Piensa, Prensa y Pega.

5 de septiembre de 2012

El Machucón

En San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, y seguramente en alguna medida también en el resto de México, las instituciones de educación privada, desde el nivel preescolar  hasta las universidades, en la relación con sus trabajadores docentes, administrativos y manuales, les pisotean sus derechos laborales previstos en la Constitución general de la república: no tienen ninguna prestación social; no crean antigüedad; son obligados, al contratarlos, a firmar su renuncia, sin fecha; y sus salarios son miserables. Todo con la complicidad de las respectivas autoridades  de este país.





EL PELLIZCO:



No es exagerar, pero aquí en la ciudad, un taxista experimentado o un buen vendedor de tacos, tortas o tamales, bien podría ganar más que un trabajador de un centro de educación privada. Además, con la enorme diferencia de que no tendría patrón, su horario no sería estricto, tomaría vacaciones cuando él quisiera o las necesitara y no se vería humillado a tener que aceptar firmar una renuncia por anticipado.

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