Piensa, Prensa y Pega.

15 de agosto de 2012

Reflexiones y Precisiones

La semana anterior en el estado de Chiapas, entre las cosas que el gobierno omitió analizar y publicar, dos cuestiones llamaron la atención a nivel estatal y municipal: por un lado, la ignorancia y abuso con que varios ayuntamientos aparecieron coaligados de manera organizada, nada casual y bien oportuna, con un tono que cubrió todos los matices que pueden caber de la presión al abierto chantaje, demandando al Congreso del Estado Chiapaneco y también, igualmente, al Ejecutivo Estatal, algo absurdo y ridículo. Asomaron pidiendo que les autorizaran reelegirse “porque así lo exige su pueblo”, dicen. Que les permitan no entregar el gobierno municipal el primero de octubre, sino el 31 de diciembre. Por otro lado, a nivel municipal, llamó la atención en San Cristóbal de Las Casas, el hecho de que los sindicatos al servicio de la municipalidad, junto con su presidenta municipal, no pudieran aguantarse continuar con sus “arreglos tras de la casa”, y llevaran y dieran a conocer en vivo y por la radio XEWM, algo de la abundante corrupción que prevalece y se acostumbra entre las organizaciones sindicales y la autoridad correspondiente; deshonestidades y abusos de poder que mayormente benefician a ellos y no a las mayorías de los gremios sindicalizados.

Algo sobre la reelección que pretenden algunos municipios chiapanecos. No cabe duda que el ejercicio del poder no sólo les nubla la vista a algunas autoridades, también les bloquea el cerebro y les alarga las uñas y los bolsillos. Los actuales ayuntamientos fueron nombrados formalmente para concluir el 30 de septiembre y no el 31 de diciembre del año 2012, y hacerlo como lo solicitan significaría concretar una reelección prohibida por las leyes mexicanas. Pero además, los ayuntamientos promotores de su reelección “olvidan” que en las elecciones recientes ya se nombraron los ayuntamientos que habrán de tomar posesión el primero de octubre próximo. Así está el asunto, y si la autoridad “competente” no interviene como es su obligación, el hambre canina de los promotores de este disparate y relajo, podría terminar desestabilizando socialmente a una buena parte de la geografía chiapaneca.

Los ayuntamientos impulsores de la reelección, con sus presidentes municipales al frente, argumentan que necesitan continuar hasta el 31 de diciembre de este año, porque primero, esto les permitiría mayor tiempo para concluir bien sus obras y cerrar correctamente su “cuenta pública”; y segunda, porque además, dicen ellos, que así lo está pidiendo “su pueblo”, y anexan solicitudes firmadas y selladas. ¡El colmo! Cuando ellos tomaron posesión del cargo, ¿no se dieron cuenta que su nombramiento terminaba el 30 de septiembre y que deberían de planear concluir para entonces todo su ejercicio político, económico y administrativo? Por supuesto, bien se dieron cuenta de todo, pero jamás pensaron que eso de ejercer poder y disponer arbitrariamente de los recursos del pueblo, se iba a volver una adicción incontrolable en ellos: lo probaron sin límites y les gustó, es solamente eso. Se les desarrolló lo abusivos, se les despertó lo insaciables y sin lugar a dudas, algún político perverso de los que ya sienten finalizar su poder, está detrás de ellos “jugándoles su cabecita” irresponsablemente, sin prever que las acciones, presiones y chantajes que está maquinando, induciendo y alimentando, bien pueden ocasionar confrontaciones muy serias, lesiones políticas y desestabilizaciones en la entidad, más cuando se les cultiva y promueve en plena transición federal, del estado y municipales.

Ante este panorama de ridiculeces y abusos extremos, que bien dan para estimular corajes o risas, imaginémonos que después, a la par de la pretendida reelección de los ayuntamientos, apareciera el gobernador Juan Sabines Guerrero pidiendo al Congreso local, y apoyado en miles de actas de “Asambleas Ciudadanas del Chiapas Solidario”, quedarse un tiempo más como gobernador, argumentando que así “lo piden los chiapanecos”, que es porque desea terminar bien sus obras inconclusas, que es porque quiere cerrar bien su “cuenta pública” y porque, además, tiene interés en abonar algo importante a su enorme deuda pública y privada. ¿Qué opinaría “El Güero” Velasco?, ¿cómo reaccionaría el gobernador electo? Si en estos momentos se consultara honestamente a la población de los respectivos municipios, sobre qué opinan y qué esperan de sus actuales gobiernos, sin lugar a dudas, la mayoría coincidiría en que están decepcionados y hartos, y que ya sólo esperan que se vayan y que vengan los otros, para volver a correr el riesgo de que resulten iguales o peores.

