “cuidados” que ellos acostumbran, para que les garantice su inversión con la atractiva ganancia;  también y tal vez  lo más urgente, sentirá  la presión del  cómo hacerle para darles gusto cabal y puntual a “los mejores hombres y mujeres”  presentados y promovidos por el Diputado Sergio Lobato, Juan Carlos Bonifaz, Rolando Villafuerte, Rosendo Santiago, César Lazos, entre otros, que sienten y confían en  tener méritos y derechos sobrados para poder disponer y disfrutar en el próximo gobierno municipal coleto. Por si faltara, Martínez Pedrero,  igualmente, debe prepararse para darle gusto completo y puntual al  “Güero” y a sus más cercanos, que de la misma manera les enviarán a sus recomendados. En estas condiciones de realidad y compañías, hay que pensar bien si a Francisco Martínez Pedrero se le felicita o se le compadece.         

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