Algo sobre el “espectáculo” montado por los sindicatos al servicio del gobierno coleto, que de pasada desnudó más al actual Ayuntamiento perredista, panista y priista. Históricamente, los sindicatos surgen como una necesidad de los trabajadores para hacer frente a los abusos y atropellos de los patrones, para construir mejores relaciones en la producción, para promover y provocar prestaciones sociales justas y para luchar por formas superiores de vida para la clase trabajadora. Sin embargo, la misma historia también nos ejemplifica cómo las organizaciones sindicales, cada vez con mayor frecuencia, como costumbre y maldición, extravían su función social, se prostituyen y finalmente, terminan sólo siendo útiles a los intereses de los directivos sindicales y al patrón. A los trabajadores se les continúa atropellando sus derechos y limitándoles beneficios, ya no tan directamente, sino utilizando a su directiva sindical. Las instituciones sindicales nacidas para defender y construir una vida mejor al trabajador, son transformadas en instrumentos para mediatizar, amenazar, amansar, amedrentar, atosigar y dividir “civilizadamente” a los trabajadores, en sólo eso y muchas veces, en eso y cosas peores convierten a los sindicatos.

Por todo lo que se conoce públicamente y hasta por la radio, como necesidades, padecimientos y confrontaciones de los trabajadores y los sindicatos al servicio del gobierno y administración del municipio de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, es evidente que las dos organizaciones sindicales y la presidenta municipal, vienen incurriendo en deshonestidades, no han estado a la altura de sus obligaciones y es más lo que deben que lo que han hecho a favor de los sindicalizados. Prevalecen los salarios injustos donde la mayoría apenas gana para medio sobrevivir y muy pocos son los que “inexplicablemente” perciben salarios y “atenciones especiales” que, comparativamente entre ellos, resultan insultantes. Las prestaciones sociales a que tienen derecho no se las dan completas, se las regatean, se las entregan como limosnas o las reciben condicionadas; el nepotismo y tráfico de poder entre “los líderes” y la autoridad, es una constante que entre ellos se descubren; los “líderes” sindicales y la autoridad municipal en turno, como siempre, primero acuerdan para su beneficio personal y luego hasta después, para mejorar el servicio público a ofrecer, o las obligaciones para con la base trabajadora sindicalizada. Por todo lo escuchado y conocido por la radio y prensa escrita, de boca de los mismos “líderes” de los sindicatos en cuestión, sus acuerdos y prácticas exhiben un cuerpo y alma oliendo a corrupción y traiciones a sus representados, nada menos y podría ser más.

El “pequeño” asunto sindical que ahora les ha hecho gritar y desnudarse entre ellos y en público, el que se refiere a las personas que solamente trabajan sábados y domingos, pero que cobran el mes completo; el incidente donde los líderes sindicales ya dejaron suficientemente claro que son recomendados, conocidos o familiares de la presidenta municipal o de algún otro miembro del Ayuntamiento coleto, por lo que ellos mismos dejan ver con claridad, sólo es un detalle menor de corrupción que, afortunadamente, hoy no tuvieron la capacidad de acordar en privado, como siempre. Han dejado claro que entre ellos acostumbran repartirse “equitativamente” todos los beneficios personales posibles, pero que a últimas fechas, alguien de ellos está abusando y se está sirviendo de más y de lo mejor. Ese es el meollo del asunto actual, es el problema a superar, es la finalidad de las presiones y chantajes que para nada tienen como objetivo toral, la defensa permanente, amplia y a fondo de los derechos de la clase trabajadora, el logro de una mejor vida para ellos y su familia, no, es sólo una cuestión de “los líderes” y la patrona.

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